Kim Ho Sung o Lou como le gustaba que le llamasen, lleva siendo mi mejor amigo durante 2 años, pero en todo este tiempo llevo enamorada del, así que decidí invitarlo a mi casa para confesarme.
Me vestí, me puse una camisa y unos pantalones y tenis, mientras esperaba por el decidí poner alguna película para entretenerme, al cabo de unos 20 minutos suena el timbre, toda feliz abro la puerta y dejo que Lou entre, lo llevo hacía la habitación para así poder hablar tranquilamente y confesarme.
-Lou.... ¿ Cuanto tiempo llevamos siendo amigos?.
-Desde hace 2 años y 7 meses.
-Bueno hay algo que llevo guardando desde hace un tiempo y necesitaba decírtelo- dije acercándome hacía el mientras desabrochaba los dos primeros botones de mi camisa .
-¿ A... Así?, ¿qué cosa? - dijo nervioso viendo como yo me acercaba.
-Me gustas Kim Ho Sung, te amo más de lo que te puedo admitir-susurre sobre sus labios mientras me sentaba en su regazo con las rodillas a los costados.
-Yang Mi-dijo sorprendido-¿Como?, ¿P... Porque yo?
-No lo sé, me enamoré perdidamente de ti-dije sacando su chaqueta, tomé su brazo y bese cada lunar mientras le susurraba cuanto me gustaba.
-Yang Mi-dijo todo sonrojado-Y... Yo.
Me acerque a él y lo bese, el beso era dulce y calmado, nos separamos por falta de aire, sus mejillas estaban sonrojadas, iba a volver a besarlo pero el jodido teléfono arruinó ese momento.
Se levantó de la cama, mientras hablaba arrugaba su ceño, cosa que lo hacía ver más sexy que nunca, me levanté y lo abraze desde atrás, mi manos se posaron en su abdomen, hacia caricias sobre el, una de sus manos se puso encima de la mía y la agarró con fuerza, giro su cuerpo para abrazarme, mi cabeza se colocó en su cuello aspirando su aroma, era una mezcla entre almizcle y avellanas, ese sin duda era mi olor favorito a partir de hoy. Lo bese de nuevo, el apago el móvil y coloco el brazo con el que sujetaba el móvil en mi cintura, me apego a el haciendo así el beso más intenso, sus manos bajaron hacia mis glúteos y las dejos ahí durante un rato, mientras que yo sacaba su camisa y dejaba besos por su cuello y pecho, poco a poco me recostó en la cama, empezó a sacarme toda la ropa, dejandome sin ningún tipo de prenda que pudiese cubrir mi cuerpo, beso mis labios, mi cuello, el valle de mis senos y mi estómago y volvió a subir hacia mís labios, se bajo el pantalón y quedó desnudos, cogió un condón de mi mesilla lo abrió y se lo puso.
Se acomodo de nuevo en la cama y abrió mis piernas y poco a poco me fue penetrando, gemidos agudos y graves salían de nuestros labios, mis uñas se clavaban en su espalda mientras las suyas se clavaban en mi cadera para tener mejor sujeción a la hora de penetrarme, la cama y el cabecero se movían con los vaivenes de Lou, sus embestidas se volvían más y más bruscas, al cabo de un rato llegamos al climax con un gemido gutural, cuerpo cayó rendido sobre el mio, su cara quedó entre mis pechos, yo solo intentaba recuperar mi respiración y mientras la recuperaba acariciaba el pelo de Lou y de paso deje un beso en su cabeza, mis párpados se volvían pesados y lo único que escuche antes de caer dormida fue:
-Yang Mi , te amo, como no tienes ni idea.
Eso me hizo sonreír y soñar que al fin, Lou era mío, y que ya no tenía por qué guardar mis sentimientos si no dejarlos a flote y dejar que el futuro decida como ibamos acabar.
