03/04/2019

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¿Cinco o cuatro años? Su cabeza esta tan abrumada para pensar con claridad ahora, simplemente había pasado más de un año eso estaba claro.

Aferrarse a una persona resulta realmente malo, vivir en el paso suele ser el peor error de todos.

Pero es normal, de repente recuerdas y sientes la nostalgia.

La nostalgia puede ser buena o mala  comúnmente.

Él suspira, siente el vacío nuevamente, pero es momento de superar ¿No?

Eso realmente suele ser difícil.

⟨— De seguro le gustaría que fueras feliz.⟩

Arregla su corbata, tenía que verse presentable, después de todo era un día demasiado especial.

Kaizuka se observo por última vez por el espejo de cuerpo completo de su habitación, una corbata bien atada, el traje bien hecho.

Alguien toca a la puerta, nadie entra, simplemente dice que saldrá en unos minutos.

Todo estaba listo.

Porque hoy le prometió a alguien muy especial que no mostrará una cara larga. Una promesa jamás debe ser rota.

La iglesia se encontraba perfectamente decorada, el color blanco resalta las rosas de esta tonalidad es lo que recibe a cada invitado.

Inaho recibía a los invitados, sonriendo cortésmente en el proceso, definitivamente sería un día para recordar.

Asseylum hizo acto de presencia a lado de su esposo Klancain a pesar de haber comenzado un matrimonio arreglado por conveniencias su afinidad se volvio mayor, ambos siendo buenos gobernantes, llevando la paz a la tierra como es debido.

— ¡Inaho-san!

La emperatriz con tan solo ver al nombrado corrio hacia su encuentro con una sonrisa encantadora y el vestido con tonalidad azul la hacía brillar.

Hablar con ella le transmitía cierta tranquilidad pero nadie menciono sobre eso la ex princesa cree que es lo mejor.

Cuando hablaban sentían cierta juventud, tanto guerra hubo en esos tiempos, también existió los momentos inolvidables.

Existe la nostalgia pero ahora no es dolorosa.

¿Happy Ending?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora