Parte 4: CENA

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Estaba lista para recibir cualquier tipo de ataque por parte de ese bastardo cuando Natsume se puso en medio de nosotros,

- ¡valla pero si es Fuwa san!, ¡qué sorpresa!

la sonrisa de Natsume tomó desprevenido a Sho, quien se detuvo por un momento para mirarlo,

- disculpe no me eh presentado, de inmediato estiro una tarjeta de presentación hasta Sho, quien la tomo muy descortés,

- estoy seguro de que quisiera hablar con mi representada y conmigo sobre el trabajo, pero le pido de favor que espere hasta mañana en nuestra reunión con Asami, así que discúlpenos tenemos mucho trabajo por delante.

Natusume me tomó rápidamente por el brazo y me metió al auto, pero antes de que pudiera cerrar la puerta Sho la estaba deteniendo,

- lo siento, pero no he venido a hablar de trabajo, necesito hablar con ella, y no me importa si estás de acuerdo o no,

- lo que confiere a Kyoko es de mi interés, y como ya le he dicho, no tiene tiempo para usted en este momento, le sugiero que me llame y agendaré una cita para usted.

Natsume apartó la mano de Sho y cerró la puerta del auto, y camino para subirse él, Sho intentó abrir la puerta pero esta no cedió, no vi en qué momento Natsume le puso el seguro a la puerta, pero apenas subió al auto arranco el mismo y dejó a un furioso Shotaro detrás nuestro, no pude evitar reírme de esta escena, nunca imagine que el tener a alguien representándome también me ayudaría en estas ocasiones, pero mi sonrisa no duró demasiado acababa de recordar que él dijo que tendríamos una junta con Asami sobre trabajo.

- eh, Natsume san, escuche bien, ¿mañana tendremos una cita con Asami?

– bueno Kyoko la verdad es que solo yo tendré la cita, no pretendo que te encuentres con Fuwa Sho, ya me contaron un poco sobre su relación, y no pretendo que tú debut se vea ensuciado con la imagen de que te aprovechaste de tus contactos en el medio, por lo que hable con Asami, que es vieja amiga mía para llegar a un acuerdo de confidencialidad con ellos, por lo que no es necesario que tú estés presente.

De alguna manera me sentía tranquila por lo que Natusume estaba haciendo, pero conocía a Sho lo suficiente como para saber que no lo dejaría pasar tan fácilmente a él nunca le había gustado la idea de sentirse humillado,

- sabes hoy hiciste un gran trabajo así que a donde quieres ir a cenar yo invito,

- lo siento Natsume san pero le prometí a Okami san que llegaría a tiempo hoy;

"no puedo creer que de verdad le mentí a Natsume a pesar de todo el trabajo que ha estado haciendo por mí, pero la realidad era que me moría de ganas por ver a Ren, desde que terminó nuestra actuación de los hermanos Hell, apenas y le había visto y tenía esa horrible necesidad de verle, a pesar de que sabía que eso era herirme a mí misma, aun así, quería verlo"

- bueno que se le va a hacer, entonces te llevaré al Darumaya, durante el camino me adelantó un poco de la agenda de mañana y el horario en el que pasaría por mí, creo que debería agradecerle al presidente el que pusiera a esta persona tan buena a ayudarme en el trabajo.

Cuando llegue inmediatamente saque el teléfono y envíe el mensaje a Tsuruga san, y mientras esperaba me pase a ver a Okami san, también tenía que agradecer el enorme Apoyo que me brindaban día con día, pero antes de poder dar siquiera dos pasos ya había recibido un mensaje de Ren, que se encontraba esperándome afuera, tenía que ser una broma, o acaso es que había salido detrás de nosotros del estudio, salí rápidamente para encontrar a Ren esperando en la calle esperando recargado en su coche, trate de aparentar la sonrisa que estaba a punto de soltar, me acerqué a él tranquilamente, cuando llegue hasta el solo me sonrió y me abrió la puerta del auto invitándome a pasar.

El trayecto hasta el departamento de Ren fue silencioso, casi no hablamos más que intercambiar datos ocasionales sobre su trabajo y el mío, compramos unas cosas en la tienda bajo su edificio y luego subimos, no me permitió cargar una sola bolsa, dijo que ya que yo cocinaría era lo menos que podía hacer, una vez dentro me fui directo a la cocina comencé a sacar las cosas de las bolsas, y lavar todo para empezar a cocinar.

Ren desapareció por un momento de mi vista lo que me ayudó a concentrarme un poco, al poco tiempo escuche el televisor encendido, por lo que él debería estar en la sala en ese momento, seguí cocinando hasta que solo me quedo esperar a que todo estuviese listo, en ese momento me di cuenta de Ren no estaba en la sala sino más bien me observaba desde la entrada de la cocina, ¿cuánto tiempo llevaría ahí? se acercó un poco a mí pero no me miraba.

- así que tú... Te has graduado de Love me... Dime Mogami san ¿al fin te has enamorado?

"¿Esto era real? Tsuruga san me estaba preguntando esto, ¿por qué? ¿Habrá escuchado algo de mis sentimientos hacia él? No, el presidente dijo que no diría nada, pero entonces porque de todo lo que podría decirme tenía que preguntarme precisamente esto."

POV REN

Desde el momento en que la vi me quede sin habla, se veía demasiado linda, y ahora que estaba a solas con ella, me quedaba sin nada que decir, trate de romper el hielo en varias ocasiones, pero solo termine hablando de trabajo, las dudas en mi cabeza se incrementaban, y no podía encontrar el modo de alejarlas de mi cabeza.

Encendí el televisor para despejar un poco mis pensamientos, pero inútilmente no podía poner atención a nada, fui hasta la cocina donde ella animosa estaba concentrada preparándome la cena, cuando se percató de mi presencia, me hundí en su mirada, y no pude soportarlo más quería respuestas y no estaba dispuesto a esperar por ellas, aparte mi mirada y me acerqué por algún motivo tampoco podía verla.

- así que tú... Te has graduado de Love me... Dime Mogami san ¿al fin te has enamorado?

Veía su cuerpo estático delante mío, pero aún no podía mirar su rostro me acerqué un poco más ella, retrocedió, pero no dejaría que escapara así que la acorrale hasta que no pude seguir alejándose, seguía esperando por su respuesta, hasta que el sonido de su teléfono me saco de mi trance, pero no podía dejarla escapar, le arrebate el teléfono de las manos, era un número retenido, no podía ser posible nuevamente ese inútil estaba llamándola, mi rabia se incrementó, y mi celos estaban a tal punto en que no podía dejar esta situación como estaba así que en vez de colgar conteste, y antes de poder escuchar esa odiosa voz, hable primero,

- está ocupada conmigo en este momento así que te pediré que no nos molestes,

colgué el teléfono y lo apague para no tener más interrupciones, lo arroje fuera de nuestro alcance y mire a Kyoko necesitaba mi respuesta, ella se veía pálida, sin duda la estaba asustando, pero mis celos podían más que mi cordura necesitaba saber si estaba enamorada y de quién, aunque mi corazón temía la respuesta, pero aun así tenía que escucharla de sus labios, oírlo con su propia voz, me detuve a observar sus labios, los míos aún no podían olvidar su tacto, ese beso que le di en Guam ahora me atormentaba, por qué ya que los había probado no podía dejar de pensar en ellos, tan suaves... Tan cálidos... Quería tenerlos nuevamente...

Me acerqué a ella en busca de satisfacer esa necesidad de ellos, sentía su aliento muy cerca del mío mis ojos se cerraron al estar al fin tan cerca de sus labios, el tenerla así de cerca hacía que mis emociones se alterarán, pero mis celos también se alejaban, entonces la mano de Kyoko se detuvo en mi pecho, hasta entonces reaccione, ¿que estaba haciendo?, me aleje de ella, ahora mucho menos podía verla, no podía después de haber hecho eso, sin duda termine de alejarla completamente de mí,

- Tsuruga san podría decirme ¿por qué acaba de hacer eso?,

ahora todo se estaba invirtiendo, ella ahora quería una explicación y yo esta vez no sabía que responder, sentí el roce de sus dedos sobre mi mano y fue inevitable no mirarla, su cara no estaba asustada más bien parecía ansiosa,

- porfavor Tsuruga san necesito que me lo diga, sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas y mis manos se movieron solas, quería tenerla entre mis brazos, la abrace con gran fuerza, pero ahora ¿que se suponía que debía hacer? 

COMIENZO A SER UNA ESTRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora