Capitulo 18

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Rubius decidido camina a la gran isla flotante, en el camino se encontró unas flores violetas y recordó como Vegetta siempre decía que esperaba esta estación del año para poder recogerlas, así que tomo las que pudo eh hizo un pequeño racimo de las violetas.

(R: pero que mierda, de seguro lo va a malinterpretar....todo sea por ver su cara enrojecida je)

Rubius sin darse cuenta, ya estaba en la entrada de el oji violeta, se había saltado la muralla y esquivado las torretas, ya que estaba acostumbrado a tocar en la entrada de la misma mansión.

R: ¡Vegettitaaaaa!

La gran puerta fue abierta por una figura arreglada y consigo una taza que se podía saber a la perfección su sabor por el olor a lavanda que encajaba perfectamente con el oji violeta.

V: Doblas...¿como entraste?

R: eso no importa, ya sabes la respuesta.

V: incluso duplicando el número de mis torretas consigues entrar...me sorprendes, pero es ilegal.

R: si si lo se, pero quería preguntarte algo...

V: no Ruben, no puedes tener un Hada.

R: no tiene nada que ver con lo "ilegal".

V: ¿ah no?

R: quería saber sii.....

De pronto Ruben se sintió nervioso, algo muy raro en el cuando se trataba de salir con un amigo, pero ¿porqué? Ni el mismo lo sabía, tener aquella figura radiante, con sus ojos hipnotizante y su habitual perfeccion, su preocupación por todos.....oh no Ruben no creía lo que sucedía. De pronto sintió sus mejillas arder y eso preocupó mucho al contrario tras no recibir respuesta y ver el rostro de el albino.

V: Ruben....¿¿estas bien?? Ven pasa, te traeré agua..

Vegetta llevo a el oji verde al sofá y lo acomodó sin recibir respuesta y colocó su mano en la frente.

V: Uis tienes fiebre... estas más rojo que el trasero de mi mono Doblas.

R: ¿d-de tu que?

Rubius ya había regresado de su mundo, apenas se había dado cuenta de que estaba adentro de la casa de el que hace un momento se entero de lo mucho que lo aprecia, y se maldecia por haber ido ese día.

V: quédate aquí iré por agua.

Ruben no dio respuesta ya que este ya se había dirigido a la cocina. Después de unos minutos Vegetta regresa con uno de sus simbólicos vasos morados.

R: Gracias...

V: ¿a que venias Ruben?

R: p-pues-

V: ¡alaa que Bonita flores! *dijo señalando a el racimo que se encontraba en la mochila de el Albino*

R: ah si, lo había olvidado *rubius saco el pequeño ramo y se lo entrego a Vegetta, el cual cuando los tuvo en sus manos miró al Albino con una amplia sonrisa y un pequeño rubor en sus mejillas el cual provocó que el Albino se ruborizara aún más*

V: arruine la sorpresa...son bellísimas *dijo colocando su nariz en las florecillas*

R: si no me hubieras dicho, ya no te las habría dado jeje.

V: bueno...¿a que venias tan temprano?

R: pues verás, no eh desayunado...y pues me suponía que tu tampoco..así que...

V: ¡claro! Me encantaría acompañarte a desayunar..

R:...ok jeje entonces vamos

V: espera que apago las torretas y abra la puerta que no pienso brincarme la muralla, eh que es ILEGALISIMO.

CORRUPTO..... (rubegetta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora