Cáliz

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¡Hey, hey, hey! Vengo aquí a dejar mi fanfic que acabo de terminar como regalo para nuestro amado Arisugawa Dice...Bueno, claro que es mentira, es para nuestro amado escritor mentiroso de Flong Posse, Yumeno Gentaro; que aunque sé que es un pj de ficción espero que tenga un muy feliz cumpleaños.

Este fic tiene MUCHAS referencias a Stella y Utena (la última canción de Gentaro), de hecho, mientras escribía las escuchaba así que espero les guste, también debo avisar que tiene datos del último CD Drama de Fling Posse, por si no lo han leído/escuchado, habrá spoilers de eso; bajo aviso no hay engaño ¿Vale?

Ya saben, si dejan fav, review y comparten seré la persona más feliz del universo.

Todos los créditos a King Récords y la imagen a rororoiyu767 (en twitter).

Sin más por el momento, espero lo disfruten y ¡Gracias por leer!

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Trazando una letra tras otra con la tinta que goteaba de su pluma fuente en el papel, tratando de hilar letras para formar palabras, palabras para formar oraciones, oraciones para formar párrafos, párrafos para formar capítulos, capítulos para formar historias e historias para... ¿Para qué? Originalmente era para su hermano pero ahora realmente ya no entendía o sabía.

¿Para qué o quién escribía?

Solo sabía que ensuciaba esas pálidas hojas blancas con mentiras que salían de su mente, esperando llenar o pintar algo aunque no supiera exactamente qué ¿Las hojas o su corazón? No sabía pero ambas estaban dolorosamente vacías y blancas, esperando angustiosamente por algo que les diera color.

Era algo tan difícil de dilucidar entre la niebla que nublaba sus pensamientos mientras estaba sentado junto al hombre postrado en la cama del hospital otro día sin dar señal alguna de despertar, solamente viviendo al ritmo que el electrocardiograma marcaba constantemente con un "Beep" incesante al que ya se había acostumbrado escuchar.

El viento que se coló por la ventana le hizo despertar de entre esa nada que le absorbía en su interior, parpadeando un par de veces para regresar de entre su retorcido país de las maravillas por el espejo que lucía inmaculado en esa blanca cama con los ojos cerrados y el suero goteándole lo necesario para vivir, cual vegetal en huerta esperando la primavera para florecer...

Primavera ¿Eh?

Subió su verde mirar a la ventana entreabierta donde divisaba un gracioso árbol de ciruelos florecer, dispersando sus pétalos recién abiertos gracias a las ráfagas de viento, cayendo unos cuantos al piso de esa blanca y estéril habitación que se sentía helada a pesar de haber una temperatura cálida en el exterior, dando algo de color a la monocromía etérea del lugar.

Se levantó de su banco y fue a cerrar la ventana, no quería que entrara tierra y las enfermeras le regañaran por dejar el lugar tan sucio, sin embargo, antes de cerrar la ventana, pudo divisar una cigarra que se posó por unos momentos en su mano de manera suave y gentil antes de seguir su camino a la muerte inminente que le esperaba en cualquier segundo, provocando una pequeña risilla en el castaño debido a que esa cigarra desperdició valiosos segundos de su vida para posarse en su mano y luego volar, quizá emprendiendo el último vuelo de su corto y efímero vivir.

Cerró la ventana con una nostálgica sonrisa al sentir un pequeño pétalo de ciruelo caer en su cabello, recordándole el incesante ir y venir de las estaciones, el ciclo sin fin de la vida al que todo ser viviente estaba atado desde el momento en que nace. Uno donde debía vivir al máximo para cuando sus hojas se marchitasen o sus alas dejaran de volar, se sintiera satisfecho pero ¿Cómo encontrar satisfacción cuando ni siquiera sabes lo que buscas? Solo un desolador vacío que te abrazaba, actuando cual hoyo negro, succionando cualquier indicio de alegría o felicidad, dejándote con un sabor de boca amargo y el deseo constante para tanabata de poder llenar, siquiera un poco, ese vacío que no le dejaba ni llorar el coma de su preciado hermano.

CalyxWhere stories live. Discover now