Cap. 3 "¿Quienes?"

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La aldea de la arena.
Era dirigida actualmente por Subaku no Gaara, el actual Kazekage.

Aquel chico se encontraba en su oficina firmando documentos, su expresión estoica era lo que más lo caracterizaba pero debes en cuando se permitía mostrar una sonrisa.

Todos los ninja y civiles le tenían gran respeto al conocer su potencial, y sus hermanos estaban más que orgullosos por su pequeño hermano.

Una bocanada de humo se hizo presenté, al disiparse dejo ver a un hombre castaño de piel canela.

- ¿no te cansas de estar todo el día aquí? - pregunto mientras se sentaba en una silla frente al pelirojo, su voz sonó aburrida.

- no, tengo trabajo.
¿Qué tal el pueblo? Shukaku - Gaara se permitió sonreír mirando a su biuuju.

- todo bien - Shukaku se llevo su mano derecha a su protector que se encontraba en su brazo izquierdo, era increíble que se hubiera vuelto un ninja activo de Suna, se sorprendió mucho cuando Gaara se lo propuso.

Él acepto diciendo que no quería estar aburrido quedándose todo el día en la oficina.
Y desde el primer día ya tenia toda la confianza de Gaara, de ese chiquillo que antes odiaba porque lo tenia cautivó, pero con el tiempo, logro querer como a un hijo, (aunque nunca la admitiría).

- ¿Aun no tienes noticias de ellos? -

Shukaku supo de quien hablaba, soltó un suspiro cansado y de irritación.

- aun no - él no sabia nada y por más que quisiera encontrar a ese zorro pulgoso no tenia ninguna idea de su paradero.

Guardaron silencio, era un tema muy delicado para ambos, aun no creían que ellos se volvieron ninjas renegados, incluso sabían de ante mano que sus nombres ya estaban en el libro bingo.

Un mal presentimiento se apodero en su pecho, un peligro.

- Shukaku - con solo pronunciar su nombre el castaño se puso de pie al igual que Gaara y salieron al balcón de la oficina. Shukaku pudo ver por la entrada de la aldea, a un ave blanca que volaba por lo alto.

- tenemos un intruso - informo, pues ese tipo de "ave" nunca eran vistas por Suna.

Gaara regreso a su oficina, se quito su manto y sombrero que representaba su alto rango y tomo su gran calabaza que guardaba en un armario.

Cuando volvió a salir se elevó a los aires con ayuda de su arena.

- Sabes que hacer, Shukaku -

El castaño emprendió marcha hacia adentro nuevamente, habían ninjas dentro de la torre y comenzó a dar ordenes de que los civiles sean evacuados, que los ninjas médicos, y shinobis disponibles se reunieran en los techos de las casas para y estuvieran atentos al cielo, donde comenzaría el enfrentamiento de su Kazekage contra el intruso.

Todos obedecieron, sabían que Shukaku era la mano derecha de Gaara.

Kankuro y Baki se acercaron a Shukaku para tener más información. Él los guió hasta el balcón donde antes estaba con Gaara y les informo de todo.

La batalla era vista por todos los shinobi de Suna, el respeto hacia su Kazekage se elevaba cada vez mas y más.

(La batalla es la misma que en el anime)

Baki hizo un comentario que hizo enojar a Shukaku.

"Si usa todo su poder, puede que la bestia dentro de él se salga de control"

Shukaku guardo silencio, se contenía por no mandar al diablo a ese consejero apretando los puños. (no se realmente si es consejero o sensei, pero creo que es consejero ya que tiene "poder" en la aldea)

Kankuro no pudo evitar recordar una charla que tuvo con Gaara, una donde le decía que quería ser aceptado por toda su aldea, y que se esforzaría por tener el puesto de Kazekage.

- él no lo hará - susurro, tenia confianza en su hermano.
Shukaku no supo como sentirse al respecto, si feliz por que Kankuro confiaba plenamente en su hermano o mal porque aun seguían considerándolo un monstruo, ya estaba acostumbrado a eso pero aun así, dolía.

Una vez todos los civiles fueron evacuados, los shinobi comenzaron a lanzar flechas con sellos explosivos, tratando de apoyar a su Kage.






Todo se quedo en silencio, el sonido de una enorme explosión resonó por todas partes, pero, para sorpresa de todos, Gaara  los había protegido con una enorme cantidad de arena.






El enorme muro de arena que antes los protegía se caía.

- maldición, Gaara - el rostro de Kankuro se mostraba preocupado, no era el único.

Shukaku hizo rápidos movimientos de mano terminando con el sello del tigre.
- Shea suru - susurro, los que estaban cerca lo miraron al notar como un chakra rojo comenzaba a rodearlo.

Shukaku le estaba dando más chakra a Gaara, pero era algo bastante difícil, ya que al estar fuera de él solo tenia un 15% de su poder, y además, el cuerpo de Gaara ya estaba lo suficiente lastimado y darle todo su chakra de golpe lo empeoraría.
Su manejo de chakra debía ser más que perfecto, darle un pequeño porcentaje a cada segundo era difícil.

La arena se detuvo y con el chakra que Gaara recibía comenzó a mover la para que no cayera en su preciada aldea.

Shukaku comenzó a quedarse sin chakra, callo de rodillas al suelo, aun así, no dejo de hacer el sello.

- vamos Gaara, un poco más - su susurro fue escuchado por Kankuro y por Baki, estaban confundidos aun así no dijeron nada, no era el momento.

Todos festejaron al ya no haber peligro.

- gracias, Shukaku - y con una suave sonrisa en el rostro, Gaara cayo inconsciente.

Shukaku respiraba pesadamente, sentía como su chakra se desvanecía poco a poco, el que le había dado a Gaara se había acabado completamente, a él solo le quedaba un pequeño porcentaje.
Sabia que debía darle todo lo que tenia para que Gaara no muriera.

- ¡Esto no se acaba! - su voz se escucho fuerte y claro, su tono autoritario hizo que todos prestaran total atención.
El chakra rojo seguía rodeándolo pero todos comenzaron a notar como poco a poco perdía altura.

- ¡Arqueros!, ¡continúen con las flechas!, no dejen que el intruso salga de la aldea - su mirada café busco la oscura de Kankuro, su tamaño disminuyo de golpe, ya no era el hombre con piel color canela que todos conocían, ante ellos estaba el Ichibi pero de un tamaño realmente pequeño.

- No permitas que se lleven a Gaara - Kankuro escucho su susurro, estaba simplemente sorprendido, el hombre que tanto respetaban sus hermanos y él era el Ichibi.

Shukaku se desvaneció en una nube de humo, ahora no le preocupaba que lo hayan descubierto, le preocupaba que Gaara estuviera bien.






Kankuro estaba desarmado ante Sasori, sus marionetas no sirvieron de nada ante el creador de dichas marionetas.

Aquella "cola metálica" que controlaba Sasori se acercaba peligrosamente, sin embargo el sonido de los metales chocando se escucho de repente.

A todos les sorprendió la llegada de 4 encapuchados, ¿De donde habían salido?

Los cuatro con mascaras que solo cubrían la parte superior de su rostro dejando a descubierto solo sus bocas.

- Ustedes - Kankuro estaba sorprendido, ¿quienes eran?

- Entreganos al Jinchuriki -







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Escuadrón Dragon (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora