Treinta y tres.

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Una semana ha pasado de eso, y mi relación con Mateo, se ha ido deteriorando un poco. Lo que me da a pensar muchas cosas y no son nada buenas.

Le he dejado unos mensajes, pero, no me ha contestado, llevo la semana fatal. En la escuela ya he suspendido tres exámenes de los iniciales.

Entonces es ahí que la voz de Valen me saca de mi ensoñación.

-Boluda, no das más. Es un gil.- Dice cuando al fin llegamos a casa.

-No le digas así, solo no sabemos qué es lo que le pasa. No hay que juzgar a las personas y menos y si trata del no "novio" de tu amiga.- Hablo media decepcionada por no recibir nada de parte de él.

-Y si, es un boludo, un gil, un tarado, un hijo de mil, y muchas cosas más que no te puedo decir.- Su expresión cambia por segundos al ver su celular. Un mensaje de, no sé quien.

-¿Quién es?

-Nadie- murmura girando a un lado su celular.-

-¿Quién mierda es Valentina?- La llamo así porque sé que le molesta muchísimo.

-Te dije que nadie, estúpida.- Me mira con desaprobación y yo frunzo el ceño.

-¿Y ahora que coño te pasa? Si se puede saber.- La observo y cada una de sus fracciones se tensan.

-Vayamos a casa, te cuento después.- Dicho eso abre la puerta de su casa empujándola cuando saca la llave de la cerradura.

Mis padres saben que después de la escuela estoy con Val, lo que eso no me preocupa. Me preocupa la reacción que ha tenido al ver el mensaje, o lo que sea que haya visto. Y me preocupa a un nivel descomunal, porque esa cara la puso cuando se enteró que su prima estaba en el hospital enferma.

Ella va a la cocina a por algo de comer y yo busco el mando a distancia por el sofá, al no encontrarlo me paro y busco por todo el living, está todo realmente desordenado po eso no lo encuentro. Es como buscar una aguja en un pajar, Santo Dios.

-¿Se puede saber dónde narices está el puto mando?- Voceo para así captar la atención de Valen.

-Y no sé, busca por el sofá.- Hago una mueca al saber que diría que buscase por ahí.

-¿Y dónde crees que he buscado primero?- Voy a la cocina para buscar por ahí.

-¿Miraste en el cesto de la ropa que hay al lado de la puerta de Nacho?

-Sí, ¿por qué nunca recogéis las cosas? Sois unos puercos.

-Y si, así es Ignacio. Lástima de la mujer que decida casarse con ella.- Mira al techo dando exageración a lo que ha dicho.

-¡Joder! no está por ningún sitio.- Exclamo gritando cansada de buscar por toda su casa.

-Joder- me imita -¿Buscaste en la pieza del orejón?- habla divertida.

-No y no pienso entrar ahí. Hace mucho que no hablamos.

-Ay, no seas exagerada. Estoy segura de que está allá. Anda a su pieza y lo traes que quiero mirar la serie.

-Okay, está bien, pero solo porque quiero verla, ah.

Ella no dice nada y sigue haciendo la comida, realmente tengo miedo de que incendie toda la cocina y que eso vaya por toda la casa, entonces habré muerto antes de ir con Val a un concierto de su cantante favorita. Y aún muerta me sentiría culpable por no haberlo hecho y ni muerta podría descansar en paz.

Abro la puerta como Pedro por su casa, pero lo que no me esperaba es...


🥀🥀

HOLA!!!

Sé que llevo bastante tiempo sin actualizar, tengo bastantes proyectos y cosas en la mente, solo digo que estoy escribiendo algo muy significante para mi en el borrador.

Sinceramente.

Este capítulo me ha gustado bastante, pero apuesto a que no os esperáis lo que pasará.

Bʀᴏᴋᴇ- TʀᴜᴇɴᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora