Picaflores de verano.
La sonrisa del chico frente a él era completamente angelical, pero Felix ni siquiera se había percatado de ello. Simplemente admiraba con tristeza aquellas flores tan hermosas, las cuales estaban completamente florecidas y aglomeradas esperando por un nuevo dueño.
Las miraba con cierto asombro, tratando de capturar hasta el más mínimo detalle, y así, jamás perder ese hermoso recuerdo. Sus manos abandonaron su anterior posición y corrieron a tomar una de ellas, pero automáticamente se detuvo al advertir que estaba siendo observado.— puedes tomar una si quieres — dijo el chico de cabellos castaños — no pasará nada si lo haces.
Felix levantó la vista cayendo por primera vez en la presencia del muchacho, una sonrisa apareció en su rostro y con suma delicadeza tomó uno de los girasoles.
— es realmente hermoso — dijo el chico con aquel brillo en sus ojos.
— lo es, aunque no son muy bien vendidas.
— ¿y eso por qué?
— todos escogen siempre las rosas, o las hortensias, las mejores vendidas son las Dalias.
— todos siempre escogen a las más hermosas.
Felix tomó con fuerza el girasol y se mordió el labio, pensó en todas las veces que le habían rechazado por no ser suficiente. Aunque si somos sinceros, él escogía a las peores escorias para enamorarse. El chico peliclaro notó esa mirada en él, y con una sonrisa le dijo.
— los girasoles también son hermosos, de hecho, a mi parecer son las más hermosas, son de América del Norte y las comunidades indígenas lo consideran una planta sagrada puesto que va girando a lo largo del día para orientarse hacia el sol, son plantas muy inteligentes. Además, pueden llegar a medir hasta seis metros, y las semillas que crecen en el centro, una vez maduras, pueden ser consumidas. Tienen muchas virtudes.
Los ojos del chico se habían iluminado a medida que el muchacho iba hablando, maravillado con todo lo que tenía que decir. Levantó su vista de los girasoles y por primera vez le miró directamente a los ojos, sus ojos color marrón que también brillaban con emoción, él le sonrió a lo que él respondió de la misma manera. Sunhee pensó que nunca había visto unos ojos tan hermosos.
Ambos se quedaron mirando por un largo rato, indiferentes del mundo exterior.— ¿Cómo te llamas? — preguntó por fin el muchacho. El chico tragó duro.
— Lee Felix — hizo una pequeña reverencia a lo que el muchacho soltó una carcajada.
— soy Han Jisung, y por favor, puedes olvidar los protocolos, soy un chico igual que tu.
Él asintió, él parecia mayor que él, y no solo porque era más alto por al menos una cabeza. Pronto un sonrojo apareció en sus mejillas, no podía evitarlo, con aquella mirada curiosa inspeccionando cada rasgo de su tierno rostro.
— ¡Lix! ¡Nos vamos! — un grito la sacó de sus pensamientos e inmediatamente volteó a ver como Jeongin era abrazado por Seungmin en señal de despedida.
— ¿tus amigos te llaman Lix?
— si. Tu también puedes hacerlo si te apetece.
— ¿vienes aquí seguido? — el chico asintió.
— Seungmin es un amigo muy cercano, nos conocemos desde la primaria, entonces ese chico de cabello negro — señaló a Jeongin — y yo, siempre estamos merodeando por aquí.
Jisung sonrió y vio como el chico se comenzaba a alejar.
— hey, Lix — dijo antes de que él pudiese encontrarse con su amigo — un dato curioso es que girasol en inglés es Sunflower, y tienes unas pecas muy hermosas, me hacen recordar a la noche, eres una noche estrellada.
Felix no pudo evitar la amplia sonrisa que apareció en sus labios, sus ojos se volvieron más chicos y achinados, y pequeños mechones de cabello le cubrieron el rostro cuando él inclinó la cabeza, cosa que a Jisung le pareció lo más tierno que había visto hasta ahora.
El chico desapareció por la puerta después de ser empujado por Jeongin.— ¿Qué pasó Han? — dijo Seungmin acercandose al chico una vez los dos muchachos ya no estaban en el radar — ¿te gustó mi hermanito?
El sonrojo que tinturó las grandes mejillas del mayor hizo que Kim estallase en carcajadas.
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Sunflower.
Fanfiction― deberías salir con él - dijo Jeongin tomando otro pedazo de pizza de la caja. ― solo piénsalo, Yang ¿realmente cuántas posibilidades hay de que en realidad me suceda esa "casualidad" amorosa? Quizás una en diez millones. A Lee Felix nunca le han r...