-Louis hará una fiesta este viernes, ¿estás seguro de que no irás?
Esa pregunta había estado en mi cabeza dando vueltas todo el día, gracias a que Emma, mi mejor amiga, estaba muy insistente en querer ir a esa fiesta, el chico que le gusta estaría allí y por nada del mundo iba a dejar que Jules le ganará su atención.
A decir verdad, la fiesta no era el problema, el problema era ese chico, Louis, había llegado hace poco al pueblo. Tenía unos ojos azules, pero no el típico azul normal, eran de un tono penetrante, que cuando los veías podrías caer rendido a sus pies, su cabello era castaño, castaño muy claro. Su piel era casi tan pálida como la nieve, y su sonrisa aún más blanca que la mismísima espuma de mar, pero estaba más que seguro que ese chico tenía un obscuro secreto.
-Tierra llamando a Harry, Tierra llamando a Harry -dijo Emma riendo mientras agitaba sus manos frente a mis narices, casi podía oler los macarrones con queso que había comido en el descanso.-
-Estoy aquí, en la Tierra, contigo -dije riendo y guiñando un poco-
- ¡Que tonto! -dijo ella mientras se reía y apenaba un poco por el gesto- no me has contestado la pregunta que te hice esta mañana. Tienes que ir.
-No quiero ir, ese chico no me agrada -fruncí el ceño-
- ¿Ni por mí?, andaaaaa, hazlo por mí, Lou -dijo mientras hacía uno de sus típicos pucheros característicos de cuando no iba a descansar hasta conseguir lo que quería-
-Cuando haces esos pucheros no puedo contenerme -dije mientras la tomaba de las mejillas y sonreía un poco- No sé ni siquiera como me voy a vestir.
-Podemos ir de compras, o puedo prestarte una camisa, la camisa azul que tengo, esa que resalta tu cabello, y así de paso, conquistas a varias chicas -dijo guiñándome el ojo-
- No quiero una chica, y sabes que las camisas no van conmigo, me hacen ver enano -carraspee-
- Un chico entonces -dijo en un tono muy bajo y agachando la mirada para que no la escuchara-
- Te escuché y, mejor vámonos, tengo cosas que hacer -dije algo desconcertado ante su comentario-
Después de la plática con Emma, nos fuimos directo a nuestras casas, el clima era frio y algo nublado, parecía que iba a llover pronto. Al llegar a mi casa, estaba vacía, como siempre. Había una nota pegada en el frigorífico que decía:
Tuve que quedarme de guardia en el hospital, llegaré mañana, la comida está puesta en el microondas, ¡caliéntala!
Con amor: mamá.
-Si, claro. -me dije a mi mismo mientras dejaba la nota en su lugar y subía a mi habitación para ponerme algo que me quitara el frío-
Nunca había dudado del amor que mi madre sentía por mí, es decir, no hasta hace 5 años, justo cuando mi padre falleció, yo tenía apenas 12 años. Tuvimos un accidente en el lago cerca de casa, el auto cayó, por suerte, mi madre y yo logramos salir vivos de aquel trágico accidente, cosa que los médicos llamaron un milagro, ellos no se explicaban cómo habíamos salido de ese auto, y, a decir verdad, tampoco nosotros lo sabíamos. Cuando mi hermana mayor se enteró estaba devastada, yo no entendía bien las cosas, ni el porque mi hermana lloraba tanto por las noches.
La muerte de mi padre nos había cambiado tanto, las cosas en casa eran muy frías, mi madre cambió mucho conmigo lo que era muy obvio, el amor de su vida había muerto. Mi padre era un hombre espectacular, yo lo adoraba con mi vida. Después del accidente, justamente 2 años más tarde, intenté suicidarme. Mi hermana por suerte, me detuvo.
-Flashback-
-¿Estas loco?, ¿Y si mamá se entera?
-¿Qué hará?, ¿Me matará por haberme suicidado? -dije mirando a la nada mientras las lagrimas seguían cayendo-
-Deja de ser tan malcriado. Se moriría. Y yo también. No eres el único que sufre. Todos perdimos a papá.
-No soporto pensar que las perderé -bajé la voz y desvié la mirada.-
-¿Y te rindes? -dijo molesta- Papá estaría avergonzado de verte tan cobarde -alzó la voz como si quisiera que toda la cuadra oyera lo que estaba ocurriendo.- ¿Me harías eso a mi? -sollozó- No soportaré otro funeral.
-No puedes evitarlo -mi voz se cortaba- ¿Qué estamos esperando? -hice una pausa para tragar saliva y que el nudo que se había creado se fuera, pero no fue así- Deberíamos hacerlo juntos -alcé la voz-
-¿Qué? -su mirada se había llenado de terror-
-Al mismo tiempo. Nos ayudaríamos.
-No.
-Es difícil, nadie desea.... -me interrumpió-
-Deja de hablar así -me tomó fuerte por las muñecas y me sacudió mientras me gritaba-
-Podemos hacerlo tranquilo, fácil y todo habrá acabado. -grité- Quiero irme, en está cama, hoy, contigo a mi lado Gemma. Por favor.
Me miraba con decepción, ni siquiera me quería ver a la cara, me tenía miedo. En ese momento mamá llegó a casa, Gemma salió corriendo a verla para contarle lo que estaba pasando, le iba a decir que su hijo menor quería suicidarse. Yo realmente quería irme, alcanzar a papá en donde sea que él estuviese, y eso hice, me puse de pie y me moví rápidamente al baño de mi habitación sin pensarlo. Me aseguré de poner el pestillo, momentos después escuché el llanto desconsolado de mi madre tras la puerta, rogándome que abriera, pero ya era demasiado tarde, yo había roto el espejo y había cortado mi brazo izquierdo con brusquedad, sentía la sangre caliente correr por mis muñecas, mi vista se nubló lentamente y caí al suelo.
-Fin del flashback-
Un escalofrío recorrió por completo mi cuerpo, recordar eso aún me lastimaba, mi madre culpó a mi hermana y yo fui a terapia los últimos 3 años de mi vida. Me dirigí al microondas y calenté la comida que mamá me había preparado.
-Gracias por quitarme el mal sabor de boca mami, te amo -susurré-
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Obscuro amanecer [l.s]
FantasíaHarry estaba en el apogeo de su plena y extraña adolescencia. Era el típico chico problema de su escuela, malas calificaciones, adicciones, problemas mentales y un gusto extraño por meterse siempre en problemas. Al entrar a la preparatoria, tenía un...