La Última Noche Juntos

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Esta no es una historia de amor, esta el la historia de como las murallas del universo se desvanecen poco a poco, ya nada impide cruzar a otras realidades, es igual el tiempo, es igual lo aprendido, olvida todo y simplemente lee, esto no es una historia, es un viaje.
Todo comenzó durante una pandemia, al principio los jefes de arriba dijeron que la reclusión sólo duraría unas semanas, las semanas se convirtieron en meses, con el tiempo olvidamos como era salir a la calle sin ningún motivo, simplemente por el mero echo de salir afuera. Una de las razones era que las calles estaban patrulladas por los luces azules, los cuales decían protegernos pero eso aún no viene a cuento, supongo que todo esto realmente comenzó la noche que le vi por última vez en mucho tiempo...

-!Voy cojona, espérate un segundo que estaba en el baño!-Dije mientras corría por el pasillo al tiempo que me atava la toalla, volvió a sonar el dichoso timbrecito del demonio, me acerque a él y agarre el teléfonillo-Ya era imbecil, te abro anda-dije mientras pulsaba el boton al tiempo que colgaba el teléfonillo, poco después se escucha al otro lado de la puerta principal

-¿Señora me abre?-dijo el chico mientras yo cojia el llavero del vacía bolsillos que había en un aparador a la entrada de casa

-Voy voy dame un momento-dije abriendo la puerta, y ahí justo delante de mi esta ese idiota vestido con vaqueros negros ajustados rotos, camisa blanca con estampados en negro, una pajarita granate con puntos blancos, unas deportivas azules que habían vivido mejores días, unas gafas de ver tipo aviador con la montura negro mate y como no marcando estilo un flequillo mal cortado teñido de rosa y tan mal que estaba cortado que le caía cubriendo su ojo derecho.

-Hola cacho carne-dijo mientras se acercaba y me daba un abrazo, a lo que yo respondi:

-Vuelve a llamarme eso y te corto los huevos, ale dejame que cierre la puerta coño que son las dos y media de la mañana-dije mientras le apartaba y cerraba la puerta con llave

-Yo también te quiero-dijo mientras iba derecho a mi habitación, encendía la luz y entraba-Hola traidora-saludo a mi hamster mientras se quitaba la mochila y la dejaba encima de la amaca al lado de mi escritorio

-No es una traidora lo que pasa esque no le interesas, es bollera, ella quiere pechos y tu no tienes-dije mientras el chico ponía la cara pegada a la jaula del animal casi parecía que deseaba que le mordiera la cara, si yo fuera Puppet lo haría-Bueno me vas a hacer compañía en el baño mientras me ducho de todas formas no es nada que no hayas visto ya, cabronazo que justo has llegado en el momento en que me iba a meter-dije agarrandole de la oreja cual niño que acaba de romper un jarrón y arrastrándole hasta el baño al final del pasillo-Ale siéntate en la tapa del vater mientras me ducho y así hablamos, ¿luego quieres ver alguna peli o serie?-dije mientras cerraba la puerta y prendía el extractor de vapor, comencé a desnudarte el chico la igual que la mayoría del tiempo tenía la mirada inquieta, de vez en cuando me miraba y se ponía más nervioso-¿Te ha comido la lengua el gato? Ah bueno espera ¿Te has comido la lengua?-dije haciendo referencia a la semejanza de la personalidad del chico a la de un gato
-No, solo se me hace extraño estar hablando con mi ex en un baño miéntras ella se ducha y claramente está en pelota picada-dijo el chico miéntras echaba miradas rápidas a todo lo que había en el baño mientras yo abría el grifo y me metía bajo los chorros de agua.

-Pues deberías estar agradecido, puedes volver a admirar semejante obra de arte-dije mientras me enjabonaba el pelo

-Si pues debe ser arte protesta porque joder-respondio el chico rápidamente-! Perdón, perdón, perdón, me pase, me pase!-dijo cubriéndose la cabeza atemorizado

-Cacho cabron, como te defiendes cuando quieres-dije haciendo un jarro col mis manos y cuando estuvo lleno de agua se la tire

-!Ai su puta madre!-respondió poniéndose en pie y sacudiendose como si fuera polvo

-Ahora vas y hablas otra vez-me reí de él mientras cerraba el grifo y agarraba la toaya

-No si esque el mayor problema de mi vida esque abro la puta voca macho-decía mientras yo me envolvía y ataba la toaya

-Ve al salón anda que te dejo algo para que estes cómodo-dije abriendo la puerta y saliendo en dirección a mi cuarto

-Gracias-dije el chico refunfuñando en dirección al sofá

-De nada por nada-le respondo entrando en mi cuarto y cerrando la puerta.

Nos tiramos toda la noche hablando de cosas sin importancia hasta que llegaron las 6 de la mañana, el momento en que mi madre estaba a punto de llegar del hospital, le abrí la puerta y nos abrazamos justo antes de que el saliera y cerrará la puerta para luego meterme a la cama sin saber qué esa sería la última vez que le vería en mucho tiempo....

Le escribi varias horas después pero no le llegaban los mensajes , pasaron los días pero nada, al cabo de un mes dieron la noticia de que había desaparecido sin rastro alguno, poco después los luces azules vinieron a casa de los que le conocíamos a preguntar por la última vez que le vimos, claramente yo fui la última en hablar con el pero no sabía nada de lo que había pasado, había sido una noche normal en nuestras vidas, sin embargo los luces azules estaban cabreados, es cierto que se saltava la reclusión en casa muchas veces para venir a vernos, estuvieron cerca de pillarle algunas veces pero nunca lo lograron. Al cabo de seis meses la situación empeoró, los luces azules fueron enviados a sus casa y las fuerzas militares tomaron las calles, ahora cualquier persona que inclumpiera la ley de reclusión sería fuertemente penada, todo ello para parar la pandemia sin resultado alguno más que el enfurecimiento de las masas, según el tiempo corría las personas tenían más miedo al resto, y si hemos aprendido algo de la historia de la humanidad esque el miedo de una persona es peligroso para los que le rodean, debido al comienzo de escasez de alimentos comenzaron a ocurrir atracos y secuestros en el intento de salvar sus propias vidas, pero la respuesta de la fuerza militar siempre era la ejecución, poco a poco ya no eran protectores si no asesinos.
Los pocos que seguimos aguantando e intentado ayudar a las personas estamos empezando a perder la esperanza...

🐼El gato cuantico🐼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora