Una nueva enemiga para yoshio

59 4 0
                                    

Capítulo 14. Día 26

¿Por qué me duele la cabeza?, y.....¿qué es ese olor?....¡Oh, Dios!..¿Por qué huelo a gato?, mire hacia mi cama y se encontraba aquel gato...

—¿Tu que haces aqui? —el gato se despertó y tenía su mirada sobre mi y se acercaba—. ¡Oh, Dios!, ¡Oh Dios!, alejate no quiero tener otra rasguñada más —estaba por saltar sobre mi cara pero logre atraparlo. Salí de mi habitación con el gato en mi mano y me encontré con aquel tipo pelinegro sentado en el sofá—. Yoshiro, ¿qué harás con esta bola de pelos? —dije con el gato aún en mi mano.

—¿Estaba en tu habitación?, por eso no lo encontraba, según yo estaba en mi habitación.

—Mmm —mire al gato que todavia estaba en mi mano—. Si va estar en tu cuarto ponle seguro para que no salga. No quiero que éste en mi cuarto y al despertar termine con una rasguñada —solté al gato el cual se fue a sentar con Yoshiro.

—Esta bien, ¿y ahora por que no te fuiste?

—¿Me estas corriendo de mi casa?, ok si quieres que me vaya, me voy —me dí media vuelta y me metí a mi habitación.

—No yoshio, ¡espera no era a lo que me refería! —ya era tarde ya me estaba cambiando para irme.

Un poco tiempo después salí de mi habitación para irme..

—Yoshio, ¡espera, no era a lo que me refería!

—Adiós, no me esperes —estaba por salir cuando sentí que algo caía sobre mi cara y era esa bola de pelos—. ¡Sueltame! —repetía mientras trataba de quitarme al gato y sólo se escuchaban gruñidos de su parte.

Pude quitarmelo y hacer que cayera a otro lado; y ahí fue cuando me dije: "es ahora o nunca". Y salí corriendo como si mi vida dependiera de ello.
Corrí hacia mi auto y logré subirme a este; lo único con lo que no contaba era de que ese gato saltaria de la venta. Y eso fue lo que pasó, un gato saltando de la ventana para caer en el vidrio del auto y un auto chocado contra un poste de luz.

Unos minutos después...

—¿¡Cómo se te ocurre pelear con un gato!? —oía el regaño de Yoshiro.

—¿¡Yo!?, pero si fue el gato que empezó, ¿no viste lo qué hizo?

—Si pero aún sigue siendo un animalito inofensivo —defiendes al a abusador y no ala víctima—. Y aparte el pobre término con una patita rota.

—¿¡Y yo qué!?, tengo una muñeca rota y muchas rasguñadas y me sangra mi rostro, ¿a caso esto no es nada?, ¿¡DIME ESTO NO ES NADA!?

—Tranquila, luego lo curamos —eres muy injusto ayashi. Aquel chico ponía unas venditas en mi rostro y sentía su respiración cada vez más cerca, ¿qué me pasa?,me abalanzó sobre aquel chico.

—¿¡Q-qu-qué ha-ces!? —estaba nervioso y se estaba sonrojando.

—No puedo controlarme —fue lo único que dije para acercarme a sus labios, el sólo estaba paralizado, hasta que sono el timbre, hice contacto visual por unos segundos y me aparte para ir a abrir.

—¿En que le puedo ayudar? —dije mientras abría la puerta.

—¿Qué le paso a tu rostro? —era una chica pelinegra de ojos grises cómo los míos, las puntas de su cabello eran de color rojo, su ropa era un vestido que dejaba ver parte de sus pechos y traía unos tacones que combinaban.

—Larga historia, pero dígame a que vino

—Vine a buscar a yoshiro —siento haberla visto antes, ¿pero en donde?—. ¿Está en casa? —dice, haciendo que vuelva en si a la realidad.

~60 días para enamorarte~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora