capítulo uno.

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Suspiré profundamente después de un largo vuelo. Había pasado tanto tiempo desde mi última visita a Wirendor. Tres años viviendo en otro lugar habían transformado completamente mi vida. La niña que era cuando salí de Riverside ya no existía, y sentí una profunda nostalgia al darme cuenta de que nada sería igual. Ahora me sentía como una forastera en el pueblo que solía ser mi hogar.

Después de un vuelo agotador de seis horas, en el aeropuerto solo deseaba llegar a la casa de mi padre para poder descansar.

Verlo de nuevo me hacía sentir nerviosa. No había tenido ningún contacto con él hasta hace unos días, cuando me pidió que regresara para poder reconectar. Quería que presenciara su proceso de recuperación después de su larga lucha contra las drogas. Estaba orgullosa de él, por lo que no dudé en aceptar sin reservas.

Mientras caminaba por el aeropuerto, vi un pequeño cartel con mi nombre y reconocí a mi padre sosteniéndolo. Tenía una sonrisa en su rostro y los ojos llenos de lágrimas. Sin pensarlo dos veces, corrí hacia él y lo abracé con fuerza. Había extrañado tanto su cálido abrazo. Me hizo sentir como si finalmente estuviera de vuelta en casa.

—Hija —susurró entre sollozos—, ha pasado tanto tiempo. Perdóname por todo lo que te hice pasar. Simplemente no supe manejar lo que ocurrió, y fuiste la más afectada.

Me quedé en shock por un momento. Había esperado esas palabras durante mucho tiempo.

—Está bien, papá. La separación nos sirvió a ambos —respondí con una sonrisa, reconociendo que la distancia nos había ayudado.

—Vamos, nos esperan en casa —dijo.

Me sorprendí un poco y pensé que había escuchado mal, pero no, efectivamente dijo que nos esperaban en casa.

Durante el viaje de regreso a casa, mi padre me contó sobre su nueva esposa y su hija, que tenía aproximadamente mi edad. Estaba impactada, pero traté de mantener una expresión neutral. Les felicité y mi padre se alegró. Luego, la conversación continuó mientras intentaba superar mi incomodidad.

Finalmente, después del largo viaje por el hermoso pueblo, llegamos a la casa donde pasé mi infancia. Sentí una mezcla de emociones al recordar a mi familia, que había sido separada y herida por el destino.

La casa estaba igual que antes, a excepción de algunos pequeños cambios en la cerca y el jardín. Mi padre me dio una sonrisa reconfortante y bajó mi equipaje. Me quedé en el auto, sintiendo nostalgia, y mi padre tocó la ventanilla con el pulgar.

—Te daré tu espacio —dijo con una dulce sonrisa—. Te espero adentro.

No sabía qué hacer. Mi corazón latía descontroladamente, como si quisiera escapar de mi pecho. Tenía miedo, y mi respiración se volvía agitada y entrecortada. Me preguntaba por qué me sentía así cuando estaba a minutos de casa. Sentí una opresión en el pecho que dificultaba la respiración. Me pregunté qué debía hacer, mientras mis manos sudaban y un cosquilleo recorría mi cuerpo. Poco a poco, perdía el control de mis piernas y de mi cuerpo. Mi vista se volvía borrosa por las lágrimas, y sentí que estaba perdiendo la noción de la realidad. El miedo se intensificó, y parecía que el mundo se había reducido a una esfera claustrofóbica.

Después de varios minutos de una intensa lucha interna, mi respiración se calmó gradualmente, mi ritmo cardíaco volvió a la normalidad y mi mente se aclaró. Suspiré con alivio.

—Estoy bien, estoy bien —me repetí mientras abría los ojos. Me di cuenta de que todavía estaba en el auto y reuní el valor necesario para salir.

Toqué la puerta, que se abrió sola. Así que entré con cierto temor y me dije a mí misma: "Vamos, Emily, puedes hacerlo".

—Estamos en el comedor —escuché gritar a mi padre. Cerré la puerta y me dirigí hacia él.

El comedor seguía igual que en mis recuerdos. Mi padre se levantó, acompañado por una hermosa mujer. No era muy alta, tenía cabello rubio y ojos marrones, lucía un labial rojo y se acercó a mí emocionada.

—No sabes cuánto esperé conocerte —me abrazó mientras yo estaba un poco aturdida. Me reprendí mentalmente por no reaccionar más rápido.

—Eres muy hermosa, Emily. Espero que nos llevemos bien —dijo.

Sonreí y mi padre me la presentó como Rebecca, su esposa.

—Un placer conocerte, Rebecca.

—Llámame Rebe —sonrió ella, dirigiéndome a la mesa—. Siéntate, quiero que me hables de ti —añadió con una sonrisa que me hizo sentir más cómoda.

Durante la cena, compartimos historias sobre cómo se conocieron y hablé sobre mis viajes. Me sentí cada vez más cómoda, y mis nervios y miedos desaparecieron gradualmente. Mi padre mencionó a su hija, Summer, que tenía un estilo rockero y se había ido con amigos después de una breve aparición.

—Ella es Summer, mi hija.

Sonreí y mi padre me informó que mi habitación seguía intacta. Agradecí por la comida y me retiré a mi alcoba, que estaba exactamente igual que antes. Mientras organizaba mis cosas, hablaba por videollamada con mi mejor amiga sobre la comida y la sorpresa de mi padre. Fue entonces cuando pude sincerarme acerca de cómo me sentía respecto a que él me hubiera ocultado su matrimonio.

—No me invitaron a la boda —murmuré decepcionada.

Ashley, mi amiga, me escuchó y me consoló. Hablamos un poco más hasta que me di cuenta de que ya era de noche. Me acerqué a la ventana y contemplé el hermoso cielo estrellado iluminado por la luna llena.

—Es tan hermoso —murmuré. Sentí la brisa y cerré los ojos, disfrutando del momento de tranquilidad.

Sin embargo, pronto algo más llamó mi atención. Escuché música, pero si prestaba atención, también podía escuchar gritos. Miré hacia abajo y vi a un chico sosteniendo a una chica. Reconocí a la hija de Rebecca. ¿Estaban discutiendo? Me pregunté si serían pareja. Luché contra mi curiosidad y me regañé mentalmente por ser chismosa.

La discusión se volvía cada vez más intensa. Estaba tan absorta que tenía la mitad del cuerpo afuera de la ventana. Pero entonces, el chico me miró directamente a los ojos y sonrió de una manera que me hizo sentir incómoda. Rápidamente, cerré la ventana, sintiendo mi rostro arder. Lo último que escuché antes de alejarme fue un fuerte "¡Vete al carajo!" seguido de un portazo proveniente de la puerta principal de la casa.



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¡Hola!

Quiero compartir una pequeña nota.

Esta historia fue escrita hace algún tiempo, pero recién ahora la estoy publicando.
Se trata de un borrador, por lo que es posible que encuentren errores ortográficos en ocasiones y quizás haya algunas inconsistencias en la trama. Agradecería mucho si pudieran proporcionarme sus opiniones para poder mejorarla.

El prólogo que leyeron se desarrollará más adelante en la trama.
Actualizaré los martes y algunos domingos.

Les agradezco por darle una oportunidad a esta historia y espero que la disfruten.💜💜

la chica del árbol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora