Parte 20: KUON

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*** POV KYOKO ***

El viaje resulto ser algo largo y realmente agotador. Pero por primera vez se encontraba viajando al extranjero. Todo era diferente y nuevo y la emoción se acrecentaba a cada minuto. Después de recoger sus maletas, Natsume y ella tomaron un taxy. Al subir a el recordó a Ren y su última platica que tuvieron.

--- FLASH BACK -----

-dime...

-es... veras...

- disculpe, ¿es usted Tsuruga Ren verdad? ¿Podría obtener su autógrafo?

Una pequeña niña había interrumpido a Ren, el cual como siempre y tan amable y caballeroso no se negó a tal petición de la niña, incluso se tomó una foto con ella, lo cual causo que los demás presentes en la sala se percataran de su presencia y le pidieran más autógrafos y fotos.

El tiempo de espera termino muy pronto, nos dimos una despedida rápida y subí al avión.

---- FIN DEL FLASH BACK ----

Ren se veía realmente angustiado por algo, tal vez debería llamarle ya que ya había bajado del avión, pero no sabría cuánto iba a costarle la llamada así que decidió esperar un poco más. Empezó a disfrutar de las maravillas de esta nueva ciudad que se encontraba ante sus ojos, y las costumbres completamente diferentes de la gente.

Poco a poco se fueron alejando del tumulto de la gente y adentrándose a una zona más vistosa, llena de casas elegantes y enormes.

-Natsu, ¿dónde estamos?

- bueno veraz, mi intención era hospedarte en un hotel, pero me hicieran una llamada con una oferta que no pude rechazar.

- ¿a qué te refieres?

Apenas estaba preguntando cuando el chofer del taxy paro frente a una hermosa casa, llena de rosas en la entrada y frente a la puerta del taxy se encontraba una persona que ella conocía muy bien.

-¡otosan! grito Kyoko mientras saltaba del auto hasta los brazos de su padre.

-Kyoko no sabes cuánto espere por este momento, desde que nos dijeron que venias, tuve que hacer lo posible para que mi hija viniera a quedarse en casa.

-que feliz me siento de poder verte de nuevo. Este es mi representante Sakurai Natsume.

-que tal Natsu, es un placer al fin conocerte en persona.

- el placer es todo mío, dijo el representante y estirando la mano con algo de dificultad mientras cargaba las maletas.

-pero déjame ayudarte con eso, dijo Kuu mientras le quitaba un par de maletas al Natsu, Kyoko porque no entras a la casa tu madre esta tan ansiosa que sigue acomodando tu habitación como loca, sube las escaleras y veraz una puerta rosa,

Kyoko camino hasta la entrada de la casa, la casa por fuera se veía enorme pero una vez dentro noto que era mucho más espaciosa por dentro, con su estilo occidental muy marcado, y lujoso con tonalidades grises y turquesa que daban aún más elegancia. Subió por las hermosas escaleras hacia el segundo piso, y tal como dijo su padre una puerta rosa pastel resaltaba en el pasillo.

Toco la puerta y pidió permiso para pasar, pero no completo la frase cuando la puerta ya se encontraba abierta, y una hermosa y alta mujer la recibía. Sus ojos eran de un hermoso color verde y su cabello era rubio y rizado tan largo como el de una hermosa princesa, Kyoko quedo fascinada con lo que veían sus ojos, pero un fuerte abrazo la saco de sus pensamientos de fantasía.

-Eras aún más hermosa de lo que imagine, tu padre no te hizo justicia al describirte. Ven pasa tienes que ver tu cuarto.

El cuarto era lo más hermoso que había visto, las paredes estaban pintadas de lila, la cama tenía un hermoso cobertor rosa y una malla que colgaba del techo como una cama de princesa, los muebles eran de un blanco que combinaba perfecto y un gran espejo de cuerpo completo que era encantador.

Todas las fantasías de Kyoko se veían hechas realidad en ese hermoso lugar,

-me tomé la libertad de comprar algo de ropa y zapatos para ti, también algunos accesorios y maquillaje, decía Julie mientras le mostraba el closet y el tocador, pero si eso parecía un sueño hermoso lo que vio sobre el tocador fue el culmine de la magia en sí.

Un pequeño cisne de cristal estaba hermosamente colocado en una almohadilla rosa, descansando como la princesa que era. Ese pequeño instante de felicidad fue el límite para obligar a Kyoko a llorar.

-pero que tienes mi niña? Pregunto Julie pasando de una cara de emoción total a la preocupación extrema.

- es solo que me encuentro muy feliz de ver lo atentos que son conmigo.

Julie abrazo a Kyoko tan suavemente que su pecho se empezó a sentir en calma.

-claro mi niña. Es porque eres nuestra hija.

Al día siguiente y una vez descansada se preparó para su primer día curso, Julie no solo la maquillo si no que también escogió sus ropas, un hermoso vestido rosa palo muy casual pero bonito.

Después bajaron a la cocina donde Julie preparo, quemo y sirvió cantidades sorprendentes de comida únicamente para que ella desayunara. Comió poco y recibió varios regaños de su madre quien después acompaño a Kyoko al lugar donde seria su primera clase.

-valla sí que es diferente de Japón le decía Kyoko a Natsume mientras estaban sentados en una banca cercana a la facultad de actuación de la universidad a la que asistieron para el curso.

-bueno es normal que sean estrictos, ellos buscan excelencia en sus alumnos.

Empezaba a preguntarme si Ren también había actuado en estados unidos, sabía que una parte de su vida la había pasado fuera de Japón pero no conocía mucho, talvez le preguntaría más adelante.

Horas después, al salir del curso Julie insistió en llevar a Kyoko de compras, y aunque Kyoko se resistió por un momento alegando que ya le habían comprado mucho, Julie (como siempre) se salió con la suya y se llevó a Kyoko a comprar varios pares más de zapatos que combinarían con la ropa ya comprada.

Hubo un pequeño trayecto donde le platico de su hijo y orgullo, pudo ver como algo de tristeza llenaba su rostro, pero rápidamente se recuperó y volvió a ser la misma persona enérgica.

Llegando a la casa Kyoko por órdenes de su madre dejo las bolsas de compras que llevaba a un lado de las escaleras, varios fotos estaban colocadas en una mesa de cristal.

Y una foto particularmente llamo su atención. Porque ella conocía esa cara, conocía esos ojos, los conocía tan bien porque eran inolvidables en sus recuerdos.

-él es mi hijo, Kuon. Dijo Julie acercándose a la mesa y sosteniendo la foto entre sus manos.

-creo que lo ahogábamos... por eso se fue...

las lágrimas caían de las mejillas de Julie. Kyoko no sabía qué hacer, que decir... hasta que recordó algo

-alguna vez fueron a ¿Kyoto?

-si. Su padre es de allá así que una vez fueron de visita.

Esa era la única confirmación que necesitaba, para saber que Corn era real, era un niño normal y por lo tanto la magia que decía poseer no existía y por lo tanto lo que se supone que hizo con magia la última vez que se vieron no era cierto...

Una lagrima más corrió por su mejilla, pero esta vez no era de Julie.

COMIENZO A SER UNA ESTRELLADonde viven las historias. Descúbrelo ahora