Hola mi nombre es Franco González, tengo 17 años, vivo a las afueras de Texas.
Soy una persona normal, hasta puedo llegar a decir que soy como cualquier persona común y corriente.
Hablando de mi apariencia física, soy como cualquier Chico de mi edad a los 17 años, mido 1,80, tengo el cabello castaño claro, mis ojos son marrones, tengo la tez oscura pero a la vez clara.
Vivo desde los 6 años con mi tía Olivia, una persona muy dulce pero un poco estricta, me fui a vivir con ella porque a mis papás le surgió un viaje de trabajo, pero desde ese día hasta el día de hoy ya no han vuelto y creo que nunca más lo harán, por eso le agradezco a Chichi cómo le digo yo a ella.
Mi vida es tranquila comparada a la de otras personas, estoy en 6 de preparatoria, mi mayor sueño es ser un médico y especializarme en la parte de Oncología para así no solo poder ayudar a las personas sino también a Chichi, pero cuando hablo de ayudarla ella me refiero a lo económico, porque nuestra clase social es media, no tenemos mucho pero tampoco pasamos mal, ya que Chichi es una gran enfermera. Ella nunca tuvo hijos, me ha contado de que nunca a encontrado al hombre ideal, pero cuando llegue yo le cambié la vida, ella se tomó las obligaciones que mis padres no la cumplieron, yo a ella nunca la eh llamado mamá esto lo hago por respeto, no porque no quiera.Siento a lo lejos el ruido de mi alarma con pocas ganas estiró mi brazo hasta la mesita de noche y a golpes puedo hacer que deje de sonar. Sé que si no me levanto en los próximos 15 minutos tendré a Chichi golpeando mi puerta hasta que salga listo para irme a la secundaria.
Saco todas mis fuerzas y me levanto, salgo de mi habitación y lo primero que me llena el alma es el olor a café recién salido de la máquina y las deliciosas tostadas de Chichi.
Me apuro a salir del baño porque ya oigo los gritos de mi tía ¡DIOS, A QUIEN SE LE OCURRIÓ HACER UN TURNO TAN TEMPRANO, ESCUELA TE ODIO!.
A regañadientes bajo a la cocina, y allí está ella con su música a todo volumen, mueve su cabeza al compás de la música, pero al verme retoma su postura de mujer mala.
-¡Ay Chichi, si no te conociera diría que estás loca!- Le susurró al oído, ella se da la vuelta y su mirada me asesina; suelto una carcajada y ella se me queda viendo - Apúrate a desayunar o llegarás tarde- me dice.
Me arreglo el cabello, agarro una manzana, me coloco la mochila y salgo. Ni bien pongo los dos pies fuera de mi casa y ahí lo tengo a el, al gran Tomás Troomp mi vecino amigable - Pero así da gusto levantarse tan temprano- murmura pensando que no lo escuché.
Salgo al portón y lo espero a que llegue a donde estoy para así irnos a la escuela. Cabe destacar de Tomás o mejor dicho sus papás tienen una muy buena posición económica lo cuál Tomi tenía un auto, si cuando digo tenía me refiero a que la semana pasada se lo llevó la policía, porque a mí vecino no se le ocurrió nada mejor que al salir de una fiesta conducir alcoholizado y con otras sustancias en su cuerpo.
Cuando llega a mi sitio saca su caja de cigarrillos y enciende uno, se lo quito lo tiró al suelo y lo aplastó.
- ¡Ey!- me grita y me empuja
- ¡¿No ves que eso te terminará matando?!- le digo. El se encoge de hombros y vuelve a sacar sus cigarrillos
- Con esta noticia, prefiero no fumar estas porquerías sino marihuana- ante su confección lo miro con el seño fruncido
- ¿A qué te refieres?- le pregunto
- Nada que sea de tu incumbencia- me responde
-Wow, todo el mundo se levantó con el pie izquierdo- susurro para mis adentros
- Vaya eso también lo creo- me dice
- ¿Que?- pregunto
- Anda vamos a clases, hoy no tengo ganas de aguantar a Elías, valla que no lo soporto- me dice frustrado
- Vale, quien se pelea se ama - contesto
- Cállate imbécil , por lo menos yo no estoy locamente enamorado de una persona que tiene gusto por su mismo sexo- carcajea
- Ya basta, me lastimas, me rindo- digo algo cansado y me dirijo a mi salón.
Lo único bueno de los lunes es que las dos primeras horas tenemos biología , cuando llegó al salón noto que alguien ocupa mi lugar. Con cara de pocos amigos la miro de pies a cabeza y la verdad es que es hermosa
- Ya Franco es tu lugar, eres el dueño de esa mesa desde primer año- me dice una voz en mi cabeza.
Y allí voy yo a marcar mi territorio , sin ser grosero me acerco y me aclaro la garganta. Cuando hago contacto visual con la susodicha, maldigo para mis adentros
- Muy mala idea Franco, te meterás en graves problemas-
Sacudo mi cabeza sacando todo mi mal pensamiento y sonrió sin mostar los dientes. La chica nueva no me quita la vista de arriba y yo ahí parado sin decir nada, hasta que me doy cuenta de que hago el ridículo, me rasco la nuca y decido hablar
-Buenos días - le digo con confianza
- Eran buenos hasta que llegas- me responde
- Pero que demonios, ¿a caso no te enseñaron modales?- le pregunto
-Claro que me enseñaron, solo que no los usaré contigo - ataca
Cansado, arto y de mal humor, me le acercó hasta quedar a escasos centímetros y le susurró - Mira chiquilina, no tengo ni la más mínima idea de quién seas, ni tengo el interés de saberlo- pero en eso llega el profesor y llama mi atención
-Buenos días chiquilines, Franco ni bien llega la nueva compañera y ya la estas acosando- dice en tono sarcástico
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Ni contigo ni sin ti
Teen FictionEsta historia es 100% ficticia, tendrá contenido +18