El apagón

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Se arrastró hasta que los pies dejaron de sobresalir. La cama era demasiado pequeña, maldición. 

No había estado atrapado debajo de una cama desde que superó el temor al Cuco. Sí, él fue de esos niños. Solo que, en sus tiernos siete años, creía que si se metía primero bajo la cama el Cuco no podría asustarlo. ¿Dónde se iba a esconder de mamá y papá si él le ganaba el terreno? Aunque ellos revisaban antes de darle el beso de buenas noches, JungKook seguía sin creer en que la lamparita de Iron Man bastara para espantar al temible cuco. 

Miedos de la infancia, completamente superados, por supuesto. Lo que volvía su actual situación aún más humillante. 

El suelo estaba cubierto por una delgada capa de polvo que hacía picar su nariz y por lo que tuvo ya que reprimir más de tres estornudos. Gracias a que está debajo de la cama y fuera de la vista de todos, menos del Cuco si es que este existe y decide visitarlo, nadie fue testigo de su rostro arrugado cómicamente cuando la sensación de picor en la nariz vino y se fue. 

Aunque reconocía que, en comparación con el suelo bajo su propia cama este sitio estaba más aseado. No había medias sucias, ni calzoncillos olvidados o envoltorios de comida. Tampoco pañuelos ni nada de lo que se espera de una habitación masculina de un internado pupila de adolescentes hormonales. Pero, de nuevo, ¿qué importaba que solo encontró polvo y no algún estropicio pegajoso cuando debía concentrarse en los sonidos que le llegaban y le anunciaban si podría salir?

Por lo pronto, no sería posible. Mismo si sabía que la oscuridad no era solo por estar debajo de la cama, cubierta de mantas que llegan al suelo, era obvio que alguien había entrado. Y fue el pasador de la puerta lo que le dijo que antes estaba en lo cierto sobre oír pasos amortiguados por la alfombra áspera que le raspa las piernas y los brazos. También la piel del estómago y el pecho. Aunque no va a admitir que la mínima fricción a su torso desnudo, sobre todo a sus pezones, ha sido ligeramente placentera. Ir por ese rumbo sería derivar en pensamientos peligrosos que agravaría su situación. 

Porque peor que ser atrapado en un cuarto que no es tuyo, bajo una cama que no es tuya, en tan solo slips, era ser atrapado invadiendo el cuarto de un compañero, estar casi desnudo, con una semi erección. Y no es que nadie pudiera detenerse a escuchar sus razones de estar, y cómo está, ahí. Sobre todo, porque estar medio excitado volvía todo una parodia sin gracia y porque si alguien se enteraba que en realidad estaba por colarse al cuarto de su profesor de Gramática menos hacía por salvarlo.

¿Será que lo expulsan del colegio? Hasta esta noche, él había mantenido una intachable conducta. O no tan intachable si tienen en cuenta las dos sanciones que ganó por haber asistido a clases con un pantalón ajustado que dejaba poco lugar a imaginar líneas y formas; y si alguien mencionaba su pelea con Kim SeokJin, quien había estado imitando groseramente los gemidos que haría si el profesor de Gramática lo sorprendía agachado con dicho pantalón de la primera sanción... sí, posiblemente no sea un aspirante a medalla de honor del Instituto Superior de Seúl. Pero, otra vez, ¿qué importa una medalla de honor si está encerrado en cuarto ajeno, con ese ajeno en cuestión sentándose sobre la cama y haciendo chirriar los muelles?

Nunca se fijó en lo molesto que son los sonidos cotidianos antes de acostarse a dormir. Pero tal vez se debe a que siempre hay demasiado ruido en su cuarto, el que comparte con tres compañeros más, entre ellos el molesto y ruidoso gimoteador SeokJin. Sin embargo, aquí en la irrompible oscuridad debajo de la cama de otro, puede detenerse a considerar cada sonido y evocar la imagen de qué está haciendo. 

Los pasos, la cerradura al clickar por ser bloqueada, el pasador corriendo por el metal, luego más pasos hasta el borde de la cama. JungKook, por su parte, respiró despacio y con los labios apretados para que su respiración fuera apenas perceptible. Maldita nariz irritable y maldito el polvo. 

Bajo la cama [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora