¿Homicidio?

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.•°●》EN OTRO LADO《●°•.

_Todoroki-kun, no puedo aceptar tus sentimientos_ una sencilla frase que rompió por dentro al bicolor.

_Pero si somos destinados es obvio, ¿no?

_Pero yo no lo acepto, lo lamento mucho Shoto, pero no puedo estar contigo. Tal vez por ser amigos por años y todo, incluso pienses que es una manera muy tonta de decírtelo pero... no puedo aceptar tus sentimientos, lo siento. Estarás confundido._ recibió una negativa_ eso no confirma mis sospechas, pero lo lamento, tenía que hacerlo porque yo... no quiero ser parte del destino.

Con eso dicho se retiró cerrando la puerta de su hogar en el rostro del peliblanco con delicadeza.

Ambos estaban destrozados, como saben, la mayoría de los destinados no encuentran el final del hilo o su pareja predilecta para ellos por el acontecimiento de All For One hace meses, dando muerte y esclavización a casi toda la población, quitando y heredando a otros nuevos poderes de los cuales servirle a él.

En estos casos, la mayoría de la población los que predominan son los detectores siendo incapaces en cantidad de encontrar a su destinado. Y que tu receptor te niegue es un golpe duro.

Con esas palabras dichas por el peliazul, decidió no insistir más. No hay vueltas más que dar a ese tema, lo único bueno es que aquella tarde donde se lo dijo, pudo probar aquellos adictivos labios.

Se dirigió a su hogar siendo recibido por Fuyumi y Natsuo -sus hermanos- cocinando por lo que pudo identificar era Sashimi.

_Buenas tardes, Shoto. ¿Cómo te fue?

_Hola hermano, ¿y esa cara?

_Nada malo, sólo necesito tiempo. ¿Le falta poco o les ayudo a cocinar?

_No te preocupes ya está, sírvete y cuéntanos qué pasó porque tu mirada no brilla como la de ayer.

_..si

Entre ellos comenzaron a comer de buen gusto al principio, al menos para los mayores, el de ojo bicolor era un poco raro aunque reconfortante. Casi al terminar decidió sacar el mismo el tema, su hermana le daba su espacio para ese tipo de cosas personales.

_Como saben, ayer me confesé a alguien y pues...me rechazó. Solo eso.

_Que mal, Shoto. Lo lamentamos mucho, pero como sabes, algunos son bendecidos por encontrarlos y uno no puede interferir.

_Tiene razón Natsuo, Shoto. No puedes interferir entre ellos.

_Ya veo, gracias por la comida.

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_Gracias por la comida_ exclamaron la familia Uraraka con entusiasmo por lo servido en la mesa.

_Te quedo muy rico, mamá_ felicitó la menor de dicha familia con alegría por la sopa de miso.

_No tenías que decirlo, hija.

Comieron degustando la buena sazón de la señora, siguieron en silencio cómodo para ellos hasta que levantaron los platos y comenzar a ponerse al día después de tanto tiempo.