Lía Moren es una chica antisocial que a su corta edad pasa momentos considerados muy duros en su vida, vive una violencia doméstica grave, abuso sexual, pobreza y una muy fuerte baja autoestima. Ella es muy buena para las matemáticas, es muy intelig...
─¡Rica!─ Esuchaba una voz lejana estaba muy dormida─ ...quiero comerte toda─. Sentía unos labios en mi cuello, estaba entre dormida y despierta aún no tenía noción─Serás nuevamente mía hoy y ahorita─Decía una voz masculina, poco a poco empezaba a volver en sí, ese sujeto al que no reconocía aún me esaba tocando, estaba encima mío, como hago para quitar este peso encima, ¿es alguna pesadilla?
De un pronto a otro, lo reconocí, abrí mis ojos grandes, llené mis pulmones de tanto aire para emprezar a gritar, para llamar a mamá, ¡necesitaba su ayuda!
─Mam...─ Me tapó la boca.
─Tranquila muñeca, no te dolerá─me decía en un susurro─ Estás más que acostumbrada mi niña sabrosa─ Me daba asco la manera en que me hablaba, estaba atrapada─ te doy dos opciones...─ me decía detenidamente en medio de la oscuridad─ ....o te quedas así calladita y hermosa o mato a nuestra bebé─ Empezaron a salir gotas inmenzas de agua de mis ojos, estaba en medio de la espada y la pared, definitivamente no lo pienso dos veces, mi hija es más importante que este cerdo, me duele pero no dejaré que mate a mi bebé.
Quiero abrir un paréntesis acá, no les he contado aún, tengo una hija de 5 años, se llama Maya tiene sindrome de down, y sí, es hija también de mi padrastro, no pidió nacer, ella es completamente inocente, no merece morir, tampoco dejaré que muera, porque para eso estamos las madres ¿no?
─¿De acuerdo nena?─ Con la boca aún tapada con fuerza donde apenas podía respirar, asentí con la cabeza─ De acuerdo, ahora a lo que...─Me dio un beso en medio de mis pechos─...vengo─. No quería, ¿quién querría estar en mi situación?
Miraba un punto fijo en la oscuridad, pero de un pronto vi que mi cuarto se iluminó y mis pensamientos me llevaron a otra dimensión, me encontraba frente a un evento muy especial, famosos por todas partes, salí toda una diva de mi limusina privada, con un peinado de cabello recogido con un detalle brillantino, maquillada y hermosa, todos los paparazziz me esperaban, me tomaban cantidades de fotos, todo es increiblemente hermoso, llevaba un vestido de cola , yo sonreía y bailaba mientras pasaba la alfomobra roja.
─¡TE AMAMOS LIA!─ Escuchaba decir en medio de la multitud, quien diría que siendo un artista famosa, tanta gente me armaría.
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—¡Lia!—Gritó mi madre detrás de la puerta de mi habitación— ¿Acaso quieres que te bañe idiota? ¿o es que te expulsaron de la secundaria?— Les seré sincera, sí me asusté mucho, pensé que probablemente ya se habría dado cuenta y sé perfectamente lo que me vendría.
—No mamá, ya voy a ducharme—Dije con una voz entrecortada.
Mi cuerpo entero me dolía, es como imaginar que un toro de tantos kilos me levantara con sus cuernos y me tirase hacia el aire y luego me dejara caer en medio de tantas piedras puntiagudas. Pude observar que me encontraba completamente desnuda, y comenzaron a salir pequeñas lágrimas recordando un poco de aquel espantoso momento, pero no podía llorar más o levantaría sospechas a mi madre.
Cuando salí de casa, rumbo a la secundaria para pedir el expediente y referencia, sentía que no valía la pena estar viva, estoy dándome cuenta que todo lo que me ha pasado es dolor, mi madre odia a Maya, ella dice que mejor la hubiera abortado, mi padrastro llega a nuestra casa cuando quiera, pero creo que solo va abusarme, lo odio tanto pero estoy amenazada. Me expulsaron por tratar de callar un compañero de clase que estaba haciendo ruido, otro día me llamaron la atención por llegar tarde ese día mi madre casi me fractura un tobillo por esa razón llegué tarde, en otra por llamar "imbécil" a una compañera que se estaba riéndo de mi cuerpo, ¿valdrá la pena ir a ese centro de alternativa? Como no puedo regresar a mi casa, creo me decidiré por ir a intentarlo
Ya había solicitado los documentos en la secundaria, estaba ahora en la oficina del centro de alternativa, a lo que iba.
—Hola, yo vine ayer— Me interrumpió la señorita
—¡Oh claro! Lo recuerdo—Dijo ella reconociéndome
—Aquí tengo lo que me pidió—Dije entregandole la carpeta
—Parece que está completo— Decía mientras revisaba los documentos—las clases justo empiezan ahora—Hizo una breve pausa— Cariño, ahora pasa por ese pasillo y caminas hacia el fondo, allí será tu salón, en el aula B-6—.
Cuando caminaba poco a poco por el pasillo, se encontraba muy solitario, no escuchaba a nadie en absoluto, me senté en un silla e inconcientemente cerré mis ojos y me dormí, estaba muy agotada, y adolorida por lógicas razones. A los pocos minuitos escuché:
—¿Vienes a las clases? —Dijo una voz femenina pero algo estricta, inmediatamente abrí los ojos y asendí con la cabeza, veía borrosa esa figura femenina, no la distinguía en absoluto.
—Pues empieza en 20 segundos y cierro la puerta—Salió y se fue directo al salón.
Ya estando dentro del salón habían solo chicas, y eran varias, por desgracia me tocó sentarme en la primera mesa
—Muy bien, empezaremos con la clase, como hemos hecho siempre, la presentación de primero, empiezaré yo— Tomó aire—Hola clase, mi nombre es Mariah Whiston, me gusta el color negro, no soy casada— Todas de la clase riéron, como si lo de casada hubiese sido divertido—Ya nenas, de verdad no soy casada, y soy buena para la enseñanza. Vas tú niña— Me señaló a mi, todas se me quedaron viendo esperando respuesta, me sentía completamente incómoda— cuéntanos tu nombre, color favorito, para que eres ágil, y el porqué te expulsaron—.
—¿Puedo ir...de último?—Dije muy entrecortado y nerviosa mis manos sudaban. La señorita whiston asentió y le pidió a otra chica seguír.
—Señorita Whiston, no quiero hacerlo— Dijo con una voz chillona—Está bien, Hola clase mi nombre es Karolay, me gusta el color morado, soy buena para dibujar y me expulsaron por pegarle a una estúpida que me sacó de quisio— Decía mientras trituraba con los dientes una goma de mascar.
—Hola, mi nombre es María— Alguien la interrumpió...
—Si si, María la zorra—Todas empezaron a reír, la señorita whiston las calló poco segundos después.
—Mi nombre es María,—La chica prosiguió— mi color favorito es el gris y soy muy buena para romperle la cara a los que me molestan— Se dió media vuelta y observó a la chica que la había llamado Zorra con un mirada intensa, finalmente dijo—y me expulsaron por tener un amorío con el profesor de matemáticas—Dijo burlona metiéndose el borrador del lápiz en la boca, muchas se rieron y la llamaban picarona
En eso siguió otra chica que se llama Morgan, Maritza, Stefanny, Shantal, todas me parecían chicas interesantes, de alguna u otra manera sentía que eran buenas personas, las expulsaban por llevar drogas, por tener sexo con los chicos en los baños y se daban cuenta lo profesores, o por pegarle a alguien en medio del pasillo sin importar que.
—Bien bien ahora si, tú niña— Me señaló la señorita Whiston.
Hey chic@s ¿les ha gustado? Si es así, por favor no duden en darle estrellita, lo apreciaría muchísimo. ¡Los invito a seguir leyendo el siguiente capítulo!
