El Origen de Todo

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Durante 9 meses la llevé dentro de mí, no sabía lo que me esperaba.
La primera vez que la vi, fue mágico. Era todo perfecto, mi vida volvía a comenzar. Pero de repente, creció más rápido de lo que esperaba, al igual que su enfermedad.
Un dolor abundante se apoderó de mí, pero no podía quebrarme, tenía que seguir, por ella. Hasta que pasó.
Finalmente, una tarde de abril. Se fue. Eran las 7 de la tarde, estaba comenzando un atardecer lejano, el día estuvo lluvioso, pero de a ratos salía el sol. Ella, recostada en la cama, me decía "mamá, por favor, ya no llores. Te amo", entonces lo supe. Me negué a aceptarlo. 12 años cuidandola de todo, para que una maldita enfermedad se la lleve, no lo aceptaba. Esto no podía estar pasando.
Cerró sus ojos color café. Sólo respiraba, a duras penas. Yo me recosté a su lado, dejé de llorar, por ella. Y nos dormimos. Me desperté con un sonido muy agudo, ahí caí en la realidad. Se había ido.

Me encontraba sola, no podía salir a trabajar. Simplemente estaba hundida en la depresión. Y recordé lo que una vez me preguntó:
-Mamá, ¿por qué me llamo Roma?...

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