Purple Rain (SEONGJOONG)

Purple Rain

El tintineo de la lluvia acarició sus sentidos antes de salir al exterior, Seonghwa miró al cielo con tristeza, el panorama frió y gris le robó un suspiró, miró la palma de su mano donde descansaba su celular, San le había mandado un mensaje diciéndole que lo iría a recoger en 20 minutos a la cafetería favorita de Seonghwa, así que dando una mirada rápida al cielo, pidió que la lluvia no aumentara.

Camino lentamente a pesar de todo, las gotas no lograban tocar su piel, el aire le acariciaba el rostro, dándole escalofríos, tembló, sintiéndose nervioso por alguna razón, al ver el local a lo lejos se apresuró. La puerta estaba cerrada y no se veía el interior, trató de asomarse, esperando que alguien dentro le diera el paso para al menos refugiarse por unos minutos.

-No creo que haya nadie- sus nervios se crisparon, lo reconoció con cada fibra del cuerpo, se giró lentamente, sabiendo de ante mano a quien encontraría. Su vista se alzó del suelo para conectar miradas con esa persona.

Hongjoong.

Un suspiro murió en su pecho y sintió sus ojos arder, era como si el tiempo se hubiese congelado en el rostro de Hongjoong, permanecía igual que hacía 2 años: la sonrisa que dejaba ver la dentadura, el brillo de sus ojos que se encogían al reír, el cabello alborotado, el leve tinte de las ojeras, el color de su rostro. Seonghwa sintió el tiempo retroceder, volver a sus 19 años donde Hongjoong y él siempre estaban juntos, donde no les importaba nada y solo corrían de un lado a otro, haciendo canciones, escondiéndose de los adultos, riendo, siendo felices al tenerse. Quiso decir su nombre, materializarlo, darle un presente, pero sus palabras se quedaron dos años atrás, cuando Hongjoong se fue y el corazón de Seonghwa huyó con él.

-Te extrañe- dijo Hongjoong, sin quitar esa sonrisa que se había tatuado en los parpados y sueños de Seonghwa, no dijo nada, se giró para mirar la calle solitaria y silenciosa, ocultando con el sonido de la lluvia sus latidos. Acompasando el viento con su respiración. Hongjoong se acercó más a él, dejó apenas un metro entre ellos. ¿Siempre habían estado un metro alejados del otro? ¿Esa era la distancia a la que siempre se mantuvieron? ¿Era un metro la medida de su miedo? Cerró sus ojos, respirando lentamente, como cuando Hongjoong le susurraba que se tranquilizara luego de una pelea, como cuando le tomaba las manos, las acariciaba y contaba hasta 10 para no llorar.

-Desde hace... tiempo que no te veía- dijo de forma entrecortada, no quería que supiera que contaba los días, que hubo un tiempo donde contaba horas y minutos, esperando verlo, no quería que Hongjoong se diera cuenta que él también lo había extrañado. Escuchó el suave murmullo de su risa, esa silenciosa y escurridiza, que viajaba directo a los oídos de Seonghwa para acariciarlo. Suspiró, no había cambiado.

-Sí, ha pasado un tiempo- se quedaron en silencio, dejando que la lluvia cubriera las palabras que deseaban decir, aunque la duda les golpeaba el pecho y las ganas de mirarse les hicieran cosquillas en el estomago.

-Quería pasar a verte, fui a la agencia donde trabajas y me dijeron que te habías ido ya- la voz de Hongjoong era clara, firme y dulce, justo como en sus recuerdos, sin darse cuenta sonrió y sin darse cuenta estaba hablándole. Porque nunca pensaba cuando estaba con Hongjoong, sus sentidos se inundaban de él y su cuerpo se movía como su corazón deseaba, sin preguntarle nada a Seonghwa.

-¿Cómo sabías que trabajo ahí?- Hongjoong soltó una risilla cubriéndose los labios, Seonghwa le miró fijamente, su corazón palpitando, queriendo hablarle al chico frente a él. El chico le miró con ternura inclinando su rostro, añorando, recordando algo.

-Siempre quisiste trabajar ahí, y estaba seguro que lo lograste- Seonghwa apartó la mirada, las lagrimas querían brotar de sus ojos, después de ese tiempo Hongjoong aun recordaba las tardes en las que pasando cerca de una agencia de modelos, Seonghwa se quedaba minutos enteros mirando las grandes puertas, fascinado, siempre apretando los puños, deseando con fuerza tener el valor de entrar. Hongjoong le había insistido que fuera y cuando por fin Seonghwa le iba a contar que se había animado, Hongjoong ya no estaba ahí.