Capitulo once

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Llego el día, y como acordamos, Kate llego puntual a mi casa, me trajo unas opciones de su guardarropa, entre tantas prendas que me probé, yo todas las veía igual, pero al fin decidí por un vestido amarillo, corto con estampado de girasol, unos converse para estar cómoda, y una chamarra de mezclilla azul.

Kate me ayudo a maquillarme y peinarme, terminamos justo a tiempo, pues Alex  llego justo a las 7 —que linda te ves  —gracias. Le conteste con una sonrisa.

Caminamos hacia el auto, donde me abrió la puerta, y me entregó unas flores que se encontraban dentro del auto.

Fuimos a cenar a un restaurante de pizzas, conversamos durante mucho tiempo, la verdad me la pasaba muy bien con el, que se me fue la noción del tiempo.

Salimos del restaurant, y llegamos al mirador de la ciudad.

Estaciono el auto, se volvió hacia mi y me dijo —me gustaría que esto no se acabe.

Se me quedaba viendo, y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba besándome.

Estuvimos ahí, otro largo tiempo conversando, hasta que mi padre me marco.

Nos dirigimos hacia mi casa, y al llegar, me abrió la puerta, nos despedimos dándonos otro beso sencillo pero romántico. En ese momento me dio miedo, pues me estaba enamorando.

Mensajes al cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora