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Abrio los ojos lentamente por la luz deslumbrante de la mañana.

Se encontraba en el hospital, acostado en una camilla.

Su cuerpo dolía demasiado, aunque sólo eran hematomas y rasguños. Por lo que no estaba conectado a nada, seguía teniendo la misma ropa del día anterior, sucia de polvo y sangre.

Giró al lado contrario de donde se encontraba, observando a su compañero Jin, ambos estaban bien dentro de lo que cabe.

Observó a muchas enfermeras correr con pacientes de gravedad, por los daños ocurridos la noche anterior.

Estaba por levantarse, pero su cuerpo se lo impidió, el dolor era insoportable. Aún así logró sentarse a la orilla de la camilla.

-hey...Ya despertaste- habló el mayor, quien lo observaba con una sonrisa a pesar de todo.

-¿Cómo es que logramos sobrevivir a eso?- ambos rieron.

-¿Dónde...donde está mi familia?- Jin estaba por levantarse pero le ocurrió lo mismo.

-No te muevas de ahí, yo iré a buscarlos y te informaré de su estado- sonrió en forma de apoyo.

Hasta que un enfermero los interrumpió.

-Con su permiso, traigo su desayuno-

Ambos agredecieron al mismo tiempo.

-Tranquilo..todo va a estar...-Hoseok intentó mostrar palabras de aliento cuando el sonido de un arma se hizo presente alarmado a los dos hombres, quienes sin importar el dolor que su cuerpo manifestaba se levantaron.

Aquel "enfermero" disparó en dirección a ellos específicamente.

Hoseok se abalanzó sobre el antes mencionado con la intención de quitarle el arma, mientras que Jin vio la oportunidad de salir y alarmar de la presencia de este extraño. Pero al frente suyo, una camilla con Yun muy mal herido pasó frente a él.

Su mente se nublo, y corrió atrás de los médicos que con urgencia iban a la sala de cirugías, con su hijo.

Akane, lo observó todo, y con una sonrisa ladina se dispuso a ir tras el oficial que ya bien conocía, deseaba impedir su camino para llegar hasta con su hijo.

Pero Hoseok, quien ya había logrado librarse de aquel hombre, corrió sin saber con quien se encontraría.

-Akane...- mencionó.

Ella volteó, portaba un uniforme blanco de enfermera, con el cabello recogido en una coleta.

-¡Akane Matsumoto!- gritó Hoseok, haciendo que todos entrarán en pánico.

-¡Maldito hijo de perra!- exclamó ella, pues había revelado su identidad. Sin esperar más, saco el arma de su liguero, abriendo fuego contra quien ya había declarado, unos de sus enemigos.

El alcanzó a cubrirse, intentando llegar hasta ella para detenerla.

Soltó una carcajada.

-¿Así que te esconderas?¿Me tienes miedo?-

El, harto de no poder hacer nada, escuchando sus risas burlonas, salió de donde se encontraba.

-No...No te tengo miedo- respondió sin dejar de observarla.

-Lo sé, ese día no parecias tenerlo...-acaricio el parche de color negro que de ahora en adelante debía portar- y por eso, me encuentro aquí...Porque esto, ya es personal- al terminar su frase, volvió a jalar del gatillo, con la clara intención de asesinarlo.

Hoseok, reaccionó de inmediato, tomando una camilla para empujarla y hacer que perdiera el control de sus movimientos, así que los disparos quedaron en el aire.

Todos los presentes se tiraron al suelo, gritando de pánico.

Ella corrió hacia el piso inferior, aún disparando, mientras que el le seguía el paso.

Llegando al segundo piso, Hoseok la tumbó al suelo, en un eterno forcejeo, volvieron a luchar como la primera vez.

Akane lo tomó del cuello, soltó golpes a puño limpio y directo a su rostro. Y aunque el debía responderle de esa manera, no lo hacia, dentro del fondo sabía que lo merecía, por la pérdida de su ojo.

Era estúpido, y el lo sabía, pero no podía, simplemente no podía golpearle.

-¡¿No piensas defenderte?!- soltó otro más, viendo como sus nudillos se ensuciaban con la sangre del labio de su contrario.

-Si...logro que te distraigas conmigo...No le harás daño a otros...-hablaba con dificultad.

Se quedó callada unos segundos, hasta que respondió.

-Descuida...al único que quiero matar por el momento...es a ti- volvió a golpearlo en repetidas veces, sin piedad, con odio y rencor.

-¡Alto!- gritó Namjoon, quien llegó lo más rápido que pudo.

Su arma estaba direccionada a ella para herirla en caso de resistirse, y así fue.

Ella estaba por responder ante la amenaza, cuando se escuchó el gatillo de Namjoon, y el cristal que cubría el hospital romperse.

Porque Hoseok, había tomado a Akane, lanzándose contra el cristal, cayendo al suelo fuera del hospital. Ambos rodaron por el piso, llevándose consigo un sin fin de cortadas por los pedazos de vidrio.

-¡Mierda!- se quejó ella, pues resultó la más afectada por ello. Como pudo se levantó, y subió a la moto que la esperaba junto con su acompañante, el enfermero de hace unos momentos quien había llegado de inmediato.

Yéndose sin mirar atrás.

Hoseok lo observó todo, y rendido cayó inconsciente.

-¿Pero qué le sucede?- habló Namjoon, confundio mirando desde el piso donde se encontraban hace unos minutos.

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⏰ Última actualización: Apr 02, 2020 ⏰

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