Escena 4 Parte 2

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Marco negaba a la vez que tronaba la lengua –¡Ay! Qué bello que es el amor ¿eh, Miguel? Lástima que no estés dando en el clavo. A Hiro le gustan de otro estilo. Tienes que ser como más... matador- hizo una pose tipo flamenco.

Nando estaba decepcionado, se acercó a Miguel y pasó uno de sus brazos por los hombros de su amigo –te diré algo, cuando te enamoras ¡la cagas!- volteó a Marco –a ver tú, ven para acá- luego volteó a Leo –tú también-

-Tengo que decirles algo importante...- cerró los ojos y hubo un silencio total, los otros se miraron entre ellos ¿Sí iba a hablar? ¿Ya se podían ir? -¡El amor es una mierda!- gritó asustando a los demás participantes de la banda.

-Yo tenía una novia, pelirroja, millonaria, fresona y medio ridícula pero la amaba pero me puso los cuernos con un pendejo más guapo que yo- cuenta su historia viendo a la nada pero con mucho sentimiento, parpadeó rápidamente -¡Y por eso ahora soy un heavy karateka y me vale madres!- con ese grito que pegó los otros tres se separaron instantáneamente buscando protección detrás de la barra.

El baterista volteó lentamente buscando con la mirada al de chaleco -¡Tú! Dame otro shot de tequila-

-¿O-otro?-

-Sí, del que me acabas de dar hace un rato- se acercaba con pasos firmes mientras los otros dos aprovecharon para irse de la barra.

Leo ya había perdido una vez contra el de la bandana –pero este me lo pagas ¿eh?- empezó a servir en un vaso tipo shot.

-¿Cuánto es?-

-50-

-¿¡50!?- el estruendo que causaba su voz era demasiada, los que se encontraban trabajando en el bar tuvieron que tapar sus oídos –ay wey, está muy caro- declaró; llegó a la barra y se recargó.

Eran los precios que puso Kyle, él no sabía si era caro o no –bueno, pero me lo tienes que pagar- sonrió con nerviosismo en su mirar.

-¿Y si te doy 25?-

-No, son 50 Nando

-30-

-Nando, no vamos a regatear por un tequila-

-Sí es cierto cómo vamos a regatear por un tequila?- asintió y lo volteó a ver –gracias por invitarme este también- se lo quita de la mesa y se lo toma de una. Leo sabía que si se el chino con cara de mamón se enteraba o una de dos, o lo despedía o lo mataba; lo que pase primero y Miguel ni lo ayudaba a que el chico de la bandana le pagara, así que simplemente suspiró y negó, rodeó la larga barra y se sentó en una butaca. A su lado estaban Nando y Marco.

-¿Escuchan eso?- Miguel volteaba a todos lados –es música tipo... ¿flamenco?-

Marco asintió –sí te dije que mi amigo es bailarín ¿no?-

-Claro el chino...- dedujo rápidamente.

-Sí- confirmó el del lunar en la barbilla.

La música subió de volumen y saliendo de algo que parecía ser un vestidor salió el chico de cabello azabache, llevando un traje un poco más sensual que la última vez (que llevaba un suéter y un pants), ahora era una camisa de manga larga de un color azul llamativo que brillaba un poco y unos pantalones grises oscuros pegados, cosa que el Rivera le encantó a penas darse cuenta de aquel detalle.

Miguel caminó al escenario donde se encontraba el mitad japonés bailando, lo barrió con la mirada y sonrió.

Guapo, príncipe,

La musa de esta empresa.

Que rompes el sentío.

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⏰ Last updated: Apr 03, 2020 ⏰

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Hoy No Me Puedo Levantar (Higuel)Where stories live. Discover now