Narra Samantha:Después de que tuvimos nuestro encuentro con esos gemelos engreídos buscamos nuestros asientos y comenzamos a conversar.
Eh de admitir que son muy apuestos, los ojos de ambos son color avellana, muy lindos, su cabello es rubio, y mentí, esos trajes les quedan muy bien.
De pronto una excelente idea llegó a mi mente.
—Madison, tengo una excelente idea— chille emocionada.
—¿Idea para que o que?— habló sin prestarme atención.
—Mirame cuando te estoy hablando!— hablé indignada. Soy su mejor amiga ¿y aún así se atreve a ingnorarme?
—Está bien— ¿Cuál es esa idea de la que me hablas?
Y así comencé a contarle mi asombrosa idea a mi querida amiga.
—¿Que te parece si hacemos que estos chicos dejen de ser unos mimados?
—¿A qué te refieres?— no entiendo cómo es que le cuesta comprender lo que digo.
—Ya sabes, volvernos sus amigas, sacarlos de su zona de confort, solo miralos- los señale—. Se ve que no saben nada de la vida.
-¿Estas tratando de decirme que seremos las malas de la historia?
-¡Claro que no Madison!- la reprendi-. Intento decir que podemos hacer que sean más normales, ya sabes, que hagan lo que hacemos todos, que se diviertan.
-¡Me parece genial!- chilló emocionada-. Eres genial.
-Lo sé- afirmé orgullosa.
-Cuidado con tu ego, no te vayas a caer- se rió de mí.
-¡Aish!
Las dos comenzamos a reír, pero nos callamos al recibir un regaño de la maestra.
-Todo es tu culpa-le susurré.
-No, es tu culpa.
Narra Zayn:
Las clases pasaron dando lugar al receso, esperamos a que todos salieran del salón para salir nosotros, después de salir nos dirigimos a la cafetería para comer un poco.
-No pienso comer nada de esta cafetería- negué molesto al ver el menú tan asqueroso que tienen aquí.
-No es tan malo como piensas- Cris intentó hacer que cambiará de opinión, pero nada en este mundo hará que coma de esta comida tan asquerosa-. Mira, hay fresas, a ti te gustan las fresas.
¿Fresas? ¿Alguien dijo fresas?, Yo amo las fresas.
-No no y no, no lograrás convencerme- a quien engaño, adoro las frutas.
-Vamos Zayn- insistió cansado-. Tienes que comer algo, ¿O prefieres una hamburguesa?
-¿Que?, Claro que no, que asco, tu eres el único que sería capaz de comerse esa comida chatarra- de solo imaginarme comiendo una hamburguesa siento arcadas.
-Entonces te pediré un poco de fruta y no se diga más- cansado de estar de pie lo dejé ahí solo y prosegui a sentarme en una de las tantas mesas de la cafetería.
-Aqui está tu comida- Cris llegó sentándose a mi lado.
-Gracias.
Mire el plato y estaba repleto de fresas, miré a Cris mire con recelo.
-Vamos hermano, ya deja la vergüenza y come rápido, ¿O quieres que yo me coma eso?- tomó mi plato y rápidamente se lo arrebate.
-No. Te. Metas. Con. Mi. Comida- gruño adviertiendole.
-Está bien, entonces apresúrate- miró mi plato y negó-. ¿Cómo sobrevives comiendo eso?, Eres un milagro.
-¿Yo un milagro?- hablé sorprendido- ja, tú lo eres, solo mírate, me sorprende que sigas vivo después de comer eso- miré su plato y solo tenía papas fritas y una hamburguesa.
Negué en desacuerdo.
-Bueno, tu ganas, ahora comamos antes de que toque la próxima clase.
Comenzamos a comer mientras conversamos un poco. A los pocos minutos la cafetería comenzó a llenarse de alumnos hasta el punto de que solo nuestra mesa estaba desocupada.
-Hola chicos- frente a nosotros aparecieron las dos chicas locas de hace unas horas.
-¿Que quieren?- hablé mientras seguía comiendo.
-¿Podemos sentarnos con ustedes?- preguntó una de las dos, no sé cuál ni me interesa.
-Claro, adelante- ¡Aish! ¿Por qute Cris tiene que ser tan buena persona?
-Si no nos queda otra opción...- susurré.
-¿Que dijiste?- pregunto la que me insulto.
-Nada nada- Le sonreí restándole importancia.
-Solo mirate, que bonita sonrisa, deberías mostrarla más seguido, te verías menos feo así- sonrió victoriosa.
-¡Loca!
-¡Engreído!
Apenas la conozco y ya no la soporto.
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in love with some crazy
Teen FictionZayn y Cris Hamilton, los gemelos más conocidos en la alta sociedad por ser muy atractivos y también por ser hijos de la personas más ricas de todo el país. Con apenas diecisiete años son los chicos más engreídos que alguien podría conocer, ambos co...