Cotidiano.

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Allí estaba, tirado en la cama haciendo nada. Ese era un serio problema para mi madre que se afanaba en decirme que hiciese algo, a veces simplemente miraba la televisión esperando que se callara.

Me levanté de mi cama y me dispuse a hacer algo productivo, lavar los trastes o hacer limpieza no me emocionaba, aun así lo hacía con la esperanza de hacer sentir orgullosa a mi mamá.

A decir verdad no es fácil criar a un hijo sola, y mucho menos uno tan caprichoso como yo. La vida de mi madre se desglosa de varios errores en su juventud que, aunque no le guste admitir, fueron totalmente su culpa por la práctica desmedida de la desobediencia.

Tengo varias quejas de como hace su papel de madre pero al mismo tiempo no me siento con el derecho de hacerlas.

******

Otro maldito día en la escuela! Aunque tengo muy buenas calificaciones y le caigo bien a la mayoría de maestros, no me anima mucho saber que tengo que soportarlos. Debo admitir que siempre me ha gustado la escuela por alguna razón. Tengo 14 años y esos pesan.

Este año lo he empezado demasiado curioso. Al decir verdad mi curiosidad a cerca de la sexualidad a ido saliendo muy rápido a la luz. Masturbarse ya no es algo nuevo, aunque lo practico. También toda esa absurda polémica que ha encerrado por años a la bisexualidad como la homosexualidad.

Por favor, el mundo se afana en hacerte decir y ser lo que el quiere.

Entro a la escuela con la esperanza de que todo esté lo más tranquilo posible, porque estoy cansado de los problemas en la casa.

A la primera que veo es María, como siempre llega temprano. Ella me agrada es muy bonita y su personalidad es muy agradable. No me llevo tanto con ella apresar que formamos parte de la misma "pandilla" en buen sentido, no tiene que ver con algo delictivo.

- Hola, cómo estás?

Le hago saber mi duda con una sonrisa.

- Pues bien, dice Kathe que me pases la tarea que le prometiste para hacerla yo.

Me dice con la misma sonrisa.

Pongo mi mochila en la banca color amarillo de siempre y saco mi cuaderno de dramática con la tarea larga que dejo la Sra. Sprout.

No había terminado unas tareas, debía apurarme porque eran algo largas y me estresa tener tareas y hacerlas en la escuela.

Poco a poco fueron llegando los demás:

Carmen.

Kathe.

Pham.

Fernando.

Marco.

Carlos.

Sofía.

Ellos son mis mejores amigos, a pesar de todo.

La formación estuvo lo normal, a nadie lo pasaron al frente. Al entrar al salón busqué mi asiento en la casi última fila, la primera clase fue matemáticas, mi favorita a decir verdad.

Después de la explicación poco entendible, para los demás, no para mí, del profesor, comenzamos con los ejercicios que puso en la pizarra.

Al maestro se le ocurrió una gran idea, cambiarme de puesto, algo que no mucho me agradó, me levanté y me guié donde estaba mi nuevo "domicilio" ahí estaban unos "amigos" de hace un tiempo. La clase de ese día fue lo normal.

Me subí a mi microbus, ahí estaban casi todos con los que podía fregar si no era en la escuela. Ahí estaba Mariel, una chica, quizás, como yo que también vivía cada sentimiento al máximo.

Cuando estaba de mal humor, simplemente me desahogaba con ella y al final siempre me sacaba una gran sonrisa. Era una gran amiga pero aun así no podía llamarla la mejor. Después de "bailar" y escuchar musica, después de sentirme como soy en verdad, me tocó bajarme.

En mi casa me esperaba la mejor perra del mundo: Brownie, su nombre se debía a su color café.

Y luego estaba mi mamá, que a pesar de todo la quería mucho.

No les he dicho algo, hace poco mi madre se separó de mi padrastro, no recuerdo muy bien porqué pero nos tuvimos que mudar. Sí, a algo muy distinto a lo que estábamos acostumbrados, una casa pequella y donde no hacia clima frío como a mí me gustaba.

Y a pesar que somos cada uno el apoyo del otro, nos peleamos por cosas muy sencillas y demasiado estúpidas para convertirse en una pelea.

Después de cenar recurrí a mi escape más cercano, el teléfono celular.

Las redes sociales eran lo único que en verdad no me daba peleas.

Todo me parecía rutinario pero aun así no perdía mi mayor cualidad que a la vez de ser bendición es una completa maldición, ser soñador.

Me acosté en mi cama y simplemente me puse a escuchar música que me ponía de buen humor. Al mismo tiempo pensaba en cada cosa, en cada detalle del día.

También pensé en mí, en como me comportaba, pensé en miles de historias y en como el amor verdadero llegaba a mi vida. Ja, al final siempre terminaba en la conclusión de que todo lo que pesaba era una tontería.

Todo esto al final era una mierda, el mundo en sí, solamente era un montón de personas que se esmeraban en hacerte creer que todo lo que haces está mal si actúas con el corazón.

*******

Antes de dormirme, pensé más en mí. Más o menos alto y delgado. Con una cabeza redonda y con unos sentimientos demasiados frágiles. Mi cabello es negro, y mi piel es morena, no demasiado. Mi cara no era fea, pero tampoco bonita. Soy muy inseguro, demasiado. Soy complicado y a la misma vez fácil de convencer.

Soy resentido y cuando me dañan, soy realmente malo. Al final no soy bueno. Mis sentimientos son oscuros y demasiados para este maldito mundo.

Cada día me preguntaba sin responder: Soy realmente importante? Soy algo que vale la pena?

Prefería no responder al saber que la respuesta sería un rotundo NO.

Soy fanático de Harry Potter, porque ahí encontré muchas respuestas. Como un "Siempre" significa un amor infinito. Como la magia al final resuelve la mayoría de las cosas.

Me encanta la naturaleza y al mismo tiempo me da miedo. Me encanta el terror y sentirme asustado sin ninguna salida.

En una gran parte se podría decir que soy masoquista porque nunca tengo el valor de escapar del dolor.

Todos los malditos días tenía los mismos pensamientos.

Poco a poco me iba quedando profundamente dormido. Me quité mis audífonos y me dormí.

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⏰ Última actualización: Dec 06, 2014 ⏰

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