Prodigio

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- Es increíble, no puedo creerlo. De seguro él le pidió a Dumbledore que hiciera esto... - reprochó con enojo la rubia.

- Deberías estar feliz, entrarás adelantada, podrás ser la mejor de la clase como tú hermano. ¿Acaso has dejado de lado tus ambiciones académicas? - Barty era dulce y amoroso con Annie, desde que había vuelto, se propuso a darle lo que él nunca había tenido y pronto, se transformó en su sombra. Pasaban juntos todo el día y estudiaban tanto que habían tenido que inventar un sistema de evaluación. 

Si uno perdía, tenía permitido castigar al otro.

Aunque fuera una oferta tentadora, fueron pocas las ocasiones en las que tuvieron derecho a reclamar ese derecho. No era solo que ambos fueran inteligentes, sino que se conocían muy bien entre sí. Cuando iniciaban las pruebas, era normal hacerse trampillas para comprobar que el otro hubiera estudiado realmente, su hermana estaba decidida a ser extraordinaria y era difícil hacerla caer en engaños. 

Barty en cambio, subestimo un poco la sabiduría de su pupila y un buen día, se despertó con orejas y cola de zorro. Al año siguiente, Annie se esmeró más en su trampilla y logró convirtió en gato. Cuando su padre volvió y vio al animal casi le da un ataque, temía que aquel fuera algún animago enviado por el ministerio infiltrándose en su casa.

- No quiero dejarte aquí solo con él, tú sabes cómo será eso- él la contuvo en sus brazos, odiaba verla llorar, era perder una batalla ver esos hermosos ojos verdes diluviar. Como el caballero que era, le entregó su pañuelo de bolsillo.

- No temas por mí linda, he vivido, luchado y te he dado lo más valioso que poseo, mi mente. Voldemort retornará y me dará mi recompensa. A su debido tiempo, volveré a ser libre hermana. Tan libre que ni siquiera padre o el propio Dumbledore podrán detenernos, porque juntos, seremos invencibles-

Su hermano le enseñó e inculcó sobre todas las atrocidades por las que los magos habían padecido a lo largo de la historia, le habló sobre todos y cada uno de los traidores de la sangre y había logrado que esta fuera una purista más. Aunque que solía disimular en las reuniones sociales, no lo ocultaba en absoluto al chismosear con su hermano. 

Annie ahora no solo quería dar orgullo a su hermano, sino también a sus pares sangre pura.

- Nada me haría más feliz que verte como la mejor estudiante de Hogwarts, no tienes idea lo orgulloso que estaría de ver cuán buena hermana tengo. Además, si luego quieres unirte a la causa, tendrás que ser una rival competente y se que te transformes en una gran duelista -

- Manipulador... -

- No más que tú... -

La noche llegó sin pena ni gloria mientras ambos se tomaban un descanso de sus estudios. Juguetear con artículos de bromas era algo que solían hacer seguido, la tienda de Zonko era de sus lugares favoritos. 

Winky jugueteaba con ambos apareciendo y desapareciendo por aquí y haya, habían colocado música mientras tomaban té comiendo galletas de mantequilla. La fiesta se interrumpió cuando su padre entró en la mansión, la sala en la que se encontraban estaba arriba en el segundo piso, pero la elfina ordenó todo antes de que este pudiera decir algo.

- Annabelle, mañana a primera hora irás de visita a al castillo de Hogwarts para que tomes tú prueba - soltó sin más - Estoy muy ansioso de ver tus resultados, sería todo un honor para nuestra familia que pudieras aprovechar una oportunidad así, espero mucho de ti y de la educación que te ha dado tu hermano -

¿Bartemius dando un leve halago a su hijo? Eso era nuevo, pero era entendible que al menos por una vez en su vida valorara a su primogénito. Se retiró nuevamente dejando sobre la mesa una caja, esta pertenencia a la menor y entregó en mano una más pequeña a Barty.

Agradecieron y este se fue a su habitación volviendo a dejarlos solos.

-¿Si sabes que si no fuera por el esfuerzo lo pondría en una caja y haría poción multijugos con él?- sonrió Barty.

-Tanto como tú sabes que sería muy feliz de que lo hiciéramos- respondió sin titubeo alguno- Vamos, muéstrame que tienes ahí-

Ignorando su caja por completo, obligó a su hermano a ver lo que le habían dado, el la abrió sin mucho entusiasmo, tal fue su sorpresa al ver un nuevo reloj de bolsillo en sus manos. Podía ver su reflejo en el oro de tan pulido que estaba el objeto, la cadena relucía de igual modo y este tomó aquello como una suerte de compensación por su trabajo como docente más que como un regalo de su padre.

- Es hermoso - él se paró frente a su hermana, hoy usaba chaleco de terciopelo azul y camisa bordo.

- ¿Me ayudarías a ponérmelo? Cuando tengas tu propio esposo, debes saber cómo hacerlo - La chica tomó el artefacto entre sus manos y luego de colocarle la cadena, enganchó este a la argolla de su chaleco y lo guardó en el bolsillo. Se veía increíble y relucía tanto como en las historias de duendes y dragones codiciosos que solían leer - Excelente, ahora veamos que trajo para ti -

Barty trajo la caja frente a ella y esta la abrió con algo de curiosidad dado que él regalo de su hermano había sido muy bonito.

- ¿Y esto? - preguntó sacando una prenda, era una vieja túnica de Hogwarts.

- Eso hermana, es mi uniforme de cuando ingresé a Hogwarts - ella lo observó con ternura y comenzó a revisar todo lo que había. Entre ello, algunas fotografías de su hermano en el instituto, corbatas, exámenes, sus honores y algunos diarios. Era increíble todo lo que él había logrado en su carrera académica. Bajo todo aquello, había una caja igual a la que había recibido su hermano.

- Un relicario de oro - dijo su hermano al observar el objeto.

- Es casi igual a tu reloj, mira, la cadena es apenas diferente por la rosa en el gancho - el extendió su mano y cuestionó: "- ¿Me permite señorita? -·"

Hoy lucía un vestido verde, combinaba perfecto con el relicario, su hermano tomó con cuidado la pieza y la enganchó en su vestido, guardándolo en los bolsillos del mismo.

- Vamos a juego- sonrieron ambos- Ahora solo necesitamos dos fotos, una para mi reloj y otra para tu relicario -

The Blood Can Kill YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora