Angels without Devils ❲txt❳ ۪۫❁ཻུ۪۪

『X;;Confesión』

— Beomgyu, sal de aquí — ordenó el ángel, asustado y sorprendido ¿la confianza era grande para que entrara de esta manera el demonio? o ¿este último estaba molesto? pero ¿molesto porqué?

— Solo responde ¿es cierto? — insistía el mayor, alzando un poco más la voz.

— Beom, yo... — Taehyun no quería responder, pero porqué no. Solo le diría que si, si le gusta; Pero cómo lo tomaría el otro. Talves lo rechazaría y se alejara, y eso es lo que claramente Taehyun no quería.

—Sino respondes entraré y te haré daño —advirtió. Beomgyu jamás se había sentido así, esa sensación de que alguien estaba "interesado en él". entonces porqué iba a hacerle daño, claro, los nervios y confusión lo tenían histérico. Porque Beomgyu estaba intrigado por la respuesta de los actos del ángel.

—¿ y si es así qué? ¿tienes algún problema? — para cuando Taehyun dijo eso, él ya había terminado de bañarse, saliendo con una toalla que le cubría de la cintura hacia abajo, pero se había colocado su ropa interior antes de salir de la regadera; Taehyun tratando de no ser tan obvio, pero luego se dió cuenta de su error, al responder de una manera agresiva daban indicios de que era verdad. — ¿temes? — soltó para luego salir de la regadera.

—y-yo no temo — hablaba nervioso — ¿qué te hace pensar eso?

— oh no sé... — Taehyun hablaba saliendo del baño — Tal vez que descubran que te enamoras y luego el otro te deje y terminas herido, terminas pasando todo el día en tu cama sin saber quién eres, porque esta persona te hizo sentir bien y te dijo cosas maravillosas que, cuando se fue no sepas que hacer, y tengas que empezar a tomar pastillas para la depresión... — decía rápido casi sin respirar o pausar entre las palabras — y luego vez a alguien volar y te interesas en él, y luego la historia se repita, aunque no estás seguro porque este último no sabe ni de tu existencia, pero en una noche te descubre que lo mirabas como un loco, y luego te trata bien — esto ya lo he escuchado — y no sabes de él por varios días y resulta en que una noche... — Mientras se expresaba de ese manera buscando su ropa limpia para cambiarse, Beomgyu se quedó quieto tratando de comprender lo que este decía— te hablan por la ventana y resulta que es él, que sientes que tu cuerpo no responde y que apenas puede hablar, ¿cómo alguien puede causar tanto en otra persona?... — Beomgyu miraba esta vez fijamente al menor, este último ya se había colocado un pantalón corto una playera que se veía cómoda y, caminando desesperado por todo el cuarto — y después viene y te hace contar la historia de cómo quedaste solo y te dice que su familia tampoco está con él, y sientes eso de comprender a este otro — Beomgyu no podía decir nada porque no atinaba ni a sentir nada solo empezó a comprender la situación — y luego te hace mostrarle tu colección de estúpidos minerales que nadie entiende, y te das cuenta, en ese momento que no hay otra cosa más hermosa que su rostro, que no hay diamantes más brillantes que sus ojos, que no hay rubí con un tono rojo más vibrante que sus labios, que no hay Perla amarilla más suave que su cabello, aunque nunca haz tocado su cabello, que... — Taehyun no pudo decir nada más, pues se había encontrado con unos ojos cristalizados, haciéndose sentir... realmente confundido — ¿B-beomgyu? ¿q-qué pasa? — apenas lograba decir, esos ojos lo tenían en su poder.

Sin darse cuenta, el demonio se había lanzado a él. Taehyun desconcertado no pudo reaccionar, más que solo corresponder al abrazo. Un demonio abrazando a un ángel no es algo que veas todos los días. Beomgyu, por primera vez en su vida, se sintió amado, sintió protección, sintió... amor, amor del bueno. Sollozando dijo: — T-taehyun... ¿desde hace cuánto? —se le lograba entender entre espasmos sin separarse del abrazo cálido.

— tres meses, hace tres meses te vi volar cerca de la caída. Ese día te mirabas reluciente. Un mes después empecé a ir a Arcadia y, te vi de nuevo en el campo de Turnge, no sabía que hacer, pero dime...— alejándose del mayor a una cortísima distancia, quedando nariz con nariz — ¿no estás molesto conmigo? — Beomgyu no dijo nada, pero al acurrucarse en el cuello del ángel, respondió todas las preguntas que este último tenía, haciéndolo sonreír.