Auron y Perxitaa eran siempre sueltos, dejándose llevar en la alegría y diversión que las sutiles bromas y jugueteos infantiles les permitía. Pero llegaban a ser tan tímidos, en la privacidad de una noche a solas.
No eran muchas las veces en las que Auron y Perxitaa podían simplemente relajarse, sentados y tomados de la mano dejando pasar el día, ignorando todo a su alrededor. Normalmente tenían mucho qué hacer, mejoras, reparaciones, exploración y cosechas. El trabajo no se detenía nunca.
Así igual se mudaban constantemente. Ningún sitio terminaba de ser lo que ellos buscaban: Un lugar donde, con la misma sencillez que significaba descansar, pudieran mirar hacia el horizonte con satisfacción. Había sitios bonitos, sí, pero no estaban seguros de que fueran "el" sitio.
Tal vez sólo querían dar con el escenario perfecto. A ambos les gustaba el agua y la luz del sol, así que siguiendo las rutas de los ríos se aventuraban con sus cosas a un nuevo asentamiento. Levantar una casita de cero, hacer algo lindo y seguro que fuera su refugio y rincón.
Por eso construyeron esa tierna casa frente al mar, cerca de un valle y a un lado de las montañas. Algo menudo, pequeño a base de madera y un poco de piedra que consiguieron en el camino. No codiciaban tanto aún, les bastaba con resguardarse por la noche y ya por la mañana avanzar.
Tomando un descanso, fue una tarde perfecta para recordar lo mucho que apreciaban las manías del otro. La necesidad absoluta de Perxitaa de poner al menos una ventana y la voluntad necia de Auron de colocar un piso de terracota. La casa les quedó como un popurrí extraño de colores y formas.
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Margaritas y Amapolas || PerxiplayWeek
Random7 días de Perxiplay para la #PerxiplayWeek 2020 en Twitter. Historias independientes entre sí. Día 1: Declaración.✅ Día 2: Primer beso.✅ Día 3: Celos.✅ Día 4: Exploración.✅ Día 5: Intimidad.✅ Día 6: Futuro.✅ Día 7: Libre.✅ ¡Semana completada! Portad...