Treacherous - Chaennie Fanfic

II - Poison

"¡¿Qué coño sucede ahí afuera?!"

En efecto, como todos los presentes esperaban, Jennie no está para nada contenta con los recientes acontecimientos. Baja dando tumbos cada escalón de las escaleras de madera oscura, tan rápido que se le hace difícil a una desorientada y algo despeinada Jisoo seguirle el paso. No es sino hasta que llega al último escalón que sus ojos se conectan con los de la única persona en esta habitación que parece saber que está sucediendo.

Existen algunas reglas básicas que cualquier persona lidiando con Jennie debe tener en cuenta.

1. Nunca cuestiones sus órdenes, lo más recomendable es que siempre las acates al pie de la letra sin importar de que se traten.

2. No hagas mención acerca de su familia en su presencia, y mucho menos de la muerte de esta.

Y 3. Jamás, pero nunca jamás, apartes la mirada cuando te habla.

Cabe destacar que Bobby, iluso e ingenuo Bobby, olvidó por completo la regla número tres.

Entre tantos términos degradantes de donde escoger, 'Cobarde' sería la palabra que Jennie usaría para definir la posición del chico en este momento. Su cabeza agachada y su respiración elaborada lo hacen ver como un cachorro asustado, arrinconado a un lado y con la cola entre las patas. A decir verdad, cualquier otra persona observándolo sentiría al menos un poco de empatía hacia él, cualquier otra persona menos Jennie.

Es más que evidente, gracias a la mirada enfadada que reflejan sus ojos, que la líder ya ha tenido suficiente de tal escena. Y esto se hace notar con mayor claridad cuando su figura enfurecida embiste contra la figura atemorizada de Bobby, sus manos tomando decididamente la tela de su camisa y empujándolo con tanta fuerza contra la pared que la cabeza del chico golpea la superficie.

"Respóndeme. Y esta vez me veras a la cara mientras lo haces"

Algo en lo que quizás todos podrían estar de acuerdo es que Bobby es verdaderamente un idiota. Sin embargo, a pesar de todos sus errores y faltas, el chico no es lo suficientemente idiota como para negarse a cumplir con una orden tan directa como aquella. Aunque sea difícil de creer, aun queda un poco de sentido común ahí dentro. Así que con la mirada un tanto desorientada a causa del previo golpe en la cabeza y con una Jennie respirándole como fiera sobre su cuello, el chico se detiene para recomponerse y toma una gran bocanada de aire, como tratando de llenarse de valor, y hace lo que puede para que sus labios temblorosos pronuncien una corta respuesta.

"Es Lisa"

Y eso, definitivamente, sí que marca un impactante cambio en la atmosfera. Por un minuto todo se detiene, todo queda en completo silencio y no es hasta que el significado de esas dos palabras finalmente se asienta en la cabeza de los presentes, que sus gestos inmediatamente se tornan en una mueca de disgusto.

Está claro que no son buenas noticias, pero para Jennie esas palabras son lo más cercano a un golpe directo en el estomago. Efectivamente, nada bueno podría tratarse de alguien como Lisa Manoban, y es que tal personaje acarrea un historial sumamente extenso de desgracias provocadas por su mano. Tal es el caso que Jennie podría pasarse todo el día enumerando cada una de ellas, pero si bien jamás perdería su tiempo pensando en Lisa Manoban. De hecho, la sola mención de su nombre le produce repulsión y un enfado tan grande que sus manos instintivamente se adhieren a lo primero que tiene al alcance.

Y desde luego, ese algo, o más bien alguien, es Bobby.

En momentos como estos se le es casi imposible controlarlo. La ira que la quema por dentro se esparce sin demora por cada parte de su cuerpo. Como acto seguido, sus uñas se clavan sin piedad alguna en el cuello de Bobby y el chico suelta un quejido tan pronto estas empiezan a atravesar una por una las capas de su piel.