Capitulo IX. Maldita suerte

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P.O.V. Sasuke

-Diablos Sasuke, eso no me lo esperaba – declaró Naruto.

-Yo tampoco, bueno, en realidad si, digo ella es tan hermosa, es una dama en todo el sentido de la palabra, no era lógico de que alguien más no se fijara en ella – declaré con pesar.

-Bueno amigo, ve el lado amable, ella se casará contigo, tendrás tiempo de sobra para enamorarla.

-No creo que eso sea en verdad, pero gracias por los ánimos Naruto.

-Oh veras que sí, es más se me ocurre algo, porque no usas a Sharingan para conseguir tu objetivo.

-¿A qué te refieres idiota?

-Tranquilo amigo jajaja pues que recuerde ella no te fue indiferente cuando de Sharingan se trataba, así que podrías hacerte presente un par de veces con ella con tu otra identidad y vemos que puede pasar, osea ella te puede contar quien es quien le gusta, acércate a ella de esa forma, aprende como ganar su confianza y así sabrás quien es el otro sujeto del cual esta enamorada tu doncella.

-¡Eres un genio! Por supuesto, si me presento ante ella como Sharingan me será fácil de persuadirla en que me diga quién es ese mal nacido, gracias Naruto.

Ahora solo tenía que persuadirla, una visita a mi amada y estoy seguro que todo se arreglaría, me ganaría su confianza y me revelaría el nombre del sujeto que odiaba aún sin conocer, esto sin duda sería pan comido.

P.O.V. Sakura

-Señorita es mejor que se acueste, ya es tarde y estoy segura de que debió ser un día lleno de emociones para usted, porque no mejor descansa, déjeme abrir la ventana para usted, se lo mucho que le gusta tomar aire fresco cuando se siente triste, listo señorita, ya esta, procure descansar, la vere mañana por la mañana – Shizune me dio un beso en la frente y se retiro, sin duda era después de mi madre, la mejor amiga, nada que ver con la odiosa de Karin.

Me sentía triste, a pesar de que Shizune tenía la habilidad de hacerme sentir bien, aún seguía pensando en aquel beso, seguía sintiendo el calor de los labios de Sasuke, un cosquilleo se instalo en mi pecho y supe que todo esto estaba mal si bien lo tenía guardado para Sharingan y aunque horas antes me había enfadado por el atrevimiento del barón, lo cierto también era de que no había sido del todo de mi desagrado.

-Mi dios todo esto estaba mal –exclame en voz alta, porque no podía tener sentimientos hacia los dos, Sharingan era el hombre de mi vida, mi sueño, el amor de mi vida, y Sasuke, él, solo era el hombre al cual me obligaban a casarme, me había comprado, y un hombre que compra a una mujer no podía significar nada para ella.

De algo positivo que había pasado, era que la noche anterior transcurrió demasiado rápido, tanto que incluso parecía que no había dormido casi nada, Karin estaba gritando como loca que me despertara, que los primeros regalos de boda habían llegado y que por ende tenía que hacer una carta de agradecimiento y enviarla en nombre de los dos, así es de el Barón y el mio como agradecimiento.

-Lo siento señorita, pero ya sabe como se pondrá su madrastra si no sigue las indicaciones – Shizune me sonrió y me ayudo a terminar de cambiarme, usaba un vestido en color rojo que según Shizune hacía resaltar mis ojos.

Cuando bajamos, mi sorpresa fue ver no solo los regalos, si no a mi futuro suegro, quien lucía una sonrisa sincera y a pesar de que solo lo había visto una vez, me había transmitido confianza, seguridad y querida, incluso mucho más que por mi propia familia.

-Pero que hermosa esta el día de hoy, mi querida nuera, es un gusto poder volver a verla Sakura – el Barón se acercó y tomo mi mano para dejar un beso y después abrazarme, mi madrastra sonrió pero era notorio su desagrado, no precisamente para mi futura familia si no para mí, ella siempre quizó casarme con alguien mayor, feo, gordo y calvó, al menos eso tendría de ventaja en mi matrimonio.

Mientras abríamos los regalos, el Barón Fugaku me ayudaba a redactar algunas cartas de agradecimiento, me había dicho que su hijo se encontraba arreglando negocios familiares, estaba segura de que era posible y verdad aquello, pero también existía la posibilidad que después de nuestro beso y la declaración que había lanzado a su contra, estuviera molesto, lo cual no era comprensible, dado mi situación.

-Entonces querida, no te encuentras nerviosa, estoy seguro de que sin duda esta será la boda del año, que digo del año, del siglo, vendrá toda la aristocracia, mucha gente importante, no pienso minimizar ningún gasto ni ningún lujo querida, sabes, en realidad estoy tan feliz de que Sasuke se case contigo, eres una mujer hermosa, tímida, de buen corazón, he escuchado muchas cosas buenas de ti en la aristocracia querida, el vizconde Yamato solía ser amigo de tu familia, me hablo de ti y de tu madre, que ambas se parecen tanto y no lo dudo, tus ojos son como dos ventanas abiertas, es fácil leer tu alma y es pura, justo el tipo de mujer que todo buen padre busca para su hijo.

-¿U... usted en verdad lo cree? – pregunte con los ojos a punto de llorar, el que alguien me recordara a mi madre, siempre me ponía algo sensible.

-Por supuesto que si cariño, Sasuke puede parecer un poco obstinado, insensible e indiferente, pero sabes cariño, es un buen hombre, jamás tendrás quejas sobre él, velará por ti siempre y te protegerá, espero que con el tiempo puedan ser buenos amigos, y porque no, incluso de que se sientan cariño y apego el uno al otro, no tienes que poner esa cara cariño, se que no se aman, pero en verdad espero que algún día lleguen a hacerlo, así como mi difunta Mikoto llegó a amar a este pobre idiota, tú puedas llegar a sentir un pequeño apego por mi hijo, ahora sigamos con las contestaciones, mira querida, este es de parte del Vizconde de Konohama – y así prosiguió hablando, sonriendo y contestando las cartas, el Barón era un buen hombre, si su hijo era la mitad de bueno que lo que era él, tendría suerte, tenía que darle una oportunidad al menos, solo que no estaba del todo segura en si quería dársela, al menos no por ahora.

Cuando finalmente habíamos terminado de responder las cartas de los obsequios que nos habían mandado, me encontraba tomando té con mi futuro suegro, me estaba contando una historia de cuando Sasuke era pequeño, no pude evitar reir al imaginarlo así, todo gestudo, haciendo berrinche porque no podía montar aquel caballo que su padre le había regalado, entonces cuando me sentía más tranquila, mi padre anunció a mi prometido, no podía siquiera mirarle a los ojos, me sentía cohibida y posiblemente todos lo notaron, dado que mi suegro sonrió y no quitó sus ojos de nosotros, primero me veía a mí y luego a Sasuke.

P.O.V. Sasuke

Había intentado reunir el valor suficiente durante el resto del día para encararla, sabía que estaba molesta y aunque odiara admitirlo entendía un poco su enojo, pero ¿Qué pasaba con el mio? No era grato saber que la persona de la cual estaba enamorado su corazón le pertenecía a alguien más, maldita suerte.


Sharingan! Bandido o HeroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora