Todo por lo que habían peleado, todo aquello parecía irse de poco en poco.
Solo quedan ellos tres...
La mitad del grupo entrego su vida por un acto de valentía, pero lejos de sentir alivio en aquella ciudad, sentían dolor... El dolor de haber perdido a alguien cercano.Avdol había sido el primero
Después Iggy
Y por último KakyoinEl más joven de los Joestar lamentaba esta ultima partida que por más que lo hubiera negado, el amo al pelirrojo con el mas fuerte latido de su corazón.
En su mente pasaban aquellos últimos momentos con el cabellos de cereza.
El cuerpo frío de Noriaki yacía en aquel tanque de agua, Jotaro lo bajo lentamente como si de un héroe se tratará... Era un héroe, pues entrego su vida para salva a alguien que nunca conoció del todo.
La valentía, su fuerza e inteligencia era una de las cosas que caracterizó a aquel joven de tan solo 17 años.
Los ojos de Jotaro empezaron a desbordar en lágrimas, no solo había perdido a su mejor amigo... Si no también a su amante.-Kakyoin- susurró al verlo empapado en sangre y agua, la ira y la tristeza le invadían ¿y ahora que seria de él? ¿dónde estaba aquel "cuando termine esto"... El futuro de Jotaro era incierto -¡KAKYOIN!- gritó en llanto.
Jotaro abrazaba el cuerpo sin vida de Kakyoin, ¿como es que en tan solo 50 días lo pudo enamorar? Solo para que este entregará su vida a cambio de saber la debilidad de Dio.
Aun cuando Dio pago por esto; el dolor, la rabia y la tristeza aun estaba presente en el corazón de Jotaro.
- Kakyoin... Te amo... Perdoname -
Unió sus labios con los del como beso de despedida, su ultimo beso... Su ultima despedida.- debí ser yo quien se sacrificara... No tú... ¿que haré de mi vida sin ti? Dime... ¿Que mierdas hago para verte sonreír? ¿Que carajos debo hacer para oírte decir de nuevo que me amas?
Estaba enojado con la vida... Con el destino ¿por que llevarse a alguien tan bueno y educado como Kakyoin y dejar vivir a una mierda como Jotaro?
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Era un lugar pequeño, no estaba rodeado por muchas personas, solo los padres de Noriaki y algunos de sus familiares.
La familia Joestar también estaba ahí, Joseph cubriría todos los gastos de la ceremonia fúnebre del joven Noriaki.
Sus padres estaban destrozados y no eran los únicos, el joven de gorra se mantuvo pegado a aquel féretro, donde yacía ahora su amado.
En aquel féretro había gran cantidad de flores, rosas, margaritas... ¿pero cuales habían sido sus favoritas? Jotaro nunca lo supo.
Quizás las flores de cerezo,por que el amaba las cerezas tanto como Jotaro lo amó a él sin importar nada.
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Jotaro junto a Joseph, Polnareff y el padre Kakyoin cargaban aquella caja con el cuerpo del pelirrojo.
Jotaro hubiese querido llevarlo de la mano al altar, no cargar su ataúd donde yacería de ahora en adelante.
Su alma y corazón estaban rotos por la temprana partida de Kakyoin.
Las lágrimas de Jotaro se confundían con la lluvia mientras con dolor veía a su amado ser sepultado con todas aquellas flores.
- Kakyoin... Mi amor... Te amo-
Fue lo último que dijo cuando su amado quedo enterrado bajo la tierra.
Fin
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Lloren si quieren llorar