᭓Seventh day᭓

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ׂׂ •En donde Kirishima ha vivido toda su vida encerrado en una torre hasta que conoce a su boleto de salida, Bakugou, quien era un ladrón buscado en la ciudad.

(Inspirado en Rapunzel pero con una historia un poco distinta(? )

ׂׂ •Extensión: 3451 palabras.


Kirishima Eijirou no conocía el mundo más allá de las paredes de la torre en la cual habitaba, su padrastro desde muy pequeño le contó las injusticias y crueldad que invadían el exterior, pero aún así no podía evitar aquel deseo de querer conocerlo

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Kirishima Eijirou no conocía el mundo más allá de las paredes de la torre en la cual habitaba, su padrastro desde muy pequeño le contó las injusticias y crueldad que invadían el exterior, pero aún así no podía evitar aquel deseo de querer conocerlo.

—Red, me encantaría poder ver con mis propios ojos el mundo fuera de estas paredes —le dijo a su gato mascota.

El minino tenía el pelaje rojizo y los ojos azulados, era sin duda muy lindo y varonil, el gato lo miraba como entendiendo los deseos de su dueño, maulló, posteriormente se restregó en la pierna del pelirrojo.

—Tú eres el único que me entiende —lo alzó y abrazó con cariño.

Kirishima era un jovencito muy lindo, piel tostada, cuerpo con músculos pero no exageradamente, cabello rojo que llegaba a sus hombros, aunque había temporadas en que éste crecida incontrolablemente para después caerse dejando el largo normal, su padrastro recogió el cabello que dejaba en esa temporada.

No tenía mucho que hacer, así que decidió limpiar la torre, con meticuloso cuidado limpió todo, acomodó los libros, pinturas y pesas. El gato yacía acostado en una de las sillas, observaba a así dueño asear. El grito de su padrastro se escuchó.

—Kiri, deja la cuerda caer —canturreó.

El muchacho corrió y lanzó la gruesa cuerda roja por la ventana, sintió dos jalones que indicaban que ya podía comenzar a tirar de ella para subirlo, en menos de cinco minutos el hombre entró por la ventana con una canasta de mimbre colgada en el brazo.

—Kiri-kun, traje pollo para el almuerzo —comentó su padrastro. El hombre tenía el cabello plateado en punta, piel ligeramente tostada, dientes puntiagudos y una personalidad muy alegre.

—Gracias, padre —agradeció.

El par comenzó a cocinar, se divertían mucho juntos, Tetsutetsu era lo más parecido a un padre que tenía, sabía que no era su hijo de sangre, desde muy pequeño el peliplata le explicó que lo había recogido en la calle puesto que, al parecer, fue abandonado en un asqueroso callejón.

—Está muy rico —dijo una vez tragó el pedazo de pollo frito.

—Lo hice con mucho amor y masculinidad para que supiera bien —afirmó con una sonrisa el peliplateado—. Por cierto, tu cumpleaños es la próxima semana, ¿qué quieres como regalo?

—Me gustaría que viéramos las luces flotantes.

—Kiri-kun—suspiró—, sabes que no puedes salir. Me encantaría poder cumplir tu deseo pero no quiero exponerte al peligro del mundo exterior —se lamentó—. Sin embargo, podríamos bajar de la torre al campo y acampar allí.

Kiribaku Week 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora