CAFÉ, BAR O BULEVAR.

21 1 0
                                    


Sentado en el café, bar ò un bulevar, recitando en mí mente una y otra vez más. Con las mismas palabras no queda más que interpretar o comenzar a escribir lo que alguna vez fue y quizás de nuevo será.

Nos vimos una y otra vez, siempre fue algo ocasional. Ella me buscaba y yo ni lo intentaba, pasaron un par de meses siempre todo fue por igual. hasta que mi corazón muy caprichoso ya la comenzó a extrañar, justo cuándo ya era tarde ella buscaba en otro lugar reconfortar sus bellas historias a las que yo no quise entrar.

Caprichoso, tal vez celoso. no quise aceptar, que la estaba amando ya de una manera sin igual. Pasó y pasó el tiempo. Ella en su mundo y yo aún en aquel lugar dónde fundimos los cuerpos Cómo si fueran mitad.

Hablamos un par de veces yo queriendo y sin poder expresar lo que sentía de antes y no se me lograba pasar, seguía queriendola y cada vez más, me sentía bohemio, loco, enamorado, tonto por haberla dejado escapar y quizás a veces casi siempre un poeta empedernido con la cabeza presente y también en otro lugar, pensando y recordando la que ya amaba y no era capaz de olvidar.

Ella lo supo y le quiso hablar, pues tras tanto tiempo ella estaba igual.
Aún con el corazón en la mano y sin poder olvidar aquel idiota que una vez la dejó escapar.

Ella todo un ángel aún queriendo intentar lo que caprichosamente el y sus sentimientos absurdos hoy daba todo por recuperar.
Mi princesa hermosa, bella, preciosa, linda; mi vida; mi cielo; mi amor. Ahora sólo era lo que se escuchaba hablar al que había sido un poeta empedernido, bohemio y ahora un loco quizás, tonto pero enamorado quería a esa niña tierna y hermosa siempre recitar.

Te quiero y te amo lo are siempre sin parar, pues mi vida y la tuya hoy quiero juntar.

poemas en cuarentenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora