"Buenas noches, dulce príncipe."

[One-shot] "Buenas noches, dulce príncipe."

En boca de todos los científicos, era problemático, violento y difícil, castigos y golpes se le dieron para disciplinarlo pero parecía ser un caso perdido. No se dejaba enseñar, teniendo seis años y todavía no sabía ni leer ni escribir, empezaban a desesperarse.

Sin embargo...

Virus no pensaba lo mismo que ellos, era cierto, Trip era violento y un caso difícil, más no imposible de educar.

-No, así no sigue- sus labios emitieron dando vuelta a la página.

-¿Qué sigue entonces, My Lord?- secundo Trip.

Continuaron su lectura, Trip dando leves miradas a Virus, el movimiento de sus labios y su voz, le tranquilizaban en cierto punto en que toda esa furia y coraje con el que lo caracterizaban los científicos se desvaneciera. Siguieron hasta terminar tres páginas más, una hora diaria de lectura era lo que Virus le daba a Trip como si fuera un "adiestramiento", pero sabía que no se trataba de un animal o algo por el estilo.

-¿William Shakespeare? -masculló Trip en medio de aquel cuarto oscuro.

-Es uno de mis escritores favoritos- respondió Virus.

Todo volvió a quedarse en silencio cuando escucho la respuesta del rubio, pequeñas conversaciones en medio de la noche eran las que Trip necesitaba para quedarse dormido. Escuchar la voz de Virus era su canción de cuna.

-¡Ahora estalla un noble corazón! Buenas noches, dulce príncipe. Qué tu descanso arrullen coros de ángeles- exclamo Virus, suspirando con cansancio.

-Tu voz es muy tonta. -comentó Trip, yaciendo con la cabeza recostada en el vientre del rubio.

Virus soltó un bufido ante su comentario.

-Me pediste que leyera para ti, ¿quieres que pare?-preguntó con una clara molestia no solo en su voz si no en la expresión de su rostro.

Trip negó a lo que dijo, reincorporándose para quedar a un lado del rubio. Apegándose a él, como si fuera un chicle en el zapato.

-Invades mi espacio personal -escupió Virus fingiendo molestia.

-Vamos no te enojes- dijo Trip con gracia, una de sus manos deslizándose suavemente por el vientre del megane. Virus guardo silencio cuando sintió su caricia, bueno... no tenía nada más que decir.

-Estoy cansado- murmuro dejando caer su cabeza contra la cabecera de la cama.

El más alto sonrió para sí, pasando un brazo alrededor del rubio dejando que la cabeza del rubio se posara en su hombro.

-Descansa entonces...- mascullo, quitando el libro de las manos de Virus, dejándolo en la mesita de noche.

...

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Un hospital, los pasillos están llenos de personas, todas ellas hablando de diferentes cosas, pero él no escucha nada. Solo se concentra en lo que está pasando en la habitación, en este momento.

-C-Cuida... muy bien... de ella- su respiración era entrecortada al momento de decir eso, sus fuerzas empezaban a desaparecer, sus ojos en un intento por no cerrarse.

El asentía a todo lo que decía.

-T-Tú igual... n-no... hagas... t-tonterías...- añadió, puede que no se dio cuenta, cuando una lagrima cayó a un costado, terminando su camino en la almohada que había debajo suyo.

Volvió a sentir, a lo que el otro dijo.

No hubo más palabras, no hubo necesidad de más, sus ojos se cerraron y su respiración se detuvo, la mano que le estaba sujetando, ya no lo hacía más.

Todo, se quedo en silencio.

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Nada cambió, seguía en aquel cuarto de cortinas, y sábanas negras, leyendo aquel libro que le gustaba tanto, todo estaba en silencio como aquel día. Todo era igual, estaba solo.

Aunque... puede que no.

-¡Papi! ¡Papi!- rompió el silencio una pequeña y chillona voz proviniendo del pasillo, iba a levantarse pero fue ahí cuando la puerta se abrió, dejando ver a una pequeña niña de no más de tres años, llevando una gran sonrisa en el rostro.

Trip se levanto de la cama y dirigió hasta ella.

-Vaya, vaya, ¿Qué pasa?- preguntó, limitándose a levantarla y cargarla.

-Uhm... y-yo quería saber si...- jugueteo con sus dedos de forma nerviosa. -¿podemos ir con mami y leerle el libro que tanto le gustaba?-

Se quedo callado por unos segundos, bueno... no había nada que impidiera llevarla a leer aquel libro a su... mami.

-Está bien, vamos antes de que se haga tarde- dicho esto salieron de la habitación, yendo a la entrada para colocarse los zapatos.

Cerró el libro, levanto su mirada antes dando un suspiro.

-¡Papi me enseño a leer! -exclamó con una sonrisa tan infantil que parecía hasta graciosa.

Trip sonrió a lo que dijo, sintiéndose... orgulloso de lo que había enseñado. Se quedaron en silencio, hasta que la pequeña rubia se ánimo a decir algo más.

-Te extraño mucho, mami... -masculló, en un intento por no empezar a llorar. Trip tragó saliva y cogió una de las manos de la menor, le retiró el libro de las manos, abriéndolo en una de las páginas finales y señalándole una de las partes finales. La pequeña asintió.

Sonrieron y dirigieron a la lápida que estaba delante de ambos.

-Buenas noches, dulce príncipe- dijeron ambos, sin retirar aquellas sonrisas encantadoras que tenían antes.

Era cierto...

Virus había muerto...

//Este fanfic...me rompió el alma :'(, por eso quise compartirlo. Espero que les haya llegado al kokoro... <3//