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Una joven chica de cabellos blancos fue la primera en salir de la prueba definitiva para ser cazadora de demonios, presentaba algunos rasguños superficiales y uno que otro moretón, nada que fuera grave.

Dos chicas sonrientes la felicitaron y pidieron que escogiera una piedra, la que más le llamará la atención. Ella sin pensárselo mucho tomo la primera que alcanzó su mano, la chicas le dijeron que el plazo de llegada de su futura espada sería de 10 a 15 días, también le presentaron su cuervo el cual cumpliría la función de comunicarle las misiones que tendrá a lo largo de su vida.

Como en toda la conversación la joven cazadora simplemente asintió de forma tranquila y silenciosa para luego retirarse de la misma forma.

Caminó sin rumbo fijo, pues no tenía a dónde ir.

¿Le aterraba? La respuesta era clara.

Sí, a pesar de todo lo vivido ella nunca había estado tan sola como en ese momento.

Se sentó bajo un árbol para escuchar la naturaleza y los pajaritos cantar, necesitaba reflexionar y calmarse.

Suspiró agotada al ver las pocas opciones que tiene de tener una "vida normal". Un jadeo la alertó era un chico que se movilizaba junto a un palo, estaba a punto de caer pero ella lo alcanzó antes de que tocara suelo.

Pasó el brazo del chico por detrás de su cuello para que tenga aún más apoyo.

— G-Gracias, pero no es necesario — Le dio una sonrisa dolida sabiendo que ella no sería capaz de verlo.

— No te preocupes, al parecer vamos a la misma dirección — Su voz era fría, su rostro inexpresivo "mirando" algún punto del suelo, una extraña sensación sacudió el cuerpo del pelirrojo.

— Kamado Tanjirou, un gusto — Comenzaron a caminar a pasos lentos para no forzar al chico.

— Alyssa — Dijo sin más.

Mientras caminaban Tanjirou no podía evitar mirarla de reojo le llamaba bastante la atención la tela sobre sus ojos, su pelo blanco y largo añadiendo su linda piel clara.

Caminaban en silencio, él pensaba que si decía algo le molestaría, tenía muchas preguntas en su cabeza e historias que le gustaría contar para pasar el rato y conocerla más. Pero el rostro totalmente neutro de la chica y su forma de hablar de algún modo se lo impedían.

Aun así, él sabía que ella era una buena persona. Sí, lo podría oler, la pureza de su alma fragmentada.

— ¿Dónde vives? — Se atrevió a preguntar cuando pasaron lo más difícil de subir la montaña.

— Por ahí, supongo — Respondió como las anteriores veces, sin embargo su voz le gustaba mucho, era fría pero femenina y tranquila.

Tanjirou se comenzó a avergonzar por llamarle tanto la atención una chica que recién conoció.

— ¿No recuerdas dónde es? — Pregunta con amabilidad y delicadeza.

— Sí — Responde con su cabeza inclinada hacía el suelo y su voz fría.

El chico se quedó pensando y luego sonrió fugazmente, pues había encontrado una pregunta que no puede responder con "Sí" o "No".

— ¿Qué hacías por acá? — Preguntó más animado esperando más de 5 palabras de la chica.

— Nada — Su cara cambió de color a una pálida, su boca entreabierta y sus ojos abiertos de la sorpresa. Ya había deducido que era fría pero no tanto, miro al lado contrario de la chica desanimado.

Había silencio, estaba comenzando a anochecer, los pájaros se iban a sus nidos, los animalitos a sus casas. Un suspiro salió de la boca del chico, estaba agotado.

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⏰ Last updated: Apr 01, 2020 ⏰

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Oscuridad. [Kamado Tanjirou]Where stories live. Discover now