Una Segunda Oportunidad

Capítulo XVI: Protegeré Tu Sonrisa.

Capítulo XVI: Protegeré tu sonrisa.

La oscuridad de la madrugada ya había cubierto a todo el País de las Olas, eran aproximadamente las cuatro de la mañana y el rubio ya se encontraba despierto y preparado, echando una última mirada al mapa.

- Según el mapa la isla está a pocos kilómetros de aquí, quizás a unos veinte minutos, una hora si intento cruzar el mar corriendo, aunque puedo cruzarlo con uno de los sapos para evitar que me detecten... - Pensaba para sí mismo el Uzumaki, mientras guardaba el mapa nuevamente en su mochila. Al abrirla pudo observar dentro la antigua bandana azul de Konoha que le pertenecía a Sakura – Sakura-chan, finalmente hoy te sacaré de ese infierno, te lo prometo – Susurró en su mente mientras veía la bandana con determinación, para luego salir de la habitación, encontrándose a Inari en el pasillo.

- Naruto... ¿Ya debes irte? - Preguntó, observando a su rubio amigo.

- Si Inari, debo marcharme ahora para seguir con mi misión... - Contestó, intentando no hacer mucho ruido para no despertar a Tazuna y a Tsunami – Muchas gracias por todo amigo, espero volver a verlos pronto – Susurró con una gran sonrisa.

- No tienes que agradecernos por nada Naruto, tú nos ayudaste mucho en su momento... Estamos muy contentos por ayudarte a ti, y también espero que nos reencontremos pronto... - Comentó Inari, mientras acompañaba al Uzumaki hasta la puerta del hogar.

- Despídeme de Tazuna y de Tsunami-san y cuídense mucho Inari... - Musitó, despidiéndose del joven.

- Lo mismo digo Naruto, salúdame a Kakashi-san, Sasuke-san y a Sakura-san de mi parte – Respondió, mientras observaba como el rubio comenzaba a marcharse.

Así Naruto se marchó del lugar con el objetivo fijo de rescatar finalmente a su antigua compañera. Comenzó a saltar por los tejados de las casas del lugar, casi por diez minutos, realmente esa aldea había crecido muchísimo en comparación de la última vez que la había visitado. Al llegar a la costa, pudo observar a lo lejos a la Isla donde se encontraba la guarida donde estaba cautiva la pelirrosa.

- Allí esta... - Susurró para sí mismo, sin dejar de observar aquella isla, luego se mordió su pulgar y usando su sangre comenzó a formar sellos, para luego poner su mano en el suelo - ¡Kuchiyose no Jutsu! (NA// Técnica de Invocación) – Musitó, creando una nube de humo, invocando a un pequeño sapo.

- ¡Hola Naru-chan! - Exclamó alegremente el sapo.

- Hola Moguri, necesito tu ayuda para cruzar el mar hacia aquella isla – Comentó el rubio señalando aquel lugar.

- Claro Naru-chan, no hay problema, tú solo haz el Jutsu, podré cruzarlo en diez minutos. - Contestó, mientras daba un salto hacia el agua.

- Gracias Moguri – Agradeció, mientras terminaba de formar sellos – Gamagakure no Jutsu (Técnica de la Ocultación en un Sapo) – Susurró, mientras comenzaba a entrar dentro del sapo.

La característica del Sapo Moguri era que contaba con un estomago hueco por dentro, por lo que el rubio podía entrar cómodamente, además dicho estomago contaba con una barrera que permitía que ningún ninja del tipo sensor sea capaz de identificar al Jinchuuriki.

Ya con Naruto en su estómago, el sapo Moguri se sumergió hasta el fondo del mar y comenzó a nadar rápidamente en dirección hacia aquella isla. En verdad el pequeño sapo nadaba a una velocidad increíble para su tamaño y en pocos minutos ya había llegado a su destino. Rodeó la isla, buscando el lugar más alejado para emerger hacia la superficie y expulsar al rubio de su cuerpo.