Capitulo 1

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Sonaba Como tu de fondo, me encontraba en una fiesta de mi mejor amigo Daniel.
Suele ser muy fiestero, por lo menos eso creo yo, siempre que puede me invita a una de sus fiestas y si es que puedo escaparme de casa puedo ir.
Últimamente me he sentido de la mierda gracias a solo una persona, lamentable mente está entre la multitud siempre está en las fiestas de Daniel.

-Daniel, ¿que hace aquí Anay?- le pregunté furioso.

-Yo la invite, ¿no sabias?- Dijo medio ebrio.

-¿Me vez con cara que lo sabía?-

-La neta no we- Dijo en tono burlesco.

Sin pensarlo le lance un puñetazo, sentí la mirada de Anay e inmediatamente me retire a mi casa.
A mitad de la calle sentí un pequeño jalón en mi chaqueta de mezclilla, mire de reojo quien era.

-¿Que quieres?- pregunté de forma arrogante.

-Solo quiero hablar por un momento contigo- dijo con una voz suave y de una forma muy tierna que no me podía resistir.

Voltee y sabía que era Anay.

-Dime que quieres, necesito llegar a mi casa antes de que mis padres se den cuenta que no estoy- Trate de ser lo más cortante posible.

-Quería saber ¿por que goleaste a Daniel?-

No podía apartar la mirada de esos ojos color miel, su pequeña estatura, su cabello liso y oscuro. Era y es perfecta.

-Es asunto mío, que no te importe lo que yo haga- me di vuelta y la deje sola a mitad de la calle.

Veía de reojo como ella solo se quedaba ahí parada, como no suelo ser así de cortante volví por ella y la tomé de la mano.
-Vamos-

-¿A donde?- Pregunto angustiada.

-A tu casa- Mandé.

-¡Pero si es muy temprano!- Me grito queriendo que le soltara la mano.

-Son las 2 de la tarde, es madrugada y no sabes si cualquier idiota quiera aprovechar de ti o secuestrarte- Le dije en un tono molesto y preocupado.

Llegamos a su casa y justo en la puerta ella me detuvo, me miró y dijo.
-Te vez muy guapo hoy-

-Gracias- Me sonrojé. -Será mejor que me vaya a casa ya es noche- Me di vuelta y estaba por tomar camino a casa.

Sentí un abrazo y alcancé a escuchar un susurro. -Por favor no me dejes sola-

-Prometo no hacerlo- Le hice una promesa qué tal vez nunca debí de hacerla en ese momento.

Voltee para abrazarla, ella no me soltaba y escuché un sollozo.
Alcé su cabeza, limpie sus lágrimas y le di un pequeño beso en la mejilla.

-Todo estará bien- Le susurré en la oreja.

-Gracias-

-Entra a casa, es muy peligroso estar afuera de noche- Ordene

-Déjame estar un rato más contigo- Dijo en un tono muy tierno que casi me morirá de ternura.

-Esta bien-

Después de un rato, estaba por entrar a casa y la detuve antes de que cerrara la puerta.

Me quede pensando un rato e inmediatamente dije. -Buenas noches, descansa-

-Igualmente- me sonrió.

-Te quiero, Pequeña- le di una pequeña sonrisa y cerró la puerta.

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⏰ Última actualización: Mar 29, 2020 ⏰

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