Blake había continuado yendo a la cafetería todos los días de la semana. Yang aparecía un par de veces a la semana, como siempre, cerca de la misma hora que la pelinegra. Ese día Blake había finalizado el libro, buscando otro de su gusto para comenzar a leerlo. Sin éxito, decidió que era buena idea posar su mano sobre un libro al azar, sacándolo y arriesgarse sin saber de qué trataría. Cuando regresó a su asiento, supo que para averiguarlo iba a tener que esperar al día siguiente. Yang estaba sentada, esperando por ella, en el mismo asiento de siempre. Se acercó sonriente a la mesa, sentándose frente a la mujer rubia dejando el libro en una esquina.
—¡Buenos días!—saludó Yang con notable entusiasmo, Blake sonrió levemente asintiendo con la cabeza correspondiendo. Yang sonrió, su mirada dando una ojeada rápida a su compañera y al libro que había posado sobre la mesa antes de iniciar una conversación—. ¿Qué vas a leer hoy?
—Ah, no sé de qué trata. Se llama paredes rosadas—indicó, Yang recogió el libro, leyendo la sinopsis con atención. Blake apoyó sus codos en la mesa, dejando caer su cabeza en las manos y sonriendo a la mujer concentrada en el libro de tapa blanda. Los mechones caían desordenados, una melena con leves rizos que parecía ser difícil de controlar. Tenía frente a ella a la persona más alegre que había conocido en mucho tiempo, un leve rayo de sol en su vida.
—¿Te gustan los libros de romance? Jamás lo hubiera pensado—bromeó Yang, Blake rodó los ojos con apatía recogiendo el libro de las manos de Yang.
Hablaron el resto de la mañana, hasta que Yang tuvo que despedirse al recibir una llamada urgente del trabajo. Blake se quedó allí, observando la puerta de cristal cerrarse cuando Yang salió del ligar, pensando. Eran extraños aquellos sentimientos, a veces pensaba que todo se iría al traste por algún comentario suyo, dado que ambas chicas tenían una actitud algo diferente, pero parecían adaptarse la una a la otra perfectamente. Sin embargo, habían muchos problemas más allá de las actitudes disonantes. Blake prefería no pensar demasiado, pero era inevitable. ¿Cuánto tiempo duraría antes de que alguien descubriese el cariño que había cogido a la rubia?¿Cuánto tardarían en usarlo contra ella?
Suspiró, tomando el libro entre sus manos y observando la taza de porcelana vacía frente a ella. La puerta volvió a abrirse, Blake levantó la vista casi con esperanza de ver la melena rubia y rebelde volver a aparecer, pero esta vez entró una persona que, aunque pudo reconocer, no sabía ponerle nombre. Abrió su libro, decidida a continuar con la lectura, fingiendo que no era consciente de la presencia ajena, esperando por lo obvio. Segundos después, un sobre de papel se posó en la mesa, siendo recogido con discreción por sus manos.
....
Si en algo destacaba Blake, eso era en su sigilo. Era silenciosa, como una sombra, mientras avanzaba por aquella enorme casa. Tener la ayuda de Ilia era además un extra de bastante utilidad, dado que la mujer casi parecía camuflarse cual camaleón por los distintos lugares de la casa. Habían memorizado los planos de la casa aquella mañana, retirándose de la cafetería para informar a Ilia y Sun sobre aquel nuevo encargo que les esperaba. Ambos habían aceptado cuando Blake les informó, sin demasiadas opciones para rechazarlo. Tampoco pintaba tan mal, era simplemente robar cierta información, podían evitar daños e incluso muertes si llevaban el suficiente cuidado.
Miró a Ilia, con el cuerpo cubierto por ropas negras para evitar ser reconocidas. Solo los ojos estaban al descubierto, pero en aquella ocasión se encontraban cubiertos por las gafas de visión nocturna que habían necesitado para moverse por la oscuridad de la casa. Ilia la miró y asintió, indicando estar lista, antes de separarse en una dirección contraria. Había dos posibles lugares para encontrar aquel documento, no podían arriesgarse a ir juntas a un mismo lugar y equivocarse. Mejor era caer una que caer las dos, siempre era así.
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From Shadows [Bumblebee]
FanfictionBlake Belladonna ha vivido toda su vida bajo el régimen del White Fang, una mafia con la que su padre había contraído una deuda antes de que su repentina desaparición. A pesar de todos los años que llevaba trabajando para estos, esta es la primera v...