—Mientras escribo esto sólo puedo pensar en una cosa, la noche es más oscura que la anterior, mientras el silencioso sepulcral se hace presente.
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Las creencias ancestrales nos dicen que en los funerales las personas se vestían de negro como medio de camuflaje, esto era debido a que se realizaban de noche, pero ¿Porqué?
Pues resulta que se corría el riesgo de que el alma del muerto aún anduviera deambulando en busca de un cuerpo que poseer para aferrarse al mundo de los vivos.
Déjeme decirles que esto es real.
Bueno, casi.
En realidad era más que eso. Se hacía para que el ángel de la muerte no se llevara también el alma de ese pobre individuo débil que se dejó poseer.
— Pobre chica— Murmuraban unas figuras completamente vestidas de negro.
— Tenía tan solo veinte años— Susurraban más figuras.
En medio de la noche espectral, se estaba realizando un entierro. Toda persona en aquel lugar se confundía con la oscuridad. Nisiquiera la luz de luna los acompañaba aquella noche.
— Dicen que se volvió loca—.
— De seguro fue por todos esos cuentos que su hermano escribía—.
— Hablando de él ¿Donde está?—.
De repente, como si aquellos murmullos lo hubieran llamado, una de las figuras se quitó la capucha, revelando una rubia cabellera que apenas era visible debido a la falta de luz.
—¿Acaso estás loco? El ángel de la muerte puede llegar en cualquier momento—. Murmuraba una voz femenina mientras el joven se quitaba completamente el abrigo negro, dejando ver ropas totalmente blancas.
Aquello llamó la atención de todos ¿Es que acaso el joven no temía por su alma?
Sin que ningún ojo humano pudiese notarlo la figura de una joven rubia, con rasgos finos iguales a los de su hermano se acercó desesperadamente al chico vestido de blanco. Lanzando gemidos y gritos de dolor luchó contra el joven hasta que logró su objetivo, poseerlo.
Mientras el cuerpo del joven caía desmayado, logrando alterar a los presentes. El alma del rubio yacía a unos metros de su cuerpo.
— Descuiden estoy bien— Habló mientras se frotaba la cabeza.
De repente abrió los ojos encontrándose confuso al ver que nadie iba a socorrerlo. Pero lo que terminó por dejarlo atónito fue cuando observó su cuerpo unos metros más allá mientras las figuras trataban de ayudarlo a despertar. Para sorpresa de cualquiera que estuviese observando, el joven no se horrorizó como lo hubiese hecho una persona normal. Él sonrió lleno de emoción.
— Entonces si mi teoría es cierta, el estará aquí muy pronto—.
A lo lejos se pudo escuchar el grave sonar de una campana, la primera que indicaba la media noche.
— Rápido, tenemos que llevárnoslo antes de que llegue el ángel de la muerte, o podría ser muy tarde para él—.
Y mientras esas palabras eran dichas, y sin que ningún ojo humano pudiese presenciarlo. De entre los lugares más ocultos de la inmensa noche, una figura se fue formando a medida que las campanadas eran escuchadas . Con un gran humo negro, oculto en una gran capucha, más negra que la obscuridad yacente en el lugar más recóndito del cementerio, empeñando en su esquelética mano derecha, una guadaña fabricada con los sueños y últimos suspiros de las primeras almas recolectadas. El ángel de la muerte hizo acto de presencia.
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Conversaciones del más allá
Short StoryEn el medio de la noche la sinceridad se hace presente. Nadie tiene miedo a mostrar su verdadero ser entre la oscuridad. Nisiquiera la muerte. • Historia 100% mía, se prohíbe la copia total o parcial de la historia. (No al plagio crack búscate...