C A P 7

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El lunes comenzó como cualquier otro en el colegio, pero yo sabía que algo estaba a punto de cambiar. Estaba ayudando a Jessica a darle los últimos retoques a su famoso pay de limón. Era el día de la exposición de talleres, lo que significaba que todos los alumnos, incluyéndonos a nosotras, debían mostrar los trabajos asignados para este evento,  en este caso eramos las encargadas junto con los demás en la mesa de postres.

¿Yo? Ni siquiera me habían informado de este "festival escolar", así que no me molesté en preparar nada.

-Deja de meter tu dedo en el pay, Lylia. ¡Quién sabe dónde ha estado! -me reprochó Jess, dándome un manotazo.

-Solo quería asegurarme de que no fuera del supermercado -respondí, esbozando una sonrisa traviesa.

-¡Ja! Ni lo sueñes, esta maravilla es casera. Aunque, sinceramente, preferiría haberlo comprado en el supermercado. Mis padres me obligaron a hacerlo desde cero, según ellos, para hacerme "responsable". ¿Puedes creerlo?

Mientras Jessica continuaba hablando, mi mente se alejó de la conversación. Observaba a los miembros del club de teatro organizar su mesa para la exposición. Aunque, en realidad, no me interesaba el teatro ni sus integrantes; solo tenía ojos para Zach, que estaba allí con su brillante sonrisa. Traté de mirarlo discretamente, apoyando mi codo en la rodilla, pero este resbaló al ver que Zach había notado mi mirada. Me sonrió y me saludó, lo que hizo que mi corazón diera un vuelco.

-Eso fue patético -interrumpió Jess, sacándome de mi ensueño-. Vamos, ayúdame a llevar esto a la nevera antes de que se derrita.

-De acuerdo, pero asegúrate de que yo reciba la primera rebanada -respondí riendo mientras nos dirigíamos a la cocina.

De repente, sentí una mirada fija en mi espalda, como si alguien me estuviera observando. Miré rápidamente por encima del hombro, pero no vi a nadie. Desde hace unos días, he tenido la sensación de que alguien me sigue con la mirada, pero decidí ignorarlo y seguir ayudando a mi amiga.

Sin embargo, no estaba sola en ese momento. Había alguien en la sombra, observándome como un depredador vigila a su presa.

-¿Ya tan rápido cambiaste a Maddie por la nueva? -preguntó Connor, en tono burlón, mientras miraba a Zach, quien se sonrojó al instante.

-Y-yo... no es eso... -Zach intentó responder, pero las palabras parecían fallarle.

-Sí, claro. Luego me cuentas de tus romances. Ahora concéntrate en ayudarme a organizar la mesa antes de que la señorita Anne llegue y nos reprenda.

Zach asintió, aunque sus ojos seguían buscando a alguien. Finalmente, los encontró: estaban puestos en mí y Jessica, que caminábamos por el pasillo.


***

La directora dio por inaugurada la exposición y los alumnos comenzaron a deambular por los distintos talleres. Yo me senté en una banca, disfrutando de una rebanada del delicioso pay de limón de Jess, mientras observaba las presentaciones.

Mi mirada se dirigió hacia el taller de artes, donde todos mis compañeros estaban junto a sus pinturas, explicando sus obras a los curiosos que pasaban. Busqué a alguien en particular, y finalmente lo encontré: Dorian, parado junto a su cuadro, con las manos juntas y la mirada perdida en el suelo

Decidí acercarme

-Bonita obra -le dije, sorprendiendo a Dorian, quien levantó la cabeza abruptamente.

-G-gracias... La hice ayer por la tarde y estuve trabajando en ella hasta bien entrada la noche -respondió, sonrojándose al instante.

-Wow, es preciosa. Los colores y los contrastes son muy detallados. Se nota que pusiste mucho esfuerzo en ella -comenté, admirando la pintura con una sonrisa genuina.

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⏰ Última actualización: Aug 07 ⏰

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