Cap. 2

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- ah, ah... Levi... Mmgh, aaaah... Te amo Levi... Demasiado, kgs!!...

-¡Mmmm..!! Far-Farlan aah... Y-yo... También te amo, te amooo aaaah...

-... Ngh, m-me corro... Aah!...

-aaah!!!...

Sudando frío, se levantó de un salto, quedando sentado en la mullida cama; con tal repentino acto, el soldado asustó así a su acompañante.

-papá, ¿que sucede? ¿Otra pesadilla? - Favi estaba con su sudadera blanca y un pantalón negro.

-Favi...¡arg! - se agarra los cabellos negros- no, bueno sí, fue otra pesadilla.

-toma- le entrega un vaso con agua, siendo su hija, ya conocía perfectamente a su padre- aún quedan pastillas para la cabeza, tómalas.

-gracias- bebe ambas cosas- ¿de nuevo me trajiste a la cama?

-¡por supuesto! Sabés que odio que duermas en esa silla de madera- sin darle más vueltas al asunto, Favi salió del lugar para luego traerle el desayuno a su progenitor.

Ahora sabemos que Favi, obviamente es igual de fuerte que Levi, solo con la diferencia de que ella aún no despierta su poder. Aunque lo haya intentado en varias ocasiones, no lo a logrado.

-¿hoy irás al pueblo? - preguntó su padre, tomando su té.

-claro, iré en caballo, no quiero caminar- al lado contrario de la cama y del hombre, estaba la chica tomando su desayuno también.

-eres una mocosa floja y callejera ¿lo sabias?

-¡Hey!, es mi día libre, y no, no soy floja ni mucho menos callejera.

Luego del desayuno, Levi tomó un baño y Favi salió a dejar las bandejas a la cocina. Minutos después de que ella llegará de nuevo a la habitación, vió salir a su padre ya preparado; fue entonces que tomó su bufanda destrozada y la acarició delicadamente con sus pálidas manos. Levi se acercó hasta quedar cerca de ella.

-Odio a esa estúpida.

-Eso no importa... ¿Ya te vas?

-¿ah? Acaso me estas hechando? -se hace la ofendida.

-no cariño, yo no haría eso, jamás.

-vale, vale, jajajaja, te veo luego entonces- le besa la coronilla de su padre- nos vemos.

Salió de la habitación, seguido de las escaleras, para luego del Castillo; llegó a las caballerízas para preparar a su caballo gris. Tomó un bolso que colgaba del poste  y sacó una capa negra, que se la colocó con todo y capucha.
Saco al caballo, y se montó a éste de un salto y tomó las cuerdas lista para irse.

-¿a donde vas? - antes de salir corriendo de lugar, le sorprendió escuchar a Eren.

-oh, Hola Eren... Pues voy al pueblo.

-ya veo, ¿y el capitán? - para ella, esas preguntas era normal, ya que Eren admiraba a su padre. ¿Y quien no?.

-Él se quedó haciendo limpieza, supongo, ya sabés como es ¿que necesitabas?.

-¿puedo acompañarte?

-Eh? Si necesitas que te traiga algo, dime sabés que con gusto lo haré.

-es que... Quería salir un poco, estoy muy encerrado últimamente- triste de veía el chico Titán.

-mmm... Esta bien, no se porque habria problema. Después de todo, es nuestro dia libre, vamos, sube- una mano fue que le brindó Favi a Eren que con gusto recibió para luego tirar de ella y montar al caballo, detrás de ella. Salieron del Castillo con rumbo al pueblo.

La Hija del CapitánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora