El líder del clan Namikaze

El fin de una era.

Yagura se encontraba recibiendo el informe por parte del grupo de avanzada en su batalla contra los rebeldes y lo que leía no le alegraba para nada, los rebeldes se encontraban cerca de la capital y el número de sus ninjas bajaban rápidamente, así como iban las cosas solo sería cosa de días para que los rebeldes llegaran a la aldea y no se podía permitir que eso sucediera.

-"Yagura"- fue el grito que interrumpió su lectura, a su oficina ingresó el Damyio de Mizu no kuni, quien hasta hoy era su mayor respaldo en el poder y en su movimiento contra los monstruos de linea sucesoria -"qué se supone que está sucediendo? los rebeldes avanzan sin problemas eliminando a nuestros ninjas, me aseguraste que ya tenías todo controlado pero solo veo que tus palabras no son más que mentiras, quiero que lo soluciones ahora o te quitare cualquier apoyo"- sin esperar respuesta se retiró de la oficina, en cuanto a Yagura este solo bajó el informe y sus ojos brillaban en color rojo.

-"Disfruta mientras puedas maldito cerdo, que después de los rebeldes el siguiente eres tu"- murmuró girándose al ventanal de su oficina para observar su aldea -"mañana esto se terminará, yo acabaré personalmente con los rebeldes"-.

En la base de los rebeldes todo era alegría, ya no había temor o dudas, el ambiente no se parecía nada a como estuvieron hace 3 días, estaban a punto de ser aniquilados y ahora estaban mejor que nunca, las salud mejoró para todos no solo para los shinobis y todo gracias a sus nuevos aliados, algo habían escuchado de un supuesto apoyo de Konoha pero que Suna los apoyara en conjunto con su kage era algo de otro mundo, ahora habían tres ninjas nivel kage en su bando.

Naruto se encontraba meditando un poco alejado para evitar el ruido aunque con tanta gente en el lugar era un tanto difícil.

-"Naruto sama"- Naruto abrió los ojos y se encontró con Mei que se acercaba con una bandeja con alimento, por un instante vió por un instante vió a su hija Nemu pero rápidamente vio a la pelirroja, de edad no eran muy diferentes pero ella no era su hija.

-"Que sucede Mei?"- la pelirroja tomó asiento al lado del Namikaze pero no muy cerca ya que parecía que el Namikaze era muy reservado.

-"Se que es muy pronto pero quisiera agradecerle por lo que ha hecho por nosotros, ya no teníamos fuerzas para seguir peleando pero gracias a usted y al kazekage estamos pronto de librar a esta nación del Mizukage "- Naruto se mantuvo en silencio cosa que incomodó a la líder de los rebeldes y la hizo interpretar que quizás su presencia no era agradable para el -"Bueno no lo molesto más, solo le quería decir eso"- se estaba poniendo de pie pero el Namikaze tomó la palabra.

-"Creo que el futuro de tu aldea quedará en buenas manos si tu te mantienes a la cabeza de su aldea, eres joven y como tal tropezarás muchas veces y te equivocarás muchas veces más pero se que eres la persona indicada, muchas gracias por la comida"- tomó la bandeja y la dejó entre los dos -"no me gusta comer solo"- Mei asintió feliz y compartió los alimentos con el Hokage, de alguna forma las palabras del rubio alimentaban su espíritu  y le daban seguridad de que iba por el camino correcto, para desconocimiento de la Terumi pero no para el Namikaze el Kazekage estaba cerca escuchando la conversación, la verdad es que no esperaba participar en una guerra pero esto iba en beneficio de la alianza, ahora tendría dos poderosos aliados así como un gran respaldo por parte del nuevo Damyio que gobernaría sobre los tres países, lo primero que decretó el damyio de Hi no kuni fue que utilizara los terrenos cerca de la frontera del país del fuego para producir su alimento así como para abastecerse de agua, pero lo que le hizo confiar en el Hokage actual fue como al día siguiente de su reunión en Konoha el sannin Jiraiya estaba en su aldea arreglando el sello de su hijo menor, no pudo ser testigo del cambio que pudo tener su hijo pero esperaba poder solucionar sus errores con el.

Al día siguiente los ninjas rebeldes junto a sus aliados se encontraban rodeando Kiri, todo estaba en tranquilidad demasiado para ser verdad.

-"Mei se que estamos cerca de terminar con esta guerra pero debes mantener la guerra, el animal moribundo es el que más lucha por sobrevivir, sobre todo si hablamos de un jinchuriki con el cien por ciento de control de su bijuu"- Mei asintió a las palabras del Hokage.