Desperté a las doce y media de la mañana con un dolor de cabeza increíble, me preguntaba como podía seguir viva después de anoche. Mire el reloj unos segundos y se me olvidó por completo que había quedado con Laura hace como una hora en la corredera de Córdoba. Me levante con mucha pereza y salude a mis padres. Me preguntaron que donde me metí anoche, que había llegado a las una y media y no eran horas.
-Tengo diecisiete años y dentro de poco cumplo los dieciocho, creo que ya no soy ninguna niñita de mamá y papá. Podríais confiar más en mí. - dije yo segura de mi misma
A mis padres se les quedó la cara como si acabaran de vivir por primera vez una revolución importante en la historia.
Cariño no es que no confiemos en ti, solo nos preocupamos de que te pase algo estando sola en la calle a esas horas.- Mi madre como siempre intentando hablar lo más suave posible para poder aguantar el ostión que me quería dar, sin embargo mi padre...
- Sofía hija, la próxima vez que me vengas a esas horas te meto un sopapo y no vuelves a salir en la vida.- Como no, el padre encantador que casi todo hijo tiene, para mi era un cuento vaya.
- Que si, que si, que no lo volveré a hacer, ahora por favor dejadme desayunar, debía estar hace una hora en la corredera con Laura para ponernos al día
Más bien de que me recordara que pasó anoche porque yo no me acordaba de apenas donde fuimos.Me preparé un descafeinado de sobre, me lo bebí tan rápido que me dió un chungo al levantarme del taburete de la cocina. Mi casa era bastante grande, era moderna y siempre me ha encantando lo abierta y limpia que es. Fui al baño para ducharme, vestirme y maquillarme un poco por encima para quitarme las ojeras de yonki resacosa. Ya estaba preparada y mi padre, ya que tenía que hacer unos recados, me llevó al encuentro con Laura en su coche.
-Gracias papi, luego nos vemos, avisame si puedes recogerme, estaría bien no gastarme dinero en un bus hacia casa.- le dije con una sonrisita de lo más "niña buena" que podría poner.
-Luego te aviso, aún no sé cuanto tardare, ya que me ha surgido de imprevisto una reunión con mis peones y tengo que entregar varios presupuestos. Yo te doy un toque luego si veo que puedo recogerte. Ten cuidado canija.Si, siempre me decía canija, desde que nací supongo, tenia ese apodo "cariñoso" que todo el mundo me decía después de que en el primer cumpleaños que celebré junto a mis colegas a mis once, mi padre no parara de llamarme así y Laura y Sergio se les pegara la costumbre... Ese era mi apodo para los amigos/familiares
¿Quién es Sergio? Sergio era mi otro mejor amigo, era mi vecino de hace ya cuatro años y nos caímos muy bien desde el principio, era gay y siempre se ha sentido rechazado en el instituto cuando salio del armario a los dieciséis, el ya tenia diecinueve y yo fui la que le ayudó a asumir todo lo de su orientación sexual y la única que le apoyó, junto a Laura claro. Sergio es alto y muy delgado, rubio con los ojos verdes y siempre que puede se une con Laura y conmigo a contarnos como le va su búsqueda del amor de su vida. Él estaba colgadísimo de un chaval de su misma edad, Raúl.
¿En qué trabajaban mis grandísimos padres? Bueno pues mi padre era jefe de una empresa de construcción y mi madre era artista, pintaba en sus ratos libres y como trabajo era maquilladora profesional. Pintaba cuadros abstractos y algo fantásticos e incluso llego a vender algunos por un buen dinerillo
Nos iba bien, para que mentir.Llame a Laura para ver si me había esperado, aveces me preguntaba como esa chica podía ser tan paciente en la vida. Efectivamente, una vez más me esperó incluso una hora, sentada en la terraza de nuestro bar de siempre, con su cerveza en la mano, claro ella ya tenía los dieciocho y en ese bar cumplían con las normas...vaya rollazo.
- ¡Hola cariño! Ahora mismo te metería una que no te daba para otra, pero mira por donde que soy tu mejor amiga y encima paciente, lo tienes de oro conmigo...- Ella, como siempre tan cariñosa hasta cuando se enfadaba por dentro, así era Laura.
Laura tenia el pelo largo negro y era bastante más morena que yo, tenia los ojos más negros que había visto nunca y unos cuantos pearcing y tatuajes, ya que sus padres eran de lo más enrollados y además, ¿ella ya tenía los dieciocho no?
- Gracias por esperarme tía, no sé que haría sin ti.- le puse los ojos de corderito degollado y me senté enfrente suya sacándome un cigarro y un mechero de tantos que tengo coleccionados.
-Nada mujer, ¿para eso están las hermanas no?-nos llamábamos muchas veces hermanas, siempre estábamos juntas, desde los cinco años. -Para esperar a una Sofía que anda en el mundo de yupi y que es tan encantadora y tan mona que no se puede enfadar una con ella.- Puso los ojos en blanco y se rió, yo le tire un beso y le dije si quería un piti.
Llevaba fumando desde los quince años y Laura empezó conmigo, vaya que yo la enganché a esto. Pedí una Coca cola y le pedí a Laura que por favor si se acordaba de algo de anoche, que me lo contase porque yo de recuerdos estaba floja.
- Pues...tendrías que haberte visto ayer canija...- ¿Me estaba regañando?¿Enserio?
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En El Mundo De Sofía
Teen FictionSofía, una chica despistada que vive en un mundo paralelo al nuestro, pierde el control una noche Sofia pide ayuda a Laura y a Sergio, sus mejores amigos. Laura esta loca por Alex, pero Alex tiene novia Sergio esta acomplejado con su orientación sex...