EN LA RIBERA DEL ONTARIO AZUL

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Yo haré frente a los espectáculos del día y de la noche, sabré si he de ser menos que ellos, veré si no soy tan sutil y real como ellos, veré si carezco de significado, en tanto que las casas y navíos tienen significado, veré si los peces y aves han de bastarse a sí mismos, y si yo no he de bastarme a mí mismo.

Yo equipado mi espíritu con el vuestro, astros, árboles, montañas, animales, copiosos como sois, absorbo a todos en mí mismo, y me convierto en vuestro dueño, América aislada peri encarnando a todos, ¿qué es ella al fin sino yo mismo?

Ahora sé porque la tierra es grosera, cruel, perversa: lo es por mí, os tomo para que seáis mías, ¡oh, formas terribles, toscas!

(Madre, inclínate, acerca tu rostro al mío, no sé para qué son estas confabulaciones, y guerras y dilaciones, no conozco el éxito de lo logrado, pero sé que a través de la guerra y el crimen, prosigues tu obra y debes cumplirla.)

Mis poemas favoritos de Walt Whitman.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora