Placentero y efimero

2.9K 220 36
                                    

Kakashi estaba rendido en su cama, Hiruzen ahora lo tenía entrenando gennins y era horrible.

Dejo por completo Anbu y ahora esta como jounin de nuevo, es agotador y patético.

Estaba cansado y aplastado en su nuevo departamento, se tuvo que mudar a un lugar más cercado a la Villa.

Su temperatura comenzó a subir y sabía lo que se acercaba, era una puta rutina asquerosa, su cuerpo exigiendo más contacto de sus propias manos ya que no había nadie más que lo hiciera, tenía su pantalón y camisa de uniforme color azul marino, pero no traía su banda regulatoria, así que pudo abrir su sharingan con libertad.

Comenzó a dar vueltas los triángulos en el ojos rojo mientras su mano derecha se pegaba a su abdomen para subir su licra pegada y bajar a sus pantalones.

Muchas venían, matanzas, muertes, asesinatos, gente rogando, sangre, el olor, la desesperación, hasta que llegó algo mejor, era su sensei.

El simple hecho de volver a verlo lo hizo sonrojarse y jadear un poco.

Lo extrañaba mucho, demasiado, pero no estaba hoy para llorar hasta quedarse dormido de cansancio.

-¿Que sucede Luciérnaga? ¿Hay problema que resolver?.- Sabia que no debería de usar chacra para esto.. pero era inevitable.

Las manos fuertes de su maestro comenzaron a sobar sus huesos de la cadera que sobresalían un poco para comenzar a explorar el abdomen de Kakashi de manera en la que lo único que se escuchaba eran los roses de la piel pálida.

Esto electrifica a Kakashi provocando su erección, alguien más se reiría, pero necesitaba de su maestro ahora, consintiendo lo y diciéndole que era importante.

-Eres un lindo cachorro ¿Lo sabías?.- Se acerco a la cara de Kakakshi para plantar un pequeño beso en su mejilla, sus manos viajaban hacía el sur masajeando sus piernas alrededor de su palpitación.

-Sensei.- Gimio en respuesta a los ligeros toques en su entrepierna.

-Mhm.- Gruñio lamiendo el cuello del ya no tan menor y olfateando con desesperación.- ¿Quieres venir?, ¿Quieres venir por mi mano?-. Pregunto con un poco de agresividad.

Kakashi se estaba derritiendo en las manos de Minato.

-Lo quiero sensei.- Rogó con pequeños hilos en su boca saliendo.

-Lo se mi Luciérnaga, lo se.- Su mano derecha, que en teoría era la de Kakashi, comenzaba a quitar el pantalón y la ropa interior de paso.

-Sensei.- Jadeo por el aire en su caliente polla.

Minato sujeto fuerte la blanca polla con su palma tomando un ritmo lento y flojo en el eje ansioso.

-¿Te gusta Luciérnaga? ¿Lo hago bien para ti?.- Preguntaba lamiendo el lóbulo de la oreja de Kakashi haciendo que este se estremeciera.

-Usted es bueno.- Kakashi se refería a que el era una buena persona para él, no podía evitar decirlo.

Volvió a gemir cuando Minato subió la intensidad de su mano. Se escuchaba su prepucio siendo agitado con rapidez, era un sonido grueso y obsceno pero era un gusto culposo.

-Hermoso, hermoso y precioso.- Su nariz frotaba contra su mejilla y besaba su cuello con hambre.

-G-gracias.- No agradecía por estarlo masturbándo, agradecía por poder verlo de nuevo.

-Ven precioso, ven por mi luciérnaga, aquí y ahora.- Envolvía cada vez más apretado y el calor se juntaba en el vientre de Kakashi.

-¡Sensei!.- Era un honor para Kakashi poder gritar ese nombre.

-Estoy aquí Luciérnaga, estoy contigo.- Susurraba cosas bonitas al oído de Kakashi. -Mi hermoso Kakashi.-

-Sensei, sensei.- Su respiración quedaba desigual y sentía como su orgasmo estaba apunto de alcanzarlo.- Lo amo.- Dijo en voz baja, quería volver a decirle a Minato lo que sentía.

-Te amo Kakashi.- Comenzó a ir más rápido haciendo a Kakashi arquear su espalda.

Sintió el latigazo fuerte y desordenado por su cuerpo liberando en furia su erección que molestaba mientras su piel sudaba más y se sentía un poco ligera.

Parpadeo y conto.

1, 2, 3.

Abrió sus ojos, por su puesto, Minato no estaba ahí, el solo era una ilusión por parte de su sharingan.

Era triste, quería que realmente le dijera eso a su maestro, lo quería devuelta, lo extrañaba tanto y lo deseaba con todo. Queria a su maestro, los quería mucho, pero como todos en su jodida vida lo había dejado en la nada.

*^*^*^*^**^

Sip sip

Chao.- Sakka-chan

Esperare ^ MinakakaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora