Sunflower.

3.

Girasoles en primavera.

El camino a la floristería se volvía más tedioso de lo usual, no, no era la primera vez que acompañaba a su amigo a comprarle un tonto regalo de consuelo a su tonta novia, pero esta vez estaba especialmente irritable.
Sus pies chocaban fuertemente con el pavimento caliente, ni siquiera era verano en Corea y ya hacía ese tiempo infernal, con 24°c le sorprendía mucho que apenas estuviesen entrando en Junio, para ese entonces todavía tendrían vientos fríos y frescos.
Se sentía pegajoso, sus pantalones cortos llamaban la atención y Jeongin parecía feliz a pesar de él estar casi arrastrándose.

— ¿Qué pasa con el clima últimamente? — se quejó intentando que su amigo le prestase la misma atención que le daba al perrito que acaba de pasar junto a ellos — se supone todavía es primavera. 

— leí que el verano se adelantó un poco este año. No es para tanto, al menos todavía florecen flores, deberías decirle a ese chico con el que hablas que te regale un par.

Felix se mordió el labio, Jeongin sabía donde golpear y duro. él amaba las flores, le parecían tan románticas y delicadas, el regalo perfecto para cualquier día. Pero jamás le habían regalado ni una sola flor, ni siquiera en la escuela, nunca tuvo ni un admirador secreto, ni un novio que no fuese un completo patán, de hecho, su historial amoroso no era otra cosa más que una tragicomedia. El chico con el hablaba solo era un pelinegro que no sabía lo que quería, otro chico más con traumas sobre su ex que no era capaz de tener otra relación por miedo al compromiso, y solo vivía de ilusionar chicos inocentes como él. Había dejado de hablarle ya hace varias semanas, y tuvo que llorar en silencio varias noches para no ser escuchado.

Miró a Jeongin que caminaba con una sonrisa, a veces desearía tener un novio como él, se preocupaba demasiado por su chica, y siempre la complacía en todo, la visitaba todos los días, y los regalos de aniversario la hacían sentir envidia la mayoría de veces. Era ese tipo de pareja de película, el Sr. Darcy de sus sueños.

— ¿pasa algo, Lixie? — preguntó curioso el chico al verla desanimada.

— dejé de hablar con Changbin hace ya tres semanas, me dijo que solo me quiere como su amigo que realmente no le gusto, pero preferí alejarme antes de generar más sentimientos.

Jeongin rodeó los hombros de su amigo con su brazo, él sabía lo mucho que el chico había sufrido por amor, y esperaba que algún día pudiese encontrar lo que tanto estaba buscando.