Antes de conocerlo mi vida era muy aburrida, me pasaba los días encerrada en casa sin ganas de salir, solo salía de mi casa para ir a clases y para comprar y nada más.
Pero de la nada llego él, su aura era oscura pero me encantaba y aún me sigue encantando, se había mudado al lado de mi casa, yo ese día no tenía ganas de salir de cama pero los gritos de mi madre no paraban de sonar por toda la habitación y eso solo significaba una cosa, que debería ir saliendo de cama y ayudarla con las cosas de casa. Cuando llegue abajo mi madre me dijo que subiese de nuevo y que me pusiese algo decente ya que se habían mudado a la casa de enfrente y que teníamos que recibir a los vecinos, subí con pereza las escaleras sin ganas de salir al exterior, me vestí con lo primero que me encontre una sudadera, unos pantalones y unos botines negros, baje de nuevo y mi madre cogió una bandeja que creo que llevaba galletas, la verdad no sé porqué mi madre se empeña en conocer a los vecinos ni que fuese tan interesante la gente.
Salimos de casa y fuimos directas hacia la puerta de nuestros vecinos, timbramos, mientras esperábamos para que abriesen se escuchaba unos pasos muy pesados como si esa persona estuviese cansada o su caminar fuese así de perezoso, al cabo de un rato se abrió la puerta dejando ver a un chico alto, de pelo marrón, mofletes regodordetes, labios gruesos lo único que no se podía apreciar bien eran sus ojos ya que su pelo los cubría. El tímidamente preguntó quiénes éramos y mi madre respondió somos vuestras vecinas de enfrente yo soy Kim Sun hee y ella es mi hija Lee Chae young, mi madre le preguntó si estaban sus padres y el los llamo. Al pasar los minutos mi mamá estaba hablando animadamente con los vecinos mientras yo me aburria mucho, así que con su permiso le pregunté si podía ir al baño y me dijeron que estaba arriba, subí las escaleras, cuando iba en búsqueda del baño escuche como alguien estaba rapeando fui sigilosamente hacia donde se escuchaba esa voz grave pero a la vez dulce, llegué hacia donde me dirigía y vi al chico que nos abrió la puerta en un sitio que parecía ser un mini estudio donde el se encontraba sentado rapeando, iba a salir de ahí sin hacer ruido pero como no me tropecé y caí cara adentro de ese cuarto aquel chico se levantó y para a ayudarme, yo le di las gracias y el solamente me sonrió.
Desde ese día nunca pensé que me iba a enamorar del, tarde como un mes en saber como se llamaba ya que solo lo veía muy pocas veces hasta que un día lo encontré y decidí hablar con el y hacerme su amiga y ahí fue donde le pregunté su nombre, Lee Byung-jae o como le gustaba que le llamasen Vinxen, desde ese momento intentaba ser más cercana a él y lo están consiguiendo, hasta que de la nada dejo de hablarme, todo fue perfecto pero de repente dejó que hablarme, de sonreirme, de saludarme, ahora me miraba fríamente o eso era lo que pensaba yo. Harta de su comportamiento decidí ir hacia su casa y aclarar todo, no quiero que pase de mi, me hace sentir vacía como si me quitasen la mitad de mi misma. Toque la puerta y nadie respondía, solo sabía que sus padres no se encontraban en casa ya que ellos fueron a trabajar al extranjero durante un mes y la verdad siento pena por Vinxen ya que no tiene a nadie por la noche que cuide del, seguí tocando el timbre, nadie me respondia, así que decidí esperar...
Pasaron horas y horas y horas y horas, se iba haciendo cada vez más de noche, y el frío calaba cada vez más mis huesos haciendo que temblara, mis párpados se volvían más pesados y mi cuerpo también, me tumbe y me quede dormida, al cabo de un rato unos brazos me levantaron, sabía que era Vinxen ya que esa persona tenía su aroma característico, yo quería abrir mis ojos pero no podía, estaba muy cansada, pero quería hablar con él, así que con toda la pereza del mundo abrí mis ojos y me quedé mirándolo por un buen rato, Vinxen era jodidamente hermoso, pero ahora mismo no es tiempo de pensar en eso.
Vinxen seguía cargándome hasta llegar a su cuarto pero antes de entrar le dije:
- ¿ Por qué ya no me tratas como antes?, ¿Por qué que ahora me miras tan fríamente?, ¿ Por qué..?. No puede seguir hablando ya que mi voz se entrecorto y mis ojos se estaban volviendo llorosos.
Vinxen abrió la puerta de su habitación y me dejó en la cama, se sento en el final de la cama y me contestó.
- Porque tenía miedo a que si seguía enamorandome de ti te pudiera hacer daño, o algo peor que tú no sintieses algo por mi, no quiero que quieras estar con alguien tan roto como yo, simplemente tu mereces algo mejor...
Me levante tan rápido de la cama y me coloque delante del dándole un abrazo, el no me correspondió, así que tan solo cogí sus brazos y los pase por mi cintura y con mis manos levante su cara, al ver que estaba llorando, limpie sus lágrimas y le bese la frente... Yo solo me limite a decirle cuánto lo amaba y también que no podía decirme que merecía a alguien mejor, estuvimos abrazados un buen rato, ahora mismo era mejor que descansase y habláramos mañana, le dije que iba a ir a casa y que mañana hablábamos mejor del tema, cuando iba saliendo de su habitación, su mano rodeo mi brazo y ese movimiento me hizo girar hasta chocar con su pecho, poso su mano en mi menton, me levanto la cabeza y poco a poco se iba acercado a mi, nuestras narices se rozaban y nuestros labios también, por inercia cerre los ojos y en una milésima de segundo sentí como posaba sus labios con los míos, el beso era cálido y suave aunque después de tornó un poco brusco, nos separamos por falta de aire y mis mejillas estaban completamente sonrojadas igual que las del, me despedí del dándole un último beso, estaba claro que mañana hablaría las cosas con el y así poder ser más que amigos.
