Ellos pensaron que podían escapar de la Pandemia en ir a una isla solitaria, donde podían estar a salvo y divertirse sin estar en aislamiento. Pero no contaban que la isla podía ponerle fin a sus vidas.
NOTA DE LA AUTORA:
Estando en cuarentena y esc...
-Lo siento pero a la persona que llamó no se encuentra disponible, déjale un mensaje- la grabadora de buzón contestó. Meredith intenta llamar a su padre.
-Hola Nate, soy Meredith, pasaré por tu casa y llevaré comida. No se cual quieres pero iré lo más cerca que halla. Nos vemos.- Ella le dejó un mensaje de voz y soltó su celular, dejándolo encima de sus muslos. Y siguió conduciendo hasta llegar al lugar más cerca para comprar comida.
Fue para McDonald's y pidió comida para llevar. Luego condujo hasta llegar la casa de su padre o como ella lo llama por su nombre. Era un pequeño trailer, casi abandonado. Ella sólo lo visita una vez al mes. No son muy cercanos, pero intenta estar en comunicación.
Meredith pensaba si lo que estaba haciendo era lo mejor o lo peor. Dudaba mucho, ya nada va ser igual.
Bajó de su auto, y caminó directo hacia la trailer. Tocó la puerta, esperó solo un minuto parada ahí hasta que Nate abrió la puerta. Meredith lo miró seria y este respondió:
-Lo siento, estaba dormido- Él tenía un olor asqueroso, como si nunca se había duchado en semanas y también a licor. Meredith supo que no sólo estaba durmiendo sino que también estaba bebiendo.
-Nate, ya lo hemos hablado millones de veces de esto- ella le dice -¿Enserio quieres repetir la misma conversación?- lo miró seria y este se quedó en silencio, sabiendo a lo que se refería.
-Está bien... no se para que sigues con esto, si ya él no está.- ella le dolió al escuchar eso de él.
-Sí lo sé, y lo hago porque es ser amable contigo-
-Pues tendrás que dejar de hacerlo. Deja de venir acá, yo nunca estuve ahí para ti. Sigue con tu vida y olvidate de mi.-
Nate tiene razón. No sé para que sigo haciendo esto. Él no le importa nada ni siquiera a mi. Meredith pensó en primera persona. Ella sólo lo hacía porque su abuelo lo hacía. Pero él ya no está, y respondió esto:
-Está bien, tienes toda la razón. Porque me tengo que preocupar por alguien quien le importa una mierda. ¡Adiós Nathaniel!- Le tiró la bolsa de comida de McDonald's al suelo.
Sin pensarlo dos veces, ella se dirigió al auto y condució hasta su apartamento.
Porquería!
Ya ella no le importaba nada ya, lo único que ella hará es hacer lo que sea que le plazca.
Se dio una buena ducha caliente, tratando de pensar otra cosa que no sea hiriente. Al menos pudo pensar en la reunión de esta noche. Se reunirá con los demás, en especial con Liam. Ya hace tres años no se ven.
El sonido de su celular interrumpió sus pensamientos, apagó la ducha, salió y buscó su celular. Vio la pantalla del celular, la llamada entrante era Kris. Y esta decidió contestar.
-¡Hola Kris! ¿Que pasó?-
-¿Meredith estás de camino? Todos estamos aquí esperandote-
Meredith miró la hora del reloj que estaba en la mesa de noche a lado de su cama y era las 5:06 de la tarde.
-¡Oh rayos! Perdón, me retrasé. Dame 10 minutos y allá estaré-
-Está bien, seguiremos esperando-
-Gracias, adiós-
Meredith cuelga, se dirige al armario, y busca lo más casual que sea posible y rápido. Encontró un jean negro con rotos en las rodillas, una blusa corta strapless blanca, y un abrigo de jean azul.
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