capitulo dos

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Después del día que pasé espiando al chico rubio y a Summer, no sé cómo explicarlo, pero mi curiosidad por ellos aumentó. Cada vez que podía, escuchaba sus discusiones, ya que era habitual que ella saliera, regresara a medianoche y discutiera con él.

Podía notar cómo esa rutina los tenía desgastados a ambos, y mi curiosidad seguía creciendo. ¿Eran pareja? ¿Dónde salían? Nadie parecía notar que Summer estaba cada vez más delgada, más pálida y con ojeras cada vez más grandes.

Era domingo y desperté gracias a la luz que entraba por la ventana. Luego de eso, Rebecca vino a mi habitación para avisarme que íbamos a desayunar fuera de casa. Después de varios cafés, todavía necesitaba más, estábamos en un club ecuestre. A pesar de mi mal humor, el día lucía hermoso.

Después de horas escuchando las anécdotas de luna de miel de mi papá, decidí escapar a una pequeña biblioteca. Me puse a mirar los libros de romance hasta que alguien me susurró al oído.

—Me gusta mucho Harry Potter —salté y me giré para ver de quién se trataba. Me sorprendió ver a un chico alto con cabello rubio, el típico chico atractivo. Aunque hablaba sobre películas y menospreciaba los libros, no pude evitar preguntarme, ¿por qué hablaba tanto?

—Por favor, dime algo, o si no, no podré parar de hablar.

Dejé el libro que tenía en las manos y seguí caminando, realmente no me interesaba hablar de libros o películas. El chico me siguió incansablemente.

—Me llamo Emily —dije, sintiendo náuseas por el dolor de cabeza—. Soy de aquí pero vivo en otra ciudad. Por favor, ¡cállate!

El chico, llamado Ashton, se sorprendió, pero luego sonrió. Me quedé helada, ¿qué debía decir? Me di la vuelta y salí de la biblioteca, chocando con Summer, quien se enfureció al ver a Ashton tras de mí.

—¿Tan rápido buscando otra presa?

—¿Disculpa? —pensé, ¿quién se creía?

—No te tengo que dar explicaciones —respondió el rubio detrás de mí.

—¿Le harás lo mismo? —al decir eso, sentí una gran tensión entre ellos y una guerra de miradas. Intenté irme poco a poco, pero Summer tomó mi brazo y me advirtió que tuviera cuidado con él.

Pasamos la tarde en el club ecuestre, mi papá me enseñó a cabalgar, pero mi mente estaba distraída. ¿Cuándo había llegado esa chica? No la había visto en casa ni en las comidas. Seguí caminando hasta llegar a un jardín de fresas y tomé una cesta para recolectar.

—¿Es tu hermana? —volví a saltar al escuchar su voz.

—¿Me estás acosando? —lo enfrenté, y él sonrió.

—Quisieras, solo te encuentro en los lugares que visito con regularidad —dijo acomodando su cabello.

—Ajá —espeté, este chico pensaba que había nacido ayer.

Me di la vuelta y seguí caminando. Él volvió a seguirme.

—Pero contéstame.

—No, su madre está casada con mi padre.

Él se quedó callado, y cuando me volví para verlo, ya no estaba. Me pareció extraño, pero no le di importancia.

De vuelta en casa, mi papá me llamó, y luego estábamos en casa. Subí a mi habitación y allí estaba el chico rubio del club ecuestre. Me quedé helada, ¿qué hacía allí? Intenté gritar, pero él fue más rápido y tapó mi boca.

—Solo estoy visitando a Summer y quise comprobar que vivían juntas —dijo rápido. Lo miré con cejas fruncidas. ¿Qué le pasaba?—. No sé cómo alguien puede vivir tranquila bajo el mismo techo que ella.

Soltó su mano, y le pedí que saliera de mi habitación. Él sonrió y asintió.

Cuando me quedé sola en la habitación, suspiré. Qué día tan largo y aún no terminaba. Después de un rato, volví a escuchar gritos, pero esta vez venían de la habitación de al lado. Esos dos no pasaban ni un minuto sin discutir.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2023 ⏰

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