CAMPO DE TIRO

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                    2012

No puedo evitar sentirme bastante emocionado, ya eh quedado de acuerdo con mi novia para salir a charlar y caminar por un bosque que queda cerca de mi casa, podría decir que es parte de un gran parque que se ubica también a unos minutos, aunque no tengan nada que ver…
Quedamos en que ella llegaría a mi casa a las 7:00 PM, creemos que la hora agregara algo de misterio y terror a nuestra aventura mientras oscurezca. Por suerte vivimos a unos cuantos minutos y así podremos volver rápido sin preocuparnos.

Yo ya eh preparado algunos aperitivos y hasta un libro con cuentos de horror, también en la mochila llevo enrollado un abrigo en caso de que empiece a ponerse helado.
Veré algo por internet, se que Beatríz llegará pasada 7:00, lo intuyo por que llevamos una relación de 4 años, y ser puntual, no es lo suyo.
Vaya que estamos contentos, y sobre todas las cosas, yo estoy seguro que podría pasar toda la vida con ella. Por supuesto que existen los enojos y nos llegamos a molestar uno con el otro, pero si algo aprendí a su lado, es que un problema o descuerdo,  se supera juntos ante cualquier cosa.

Conocí a Beatríz en el colegio, al inicio ni yo le agradaba a ella, ni ella a mí, eso seguro. Pero conforme paso el tiempo comenzamos a darnos cuenta de los mutuos intereses que teníamos, luego nos enamoramos, y aquí estamos, viviendo, planeando y disfrutando nuestra compañía.
Queremos ir a vivir a otro lugar y comprar una pequeña cabaña, quizá sea nuestro más grande sueño.

Al cabo de 30 minutos, ya estaba detrás de la puerta de mi casa golpeándola de forma tranquila.

— Hola!
¿Cómo estás cariño?
Dije de manera tierna y lleno de alegría.

Era la chica más hermosa y simpática, era preciosa como ninguna, era la mujer de mi vida.

— Estoy muy bien amor, ¿Tienes todo listo?

— Claro, ¿Tú estás lista?

—Por supuesto, solo dame un momento para descansar, ¿Tienes un poco de agua?

— Si! Siéntate, te traeré un vaso

— Gracias amor

Beatríz se sentó en el sillón de la sala, comenzó a asesorarse de que todo en su mochila estuviera en orden.

  — Ulises, ¿Llevas algo de comida verdad?

— Si, no te preocupes, también llevo chucherías


—Menos mal, no sabes cuánto te amo
Le entregué el vaso

—Yo te amo más

Al rato de estar sentados hablando un poco sobre su padre, el cual sufría de un cancer terminal, al cuál no le quedaban muchos meses de vida , salimos  hacia el bosque, tenía que tranquilizarla.
Comenzamos a caminar haca donde comenzaba la zona verde del pueblo, y a lo apenas lejos, con la poca luz que quedaba del sol, se podía ver el tupido bosque.

— Y bien cariño, ¿Estás mejor?

— No puedo dejar de pensar en el, no me quiero ni imaginar lo que haré sin mi padre, el día que suceda...

Beatríz y yo teníamos un pensamiento bastante contrario sobre la muerte.
A mí parecer no era más que algo natural y que debía ser aceptado, no me gusta el echo de que las personas sufran la muerte de un ser querido a causa de algo natural, bueno, tampoco la puedo culpar, es su padre, y yo ni siquiera había conocido al mío.
Por su parte, es una chica muy sentimental y cariñosa, solo sabía que la tenía que calmar. Era algo que me costaba, soy una persona que enreda demasiado sus pensamientos al hablar y aveces puedo llegar a ayudar, otras veces no, y en el peor de los casos puedo empeorar la situación.

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⏰ Última actualización: Mar 30, 2020 ⏰

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