Capitulo 1 Louis

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El único ruido en la habitación era el volar de los dedos sobre la teclas, tres computadoras, 12 pantallas, tres personas que no se detenían ni a respirar. En una de las pantallas, la más grande se veía perfectamente una habitación enorme con docenas de personas bailando en lo que parecía una fiesta de alta sociedad. Un hombre bailaba con una señora ya mayor, le sonreía y parecía mirarla con adoración, otros dos caballeros se encontraban hablando animadamente por la comida y sus miradas se desviaban a la extraña pareja cada cierto tiempo. Parecía que toda la gente disfrutaba de la fiesta y charlaban animadamente.  

-          Estamos todos adentro. – Una voz sonó resonando en la pequeña habitación de las computadoras.

-          Perfecto, el sujeto está con la anciana. – Le contestó una de las dos mujeres en la habitación, levantó el puño en victoria y luego ofreció su palma a su compañero de la izquierda, quien con una sonrisa divertida y, poniendo los ojos en blanco, choco la palma delicada de la mujer con la propia.

-          Tiene la llave. – La voz fue casi un susurro, tan delicado que por poco paso completamente desapercibido.

-          Yo le digo a Nina. – Dijo el hombre y se colocó un micrófono, sonrío dulcemente y activo un número en la pantalla, al mismo tiempo los dos hombres de la comida salieron de la sala. – El sujeto tiene la llave, es tu turno.

-          Chicos, la viuda negra está adentro. – Todos rieron ante el comentario de la mujer que tecleaba de nuevo, controlando cada detalle de lo que sucedía.

-          ¿Cuánto tiempo vas a necesitar, Nina? – Una voz más grave y cansada sonó por los altavoces.

-          Dame veinte minutos. Será mía. – Esa vez fue una mujer la que habló.

Todos quedaron en silencio, en una de las pantallas una cuenta regresiva de veinte minutos comenzó. Y en la pantalla de la sala las puertas se abrieron, una hermosa mujer de cabello rubio platinado y piel blanca entró. Inmediatamente muchas miradas se dirigieron hacia ella. Su vestido de color negro era corto, con listones color blanco y una pequeña chonga, la falda caía como cascada hasta arriba de sus rodillas.

-          Wow. – Fue lo único que se escuchó en los comunicadores, uno de los chicos.

El sujeto también estaba viendo a la recién llegada, quien con delicadeza se movía en los al rededores. Se acercó al bar y pidió una bebida, estaba muy cerca de la presa. Fue entonces cuando por la pantalla vieron como se le acercaba, con una sonrisa encantadora y la mirada decidida, el cabello castaño le caía descuidado alrededor de los ojos azules, había caído en la telaraña.

-          Louis. – Dijo con un acento francés, la voz les llegaba lejana desde el micrófono de Nina.

-          Mary, encantada. – Contestó Nina ofreciéndole su mano. El hombre deposito un beso en el dorso y la miró a los ojos.

-          ¿Me concedes esta pieza? – Nina se puso de pie y lo siguió con una sonrisa hasta la pista de baile, donde la música los envolvía.

Colocó sus delicados brazos sobre los enormes hombros del hombre y él le sonrió atrayéndola más hacía sí, mientras rodeaba la pequeña cintura con sus manos. Comenzaron a moverse en un lento baile. Quedaban diez minutos. Ella colocó sus manos en su pecho y se recostó en él. El hombre sonrió y descansó su cabeza sobre la de la mujer. Y entonces sintió las manos de ella acariciándolo con coquetería.

-          Quizá podríamos salir al balcón, más privado. – Louis inmediatamente la tomó de la mano y la sacó a uno de los balcones que daban a los jardines.

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